No he dicho eso, el día que me vaya de verdad lo haré de forma discreta, no hará falta decirlo.
De momento he regulado el tiempo de uso y procuro entrar sólo los findes.
Somos inadaptados sociales muchos de nosotros, eso es un hecho. Y es cierto que muchas de las cosas sociales no nos gustan y nos generan rechazo. Pero hay que pensar que ese rechazo que nos producen las convenciones sociales nos viene de vuelta de manera en que nosotros mismos somos rechazados socialmente cuando no queremos serlo.
Hay que cambiar la actitud y la forma de ver las cosas. Incluso la forma de hablar es importante. Hay que procurar vibrar alto para atraer lo positivo. Vivimos en sociedad y por mucho que digamos que esta sociedad apesta en realidad queremos formar parte de ella porque somos seres sociales. El que dice lo contrario es que se ha resignado a la soledad tras innumerables rechazos y ha desistido, ha abandonado la idea de formar parte de la sociedad. Ha aceptado ser un inadaptado y tal vez encuentre la felicidad así, pero lo dudo porque nadie encuentra la felicidad cuando es rechazado por el mundo.
Los habrá que digan que con quererse a sí mismo basta y es cierto que hay que quererse a sí mismo, es fundamental, pero cuando el mundo no te quiere no es que el mundo sea malo, es que es un espejo que está reflejando que algo no va bien contigo y que has de cambiar, por tu bien. Te da infinitas señales y advertencias hasta que lo captes y hagas los ajustes necesarios para vivir en armonía contigo mismo y con los demás porque de eso se trata. Aunque nacemos y morimos solos, el camino lo hacemos EN COMPAÑÍA porque venimos a aprender unos de otros en esta experiencia y a experimentar el sentimiento más elevado que existe: el amor en todas sus formas.
Recientemente el mundo me ha dado una buena patada, una más, y he podido darme cuenta de lo que me quería decir, esta vez con absoluta claridad. Cada uno de nosotros es creador de su vida y puede hacer que ésta sea de una manera o de otra. Sólo tiene que conocerse a sí mismo, corregir lo que va mal, quedarse con lo bueno y potenciarlo y fluir por la vida. Entonces ésta te traerá de vuelta lo que reflejes, como un espejo.