Lo mismo refleja
MOMOcalor: los datos de fallecidos son
todavía más altos de lo que el propio sistema estimaba que ocurriría en estos días de finales de julio y principios de agosto. Como puede verse en este gráfico,
la evolución en color oscuro (muertes diarias) está considerablemente por encima de los rangos azul y rojo, es decir, del máximo de fallecimientos que el sistema del Instituto de Salud Carlos III había estimado que habría, incluso con elevadas temperaturas. De momento, MOMOcalor cifra en
1.600 las defunciones atribuibles al exceso de temperatura desde el 1 de junio, cuando en los dos últimos veranos (hasta el 15 de septiembre) fueron de casi 2.000.