Harman
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Militarización del servicio público
Militarización del servicio público
14/10/2019
Artículo Original: Andrey Manchuk
La presidenta del Comité de Política Social y Protección de los Derechos de los Veteranos, Halina Tretyakova, que representa a “Servidor del Pueblo”, ha prometido aceptar como nuevos funcionarios solo a ciudadanos con “experiencia militar”, obviamente en referencia a los veteranos de “ATO”. Y ha recordado que, en la antigua Roma, quien no tenía armas no tenía derecho a voto.
“Planeamos seguir modernizando el servicio público. Me inclino hacia la idea de que el servicio público debe ser para personas con experiencia militar y debe tener un salario decente. Antiguamente, en Roma, la democracia comenzó dando el derecho a voto solo a aquellos que habían defendido con la espada en la mano a su país. En el mundo moderno, hay un ejemplo de esta práctica en Israel, donde no se puede ser funcionario si no se tiene al menos seis meses de servicio militar. Quienes han luchado serán los mejores defensores de sus hermanos, por supuesto, en el mejor sentido de la palabra”, afirmó en una entrevista en la publicación del Ministerio de Defensa de Ucrania.
Sorprendidos por la idea, los comentaristas han recordado que la “defensa de los intereses de sus hermanos” ya lleva cinco años seguidos produciéndose en el país. Y después han añadido que, según esta lógica de las ideas de Zelensky, también debe ser el momento para hacer revivir el “éxito” de la institución romana de la esclavitud. Ese no será el caso, aunque la misma Tretyakova ha presentado recientemente a los ucranianos un borrador del nuevo Código del Trabajo que reduce a los trabajadores ucranianos a una posición que no difiere tanto de la vieja esclavitud, salvo por el hecho de que, según la legislación romana, era obligatorio vestir y alimentar a tus propiedades.
“Verán el nuevo Código del Trabajo, que va a ser muy liberal, demasiado liberal para el empleador”, declaró abiertamente a algunos ciudadanos Tretyakova, que admitió: “quiere decir que recortaremos los derechos y discriminaremos a los asalariados”. Además, la presidenta del Comité parlamentario, no se cansa de repetir que es necesario recortar las prestaciones sociales, ya que supuestamente minan el desarrollo económico del Estado. Aunque si en el país hay más pobres, difícilmente eso va a llevar a Ucrania al éxito económico.
¿Cómo ha llegado al Parlamento esta excéntrica diputada, que es la viva imagen de la nueva generación de oficiales y políticos del equipo de Zelensky? Pueden adivinar que representa el típico ejemplo de experta alimentada por becas del extranjero que nunca ha trabajado, por lo que se considera preparada para liderar el país según los principios de la gestión efectiva.
La carrera de Tretyakova se ha desarrollado en varios puestos públicos en el Ministerio de Salud, el Ministerio de Políticas Sociales, el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Impuestos y Aduanas. Además, también ha sido miembro del consejo y presidenta del Fondo de Pensiones de Ucrania y ha colaborado en lo que ridículamente se ha calificado como “Paquete de reformas de reanimación”, también financiado por créditos extranjeros. En 2017, Halina creó y dirigió la organización pública “Instituto de Libertades Civiles” y también fue directora general de la Federación Ucraniana de Seguros. En aquel momento, concedió una entrevista en la que habló de la necesidad de retrasar la edad de jubilación y reducir la cuantía de las pensiones.
Resumiendo, Tretyakova ha colaborado en los últimos años a implementar el programa de gobierno de los primeros ministros Groisman y Yatseniuk, que llevaron al país a un completo desastre económico. Y ahora ha entrado en el Gobierno para poder controlar directamente el proceso destructivo de las “reformas”. La biografía de Tretyakova es curiosamente similar a la trayectoria de otros ministros y diputados que, de repente, han ascendido rápidamente en la era Zelensky. No hay más que recordar a la nueva ministra de Educación y Ciencias, Anna Novosad, que se ha embarcado en otra “optimización” de las escuelas públicas, demasiado caras para el Gobierno. O Timofey Milovanov, ministro de Desarrollo Económico, Comercio y Agricultura, que ha pasado toda su vida dando conferencias en Estados Unidos y Europa y que recientemente confesó que nunca ha estado interesado en su país natal y que no entendía nada de economía. Todo esto, por cierto, se puede aplicar al primer ministro Alexey Honcharuk. Todos trabajan bajo un programa común de privatización completa de las propiedades del Estado y una política económica a expensas de los ciudadanos.
