Iskra
Madmaxista
- Desde
- 19 Ago 2014
- Mensajes
- 4.944
- Reputación
- 62.787
Rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 22 de noviembre de 2018.
Declaración de la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, sobre la situación en el mar de Azov.
Hemos prestado la atención y tomado nota de la declaración de la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, al término de la reunión del Consejo de la UE para Asuntos Exteriores (Bruselas, 19 de noviembre) y su respuesta a una pregunta de los medios sobre la situación en el mar de Azov.
Ante todo, no entendemos la lógica de las reclamaciones selectivas de los socios de la UE contra las acciones legítimas de Rusia en el mar de Azov, mientras que Bruselas sigue sin prestar la atención a las acciones provocadoras de Kiev en la región. Por ejemplo, no hemos recibido la información todavía a pesar de los respectivos esfuerzos, si la UE tiene una postura en relación con la detención en el mar de Azov del barco pesquero ruso Nord organizada por Ucrania el pasado 25 de marzo, y no entendemos en que consista esta postura. Recuerdo que las autoridades de Ucrania detuvieron a los tripulantes del barco para unos seis meses por motivos inventados y su capitán que se encuentra en Ucrania puede ser condenado a una pena de prisión. Surge la pregunta en qué medida la preocupación de la UE sobre los derechos humanos sobrepasa los intereses coyunturales y no tiene carácter declarativo sino real.
Por solicitud de la UE, discutimos en reiteradas ocasiones y a varios niveles la situación en el mar de Azov. Quisiéramos subrayar que se trata del intercambio profesional de valoraciones basadas en los argumentos reales y datos estadísticos, a diferencia del envío por la UE a nosotros de unas “señales claras”, como intentó explicar Federica Mogherini a los medios de comunicación y la opinión pública.
Nuestra postura consiste en que Rusia es fiel al Tratado ruso-ucraniano sobre la cooperación en el uso del mar de Azov y el estrecho de Kerch del 24 de diciembre de 2003 y al estatus del mar de Azov estipulado en este documento como las aguas interiores de Rusia y Ucrania.
Conforme a este Tratado, los guardias fronterizos rusos tienen derecho a inspeccionar los buques en el mar de Azov y el estrecho de Kerch por varios motivos, a tenor de la legislación vigente. Tales inspecciones llevadas a cabo por la parte rusa no tienen carácter discriminatorio: además de los buques bajo la bandera de Ucrania y terceros países, se inspeccionan los buques bajo la bandera rusa también. Según los datos estadísticos, el número de buques bajo la bandera de Rusia inspeccionados durante los nueve meses del año en curso es más que el número de buques ucranianos inspeccionados. Espero que la UE disponga de estos datos.
Es importante señalar que la causa de detención de los buques antes de pasar por el estrecho de Kerch a los puertos ucranianos no se debe al control fronterizo. Es resultado del régimen especial de navegación por el canal Kerch-Yenikale que se debe a sus dimensiones específicas y complicadas condiciones hidrometeorológicas y de navegación.. Las últimas prevén, en particular, el paso pilotado obligatorio para que se forman las caravanas de buques, lo que necesita tiempo. Esperamos que en los organismos de la UE, en Bruselas lo sepan. La mayor parte de buques no se inspecciona en alta mar sino cuando están esperando su turno para pasar por el estrecho de Kerch. Cabe subrayar que este régimen de paso por el canal Kerch-Yenikale no es nuevo, existía ya antes de la construcción del puente de Crimea, en particular, en la época cuando el canal estuvo bajo el control de Ucrania. Creo que lo saben en la UE, pero lo olvidaron posiblemente.
No podemos desestimar que bajo la cobertura de rumores sobre la supuesta militarización del mar de Azov, las autoridades ucranianas agudizan premeditadamente la tensión en la región. Kiev declaró la intención de crear una base naval en Berdiansk y trazar unilateralmente, violando el Derecho Internacional, una línea de división en el mar de Azov. Se anuncian los intentos de desplegar en la región las fuerzas de la OTAN. Nuestros socios de la UE que comentan la situación deberían tener en cuenta que tal conducta de Kiev seguramente afecta la situación en la región y por consiguiente tiene influencia en las medidas preventivas que aplicamos para garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos y los objetos de infraestructura estratégica, en particular, el puente de Crimea. Además, entendemos que en relación con este puente sonaron las amenazas no sólo provenientes de las fuerzas radicales ucranianas y elementos marginales sino también de los políticos de este Estado.
Presentamos a la UE los argumentos mencionados en reiteradas ocasiones, la última vez – en el curso de las consultas de trabajo del Secretario de Estado, Viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Karasin, con la Secretaria General del Servicio Europeo de Acción Exterior, Helga Schmid, en Bruselas el pasado 15 de noviembre.
