Ya no estoy optimista viendo lo que veo.
La estupidez humana no tiene límites y por eso es difícil calcular hasta donde puede llegar. Yo he vuelto a infravalorarla con mi estimación "optimista".
Cuando hace unos días ví las medidas que se iban a aplicar aquí en Asturias, pensé que realmente era muy complicado que no tuvieran un efecto positivo aunque no fuera grande. Tenemos una buena cantidad de "medidas": mascaras obligatorias, toque de queda, limitación de aforos, prohibición de consumir en barra, cierres perimetrales en las grandes ciudades, recomendaciones de todo tipo... El problema es que, en realidad, no se están aplicando buena parte de ellas y nadie hace nada para que eso cambie. No se controla la entrada y salida de las grandes ciudades como era de esperar, los bares siguen llenos, no se usa la mascarilla como se recomienda...
A mi, el panorama aquí en Gijón, me resulta ciertamente distópico. Veo por el centro a la gente en los bares, sin mascaras, felices disfrutando de sus copas, mientras en la otra punta de la ciudad tenemos el hospital colapsado y con cada día más personas muriendo.
Creo que aquí, y en España en general, vamos caer en el error que bien describió el Nostradamus rumano. Infravalorar el problema ahora y no confinar ya, para luego tener que aplicarlo igualmente, obligados por una situación muchísimo peor. Creo que tenemos gestores tan mediocres que estar en una situación mejor que otros países de Europa, nos va a perjudicar a medio plazo y al cabo de unas cuantas semanas, volveremos a encabezar las listas del el bichito de la segunda ola.
jorobar, es que pienso que aquí en Asturias tenemos ya más pacientes hospitalizados que en el pico de la primera ola y luego veo todo abierto, la gente como si no pasara nada, sin cumplir las recomendaciones, los niños aún yendo al colegio... y me pone enfermo. A muchos se la rezuma por completo que se mueran abueletes cada día con tal de mantener su rutina habitual. Faltan manos para todas las palos que hay que dar.