“Ucrania está en una situación única, en la que algunos defensores de Petro Poroshenko siguen ocupando puestos en el Gobierno y representan las caras nuevas y jóvenes, mientras que otros defensores de Poroshenko llaman a la gente a salir a Maidan y derrocar a los primeros. Además de defensores de Poroshenko, el Gobierno está lleno de receptores de becas de instituciones extranjeras, que siguen los principios de las doctrinas neoliberales y el libertarianismo, que han pasado por los bufets de gambas, aguacate, leche de soja e historias sobre los milagros económicos de Balcerowicz y Pinochet. La receta de “reforma” es simple como el pomo de una puerta. Como describía Bulgakov: cogerlo todo y dividirlo. Me refiero a todas las propiedades del Estado y dividirlo entre “dueños eficientes”, que, por pura casualidad, serán inversores que han crecido a base de becas extranjeras”, escribió irónicamente el historiador de Kiev Yury Latish.
Esta nueva generación de depredadores sin escrúpulos no tiene intención de anteponer los intereses de la población a los suyos y abiertamente cooperan con los nacionalistas, a los que respetan como una fuerza que, al final del día, será capaz de mantener a flote al Gobierno. Las declaraciones de Tretyakova, que propone hacer del servicio público un feudo de los veteranos, es un gesto hacia los “activistas” nacionalistas, aunque estas intenciones contradigan abiertamente la Constitución de Ucrania. Sin embargo, los veteranos corrientes también serán abandonados, como se demostró hace unos días, cuando el Comité Parlamentario de Políticas Sociales y Protección de los Derechos de los Veteranos dio a entender que existe la posibilidad de reducir sus prestaciones sociales. Al final, todos los ucranianos serán víctimas de las políticas antisociales, incluso aquellos que ingenuamente han llevado al poder a una generación de depredadores de créditos.
Militarización del servicio público
14/10/2019
Artículo Original: Andrey Manchuk
La presidenta del Comité de Política Social y Protección de los Derechos de los Veteranos, Halina Tretyakova, que representa a “Servidor del Pueblo”, ha prometido aceptar como nuevos funcionarios solo a ciudadanos con “experiencia militar”, obviamente en referencia a los veteranos de “ATO”. Y ha recordado que, en la antigua Roma, quien no tenía armas no tenía derecho a voto.
“Planeamos seguir modernizando el servicio público. Me inclino hacia la idea de que el servicio público debe ser para personas con experiencia militar y debe tener un salario decente. Antiguamente, en Roma, la democracia comenzó dando el derecho a voto solo a aquellos que habían defendido con la espada en la mano a su país. En el mundo moderno, hay un ejemplo de esta práctica en Israel, donde no se puede ser funcionario si no se tiene al menos seis meses de servicio militar. Quienes han luchado serán los mejores defensores de sus hermanos, por supuesto, en el mejor sentido de la palabra”, afirmó en una entrevista en la publicación del Ministerio de Defensa de Ucrania.
Sorprendidos por la idea, los comentaristas han recordado que la “defensa de los intereses de sus hermanos” ya lleva cinco años seguidos produciéndose en el país. Y después han añadido que, según esta lógica de las ideas de Zelensky, también debe ser el momento para hacer revivir el “éxito” de la institución romana de la esclavitud. Ese no será el caso, aunque la misma Tretyakova ha presentado recientemente a los ucranianos un borrador del nuevo Código del Trabajo que reduce a los trabajadores ucranianos a una posición que no difiere tanto de la vieja esclavitud, salvo por el hecho de que, según la legislación romana, era obligatorio vestir y alimentar a tus propiedades.
“Verán el nuevo Código del Trabajo, que va a ser muy liberal, demasiado liberal para el empleador”, declaró abiertamente a algunos ciudadanos Tretyakova, que admitió: “quiere decir que recortaremos los derechos y discriminaremos a los asalariados”. Además, la presidenta del Comité parlamentario, no se cansa de repetir que es necesario recortar las prestaciones sociales, ya que supuestamente minan el desarrollo económico del Estado. Aunque si en el país hay más pobres, difícilmente eso va a llevar a Ucrania al éxito económico.