Nos parece que, al término de aquellos contactos, se logró reducir en gran medida las preocupaciones de la UE. Para reforzar este entendimiento se llegó a un acuerdo de confrontar regularmente los datos estadísticos de Rusia y la UE sobre la situación con la navegación en el mar de Azov.
En vista de lo anunciado, no vemos que Bruselas tenga motivos de dejarse llevar de la rienda por los partidarios de la confrontación en Kiev y dramatizar artificialmente la situación en la región. En lo que se refiere a los planes anunciados por Federica Mogherini de elaborar unas “medidas concretas” para prestar apoyo a las regiones afectadas de Ucrania, no sabemos nada sobre estas intenciones de la Comisión Europea. Partimos de que las acciones de la UE tendrán carácter responsable y transparente y corresponderán a las normas del Derecho Internacional y los principios de la seguridad europea, respetar el estatus del mar de Azov y la coyuntura regional.
Inspección de expertos al Centro Lugar en Georgia
Nos ha llamado la atención la visita en los días 14 y 15 de noviembre de un grupo de expertos internacionales al Centro georgiano de Investigaciones de la Salud Pública Richard Lugar. Es notable que el ministro de Sanidad de Georgia, David Sergueyenko, declarara antes de empezar la inspección que su objetivo consistía en «confirmar lo que ya sabemos: la transparencia y el cumplimiento de las normas internacionales». Así fue. Los medios georgianos anunciaron que los expertos internacionales habían corroborado el carácter exclusivamente pacífico y transparente del centro.
Sin embargo, resulta que el único documento oficial que contiene tales conclusiones optimistas es el comunicado electrónico del propio Centro Lugar. No está firmado por nadie, no revela los nombres de los expertos internacionales ni sus países de origen u organizaciones que representen. El comunicado en cuestión destaca que todos los empleados del centro confirmaron ante los anónimos expertos el carácter exclusivamente pacífico de su actividad. Por lo visto bastó para que los invitados consideraran excesivo interesarse por qué bajo el techo del «centro médico pacífico» trabaja la Dirección de Investigaciones Médicas del Ejército de Tierra de EEUU y qué tipo de investigaciones lleva a cabo allí.
La parte rusa sigue esperando de Washington y Tiflis las aclaraciones sobre el verdadero carácter del trabajo del Centro Richard Lugar. Semejantes excursiones guiadas no son suficientes para aclararlo.
Interferencia de señales de GPS en el norte de Noruega
Nos han llamado la atención las recientes declaraciones del ministro de Defensa de Noruega, Frank Bakke-Jensen, quien volvió a acusar a Rusia de crear cierto tipo de interferencias a la señal de navegación GPS que supuestamente dificultaban las labores de la aviación civil en el norte del país.
Algunos políticos occidentales ya tienen la costumbre de responsabilizar a Rusia por cualesquiera incidentes sin aducir pruebas ni solicitar nuestros comentarios oficiales. Y eso que, dada la transparencia sin precedentes mostrada por Rusia en el ámbito militar, los colegas noruegos podrían obtener todas las respuestas competentes a todas las preguntas que les intereses. Me gustaría informar a los medios noruegos que no hemos recibido ninguna solicitud oficial de información.
Cuesta deshacerse de la impresión de que estas historias absurdas las necesitó el titular noruego de Defensa para desviar la atención de la opinión pública del creciente escándalo en torno a la nueva fragata de la Armada de Noruega Helge Ingstad, que chocó el pasado 8 de noviembre contra un petrolero y se hundió en la costa oeste del país.
Según los datos del Sistema de Identificación Automática de buques, AIS, la fragata, equipada con misiles, navegaba con el transpondedor apagado cuando se le cruzó al petrolero, por lo que éste no la vio. Justo después de la colisión la fragata encendió el transpondedor, lo cual permitió conocer su ubicación precisa.
Podríamos tomar este incidente como una anécdota si no fuera por las eventuales consecuencias medioambientales catastróficas que podría haber tenido el derrame de 60.000 toneladas de crudo que transportaba el petrolero.
Últimamente, es el segundo accidente en Noruega que amenaza la seguridad medioambiental. A principios del mes se hicieron públicos los episodios de almacenamiento indebido residuos radioactivos en el Almacén nacional de Noruega, situado en la localidad de Himdalen, a unos 50 km de Oslo.
A propósito, los ejercicio militares de las Fuerzas Armadas de la OTAN Trident Juncture realizadas en Noruega, además del incidente de la fragata Helge Instad fueron marcados por una serie de episodios peligrosos. Pasemos de las noticias falsas antirrusas a los datos comprobados.
