Al final es agotamiento psicológico. Y no solo por los fallecidos y la situación sanitaria, económica o de los confinamientos en sí, sino en gran medida por el continuo baile de cifras, medidas contradictorias cuando no directamente contraproducentes desde la simple lógica, o el nefasto ejemplo de la casta política (qué daño hicieron la ministra largándose a bilbao, o el otro a Cádiz, o los otros a no sé dónde... todos con excusita legal, claro, o los del sarao pernicioso del Csino con Pedro J.). Ya lo comentamos hace tropecientas páginas del hilo, estamos llegando a un síndrome del "burnout" de libro, y eso acaba provocando el sudapollismo (y esperemos que no el salgaelsolporAntequerismo, que es todavía peor).
Ya digo, que no podamos ir a ver a la familia a la taifa colindante, pero sí pueda venir un señor de Bruselas -al menos ahora con PCR- a Barajas. quizás la solución es que el familiar de Bilbao se apunte en la San Silvestre Vallecana, y así pueda venir a Madrid con justificación válida y podamos vernos corriendo entre la masa de chipicientos corredores. Absurdo. E indignante, acaba tocando los cojones.
Ojo con eso de los turnos, porque tampoco valdría, por ejemplo para unos abuelos con 4 hijos y muchos nietos, hacer la Nochebuena con uno, la Navidad con otro, la Nochevieja con el tercero y el Año Nuevo con el último. Al final si los niños del primer hijo -que habrían estado en el colegio hasta el 22- pasaran el bicho a los abuelos, estos a su vez andarían distribuyéndolo en fase asintomática a todos los demás hijos y nietos, para finalmente en Reyes estar jodidos con la plaga manifestándose.
Al final, para quienes echen mucho de menos a la familia (el caso más sangrante posiblemente sea el de abuelos relativamente jóvenes que vivan en otra ciudad y con nietos de entre 2-3 años, que son la edad más deliciosa de los pequeños y si no les pudieran volver a ver hasta julio esta sería la única oportunidad), la solución de compromiso más segura sea simplemente verse en parques al aire libre con mascarillas y distancia. Es una mierda, pero menos es nada.