Tutankhabrón
Himbersor
La ley se cambia en un santiamén. Más aún en un país bananero y sin soberanía alguna.
Ay la ley... Se amaron la constitución española con nocturnidad y alevosía entre puros y partidas de mus. Porque había que someter y endeudar a este eXpaís a perpetuidad.
No te obligarán a punta de pistola (de momento), pero tienen mil formas de convertirte en en apestado social y laboral si no te quieres pinchar.
Nos pincharan lo que nos llegue y al ritmo que quieran los que lo envían.
La coacción, la represión y el miedo funcionan cuando el «enemigo» son 50.000 personas.La ley se cambia en un santiamén. Más aún en un país bananero y sin soberanía alguna.
Ay la ley... Se amaron la constitución española con nocturnidad y alevosía entre puros y partidas de mus. Porque había que someter y endeudar a este eXpaís a perpetuidad.
No te obligarán a punta de pistola (de momento), pero tienen mil formas de convertirte en en apestado social y laboral si no te quieres pinchar.
Nos pincharan lo que nos llegue y al ritmo que quieran los que lo envían.
Si son diez millones es imposible.