El pasado 17 de octubre, a consecuencia del aterrizaje forzoso del helicóptero Caïman al bordo del buque de asalto anfibio Dixmude de la Marina francesa, resultaron heridas al menos cuatro personas.
El pasado 22 de octubre, a causa de un accidente en el buque de asalto anfibio Gunston Hall de la Armada de EEUU, varios tripulantes resultaron heridos. El buque abandonó el simulacro tras accidente.
El pasado 26 de octubre, en la sala de máquinas de la fragata Halifax de la Armada de Canadá, tuvo lugar un incendio apagado más tarde por la tripulación.
El pasado 30 de octubre, la fragata Toronto de la Armada de Canadá, por una avería de los generadores eléctricos de a bordo permaneció durante seis horas a la derivas amenazando la navegación. Al día siguiente, la corbeta Erfurt de la Armada de Alemania tuvo que abandonar las maniobras antes del plazo por el fallo del sistema de dirección.
Sería conveniente que las autoridades noruegas pensaran, en primer lugar, en cómo evitar en el futuro semejantes situaciones amenazantes a la ecología y seguridad del Ártico. Por cierto, lo podrían tomar en consideración también los autores de la Estrategia de Seguridad de Dinamarca. Así, a lo mejor, dejarían de responsabilizar a las «fuerzas externas», en particular, a Rusia de sus propias acciones irresponsables.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta: ¿Cómo pudo permitir la diplomacia soviética y rusa que fueran menoscabados los derechos del país, al empezar la OTAN su expansión hacia el Este? ¿Con qué ministro de Asuntos Exteriores ocurrió, con Eduard Shevardnadze o con Andréi Kózirev?
Respuesta: En la rueda informativa anterior, al ser comentada la expansión de la OTAN hacia el Este, cité las declaraciones hechas sobre dicho tema por Mijaíl Gorbachov. Había dicho que las promesas hechas en su momento fueron más tarde rotas por sus autores. La comunidad occidental y los dirigentes de la Alianza, no me refiero a personas concretas, sino a países y sistemas políticos que formaban parte del bloque en cuestión y velan ahora por su desarrollo hicieron cuanto estaba a su alcance para inducir a un error al pueblo soviético y no sólo a él, sino también a toda la comunidad internacional. No es cuestión de interacción de la OTAN con un país concreto. Fue una mistificación colosal, un engaño de envergadura planetaria. En aquellos momentos los pueblos, tanto ciudadanos de a pie, como expertos y periodistas, estaban viendo con mucha ilusión el futuro del mundo y esperaban que después del enfrentamiento propio de un mundo bipolar llegaría una época completamente diferente, una, en la cual la dictadura de un sistema político, de un bloque de Estados o de un Estado concreto dejaría de existir. Ocurriría eso en caso de basarse las relaciones internacionales en un fundamento completamente distinto y tenerse en cuenta las experiencias del pasado, sobre todo, del siglo XX con sus guerras mundiales y su Guerra Fría. Sin embargo, no llegó a ocurrir. Se pusieron también esperanzas en las negociaciones sobre el desarme y en las negociaciones sobre el futuro de nuestro planeta en general que se estaban manteniendo por las principales potencias, en concreto, EEUU y la URSS.
Me parece que más que de las evaluaciones de los dirigentes de la URSS o del Estado ruso, habría que hablar del engaño del que fue víctima la comunidad internacional. Sería difícil decir, si fue un paso deliberado o no. Creo que la respuesta a esta pregunta habría que buscarla en las memorias y ahora tenemos lo que tenemos: la comunidad internacional fue engañada.
El libro de Radoslaw Sikorski «Polonia puede ser mejor. Entre bastidores de la diplomacia polaca»
Declaraciones del Ministro de Asunto Exteriores de Chequia, Tomas Petricek, sobre las relaciones ruso-checas
Todo ello y más en Rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 22 de noviembre de 2018 - Novedades - Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia
Declaración de la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, sobre la situación en el mar de Azov.
Hemos prestado la atención y tomado nota de la declaración de la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, al término de la reunión del Consejo de la UE para Asuntos Exteriores (Bruselas, 19 de noviembre) y su respuesta a una pregunta de los medios sobre la situación en el mar de Azov.