¿Cómo ha llegado al Parlamento esta excéntrica diputada, que es la viva imagen de la nueva generación de oficiales y políticos del equipo de Zelensky? Pueden adivinar que representa el típico ejemplo de experta alimentada por becas del extranjero que nunca ha trabajado, por lo que se considera preparada para liderar el país según los principios de la gestión efectiva.
La carrera de Tretyakova se ha desarrollado en varios puestos públicos en el Ministerio de Salud, el Ministerio de Políticas Sociales, el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Impuestos y Aduanas. Además, también ha sido miembro del consejo y presidenta del Fondo de Pensiones de Ucrania y ha colaborado en lo que ridículamente se ha calificado como “Paquete de reformas de reanimación”, también financiado por créditos extranjeros. En 2017, Halina creó y dirigió la organización pública “Instituto de Libertades Civiles” y también fue directora general de la Federación Ucraniana de Seguros. En aquel momento, concedió una entrevista en la que habló de la necesidad de retrasar la edad de jubilación y reducir la cuantía de las pensiones.
Resumiendo, Tretyakova ha colaborado en los últimos años a implementar el programa de gobierno de los primeros ministros Groisman y Yatseniuk, que llevaron al país a un completo desastre económico. Y ahora ha entrado en el Gobierno para poder controlar directamente el proceso destructivo de las “reformas”. La biografía de Tretyakova es curiosamente similar a la trayectoria de otros ministros y diputados que, de repente, han ascendido rápidamente en la era Zelensky. No hay más que recordar a la nueva ministra de Educación y Ciencias, Anna Novosad, que se ha embarcado en otra “optimización” de las escuelas públicas, demasiado caras para el Gobierno. O Timofey Milovanov, ministro de Desarrollo Económico, Comercio y Agricultura, que ha pasado toda su vida dando conferencias en Estados Unidos y Europa y que recientemente confesó que nunca ha estado interesado en su país natal y que no entendía nada de economía. Todo esto, por cierto, se puede aplicar al primer ministro Alexey Honcharuk. Todos trabajan bajo un programa común de privatización completa de las propiedades del Estado y una política económica a expensas de los ciudadanos.
“Ucrania está en una situación única, en la que algunos defensores de Petro Poroshenko siguen ocupando puestos en el Gobierno y representan las caras nuevas y jóvenes, mientras que otros defensores de Poroshenko llaman a la gente a salir a Maidan y derrocar a los primeros. Además de defensores de Poroshenko, el Gobierno está lleno de receptores de becas de instituciones extranjeras, que siguen los principios de las doctrinas neoliberales y el libertarianismo, que han pasado por los bufets de gambas, aguacate, leche de soja e historias sobre los milagros económicos de Balcerowicz y Pinochet. La receta de “reforma” es simple como el pomo de una puerta. Como describía Bulgakov: cogerlo todo y dividirlo. Me refiero a todas las propiedades del Estado y dividirlo entre “dueños eficientes”, que, por pura casualidad, serán inversores que han crecido a base de becas extranjeras”, escribió irónicamente el historiador de Kiev Yury Latish.
Esta nueva generación de depredadores sin escrúpulos no tiene intención de anteponer los intereses de la población a los suyos y abiertamente cooperan con los nacionalistas, a los que respetan como una fuerza que, al final del día, será capaz de mantener a flote al Gobierno. Las declaraciones de Tretyakova, que propone hacer del servicio público un feudo de los veteranos, es un gesto hacia los “activistas” nacionalistas, aunque estas intenciones contradigan abiertamente la Constitución de Ucrania. Sin embargo, los veteranos corrientes también serán abandonados, como se demostró hace unos días, cuando el Comité Parlamentario de Políticas Sociales y Protección de los Derechos de los Veteranos dio a entender que existe la posibilidad de reducir sus prestaciones sociales. Al final, todos los ucranianos serán víctimas de las políticas antisociales, incluso aquellos que ingenuamente han llevado al poder a una generación de depredadores de créditos.
