Brutal artículo. Lucidez maxima. Muchas de las cosas que se han venido hablando en burbuja que podrían ser catalogadas por el
establishment como teoría de la conspiración hoy día ya no son otra cosa que hechos de la conspiración y las víctimas somos los de siempre.
Lo senil o senectud son términos asociados a la vejez, a la etapa de la vida que antecede a la muerte, a señales reconocibles de que se ha llegado al punto de no retorno. La gravedad es una fuerza poderosa que, pese a que es silenciosa e invisible, tira inexorable y vertical hacia el fondo...
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Para seguir inyectando liquidez artificial en los mercados deben detener la caída libre de la economía real y esto solo es posible mediante medidas autoritarias legitimadas por las emergencias. Hechos de gran impacto global constituyen la justificación necesaria para aplicar cualquier medida porque "no hay más alternativas". Vighi señala que esta realidad se inauguró con la "pseudo-pandemia" del covid-19.
También dice que el actual aumento de los combustibles es parte de un intento más amplio de descomprimir la economía mundial. Lo mismo ocurre con la "lucha contra el cambio climático", le exigen un nivel de vida más bajo a las clases medias y trabajadoras y con ello estarían aportando "soluciones" al calentamiento global.
Ucrania puede considerarse el trágico símbolo actual de esa reducción económica controlada. En este caso la guerra estaría sirviendo para crear oportunidades de expansión financiera. "He aquí una razón por la que Occidente está enviando cientos de miles de millones de dólares a Ucrania, en lugar de negociadores de paz", argumenta.
Queda demostrado que en tiempos de crisis siempre se le pedirá a la población que haga sacrificios "necesarios" por el bien de todos, incluso en detrimento de su bienestar. Por ejemplo, dice que el covid-19 sirvió para golpear a las masas empobrecidas hasta la obediencia a través del miedo.
Sobre el papel de la izquierda en la etapa más oscura del "capitalismo de crisis", criticó su miopía a la hora de analizar la realidad y denunciar lo que hay realmente detrás de mamparas como la pandemia por covid-19 o la guerra de Ucrania. "¿Hasta qué punto se ha derechizado la izquierda radical si no es capaz de reconocer la prestidigitación criminal del capitalismo de emergencia? Al apoyar la discriminación y la destrucción globales bajo falsas pretensiones éticas, la mayor parte de la izquierda actual hace el trabajo de la derecha con más eficacia que la propia derecha", se pregunta y reflexiona.
Se ha visto en casos en los que la izquierda, al no comprender todo aquello que se sale de su universo, termina estableciendo juicios de valores que rozan con la de su enemigo histórico.
Si bien algunos se han dado cuenta del plan macabro, el engaño sigue siendo masivo. No lo hace en tono de reclamo, pero destaca que sigue siendo crucial recordar que el virus fue el escudo invisible utilizado para evitar una crisis bancaria y financiera más catastrófica que la de 2008.
CHIVOS EXPIATORIOS Y BURBUJAS
Fabio Vighi enmarca la utilización del coronavirus como comienzo de una estrategia de "emergencia total" y apocalíptica para la gestión coordinada del empobrecimiento masivo, no sólo en las periferias del mundo capitalista, sino también en su centro. El miedo a la muerte, el encierro y la sensación de que se está en el fin de mundo hicieron que se viera con resignación y sumisión la ruina del mundo. De aquí en adelante sería más fácil endosar todo a la pandemia, la guerra en Ucrania o el cambio climático, chivos expiatorios de este tiempo, y no a la putrefacción del modelo económico.
Hay demasiadas señales que indican que se avecina una crisis económica peor que la de 2008. Pero la solución de los banqueros será inyecciones monetarias más sostenidas sin el cuestionamiento debido porque cuentan con el escudo protector de la próxima emergencia.
El crecimiento seguirá siendo artificial y la inflación golpeará con más fuerza a los pobres. La burbuja ha seguido creciendo y cada vez es más susceptible a un pinchazo. En el pasado se han aplicado parches para contener la inflación, pero el montón de capital ficticio ha crecido tanto que ya no hay mecanismos de contención que valga.
Desde el comienzo del milenio, el mundo ha vivido de burbuja en burbuja y su lógica frenética de creación de liquidez y de supresión de los tipos de los bonos, cortesía de los Bancos Centrales. Se han vuelto tan frecuentes que actualmente constituyen los motores sistémicos que mueven el mundo y mantienen en marcha la producción capitalista real. En el pasado hubo burbujas que estallaron y dieron paso a nuevos ciclos de acumulación real. Ahora el estallido crea otra burbuja y la producción real ya forma parte del proceso especulativo.
Vighi recrea el ciclo de la siguiente manera: el aire que infla la burbuja es la liquidez prestada. La capacidad pulmonar del sistema es su mercado de bonos, el lugar donde se negocian los títulos de deuda. Si se necesita reunir capital para invertir en activos se emiten bonos, que obligan al emisor a reembolsar su coste en una fecha de vencimiento y a un tipo de interés negociables. El sistema depende ahora existencialmente de montones de bonos, a través de los cuales los inversores se aseguran el crédito que necesitan para especular en los mercados financieros.
La mecha de la próxima explosión de la bomba es el mercado de deuda, y ya se ha encendido, según el autor. "Las fuertes turbulencias actuales en los mercados de bonos de todo el mundo sugieren que los Bancos Centrales se están quedando sin pegamento para tapar las grietas del sistema dopado de crédito", dice, al tiempo que argumenta que las élites se están preparando para una guerra social total.