Ante todo, no entendemos la lógica de las reclamaciones selectivas de los socios de la UE contra las acciones legítimas de Rusia en el mar de Azov, mientras que Bruselas sigue sin prestar la atención a las acciones provocadoras de Kiev en la región. Por ejemplo, no hemos recibido la información todavía a pesar de los respectivos esfuerzos, si la UE tiene una postura en relación con la detención en el mar de Azov del barco pesquero ruso Nord organizada por Ucrania el pasado 25 de marzo, y no entendemos en que consista esta postura. Recuerdo que las autoridades de Ucrania detuvieron a los tripulantes del barco para unos seis meses por motivos inventados y su capitán que se encuentra en Ucrania puede ser condenado a una pena de prisión. Surge la pregunta en qué medida la preocupación de la UE sobre los derechos humanos sobrepasa los intereses coyunturales y no tiene carácter declarativo sino real.
Por solicitud de la UE, discutimos en reiteradas ocasiones y a varios niveles la situación en el mar de Azov. Quisiéramos subrayar que se trata del intercambio profesional de valoraciones basadas en los argumentos reales y datos estadísticos, a diferencia del envío por la UE a nosotros de unas “señales claras”, como intentó explicar Federica Mogherini a los medios de comunicación y la opinión pública.
Nuestra postura consiste en que Rusia es fiel al Tratado ruso-ucraniano sobre la cooperación en el uso del mar de Azov y el estrecho de Kerch del 24 de diciembre de 2003 y al estatus del mar de Azov estipulado en este documento como las aguas interiores de Rusia y Ucrania.
Conforme a este Tratado, los guardias fronterizos rusos tienen derecho a inspeccionar los buques en el mar de Azov y el estrecho de Kerch por varios motivos, a tenor de la legislación vigente. Tales inspecciones llevadas a cabo por la parte rusa no tienen carácter discriminatorio: además de los buques bajo la bandera de Ucrania y terceros países, se inspeccionan los buques bajo la bandera rusa también. Según los datos estadísticos, el número de buques bajo la bandera de Rusia inspeccionados durante los nueve meses del año en curso es más que el número de buques ucranianos inspeccionados. Espero que la UE disponga de estos datos.
Es importante señalar que la causa de detención de los buques antes de pasar por el estrecho de Kerch a los puertos ucranianos no se debe al control fronterizo. Es resultado del régimen especial de navegación por el canal Kerch-Yenikale que se debe a sus dimensiones específicas y complicadas condiciones hidrometeorológicas y de navegación.. Las últimas prevén, en particular, el paso pilotado obligatorio para que se forman las caravanas de buques, lo que necesita tiempo. Esperamos que en los organismos de la UE, en Bruselas lo sepan. La mayor parte de buques no se inspecciona en alta mar sino cuando están esperando su turno para pasar por el estrecho de Kerch. Cabe subrayar que este régimen de paso por el canal Kerch-Yenikale no es nuevo, existía ya antes de la construcción del puente de Crimea, en particular, en la época cuando el canal estuvo bajo el control de Ucrania. Creo que lo saben en la UE, pero lo olvidaron posiblemente.
No podemos desestimar que bajo la cobertura de rumores sobre la supuesta militarización del mar de Azov, las autoridades ucranianas agudizan premeditadamente la tensión en la región. Kiev declaró la intención de crear una base naval en Berdiansk y trazar unilateralmente, violando el Derecho Internacional, una línea de división en el mar de Azov. Se anuncian los intentos de desplegar en la región las fuerzas de la OTAN. Nuestros socios de la UE que comentan la situación deberían tener en cuenta que tal conducta de Kiev seguramente afecta la situación en la región y por consiguiente tiene influencia en las medidas preventivas que aplicamos para garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos y los objetos de infraestructura estratégica, en particular, el puente de Crimea. Además, entendemos que en relación con este puente sonaron las amenazas no sólo provenientes de las fuerzas radicales ucranianas y elementos marginales sino también de los políticos de este Estado.
Presentamos a la UE los argumentos mencionados en reiteradas ocasiones, la última vez – en el curso de las consultas de trabajo del Secretario de Estado, Viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Karasin, con la Secretaria General del Servicio Europeo de Acción Exterior, Helga Schmid, en Bruselas el pasado 15 de noviembre.
Nos parece que, al término de aquellos contactos, se logró reducir en gran medida las preocupaciones de la UE. Para reforzar este entendimiento se llegó a un acuerdo de confrontar regularmente los datos estadísticos de Rusia y la UE sobre la situación con la navegación en el mar de Azov.
En vista de lo anunciado, no vemos que Bruselas tenga motivos de dejarse llevar de la rienda por los partidarios de la confrontación en Kiev y dramatizar artificialmente la situación en la región. En lo que se refiere a los planes anunciados por Federica Mogherini de elaborar unas “medidas concretas” para prestar apoyo a las regiones afectadas de Ucrania, no sabemos nada sobre estas intenciones de la Comisión Europea. Partimos de que las acciones de la UE tendrán carácter responsable y transparente y corresponderán a las normas del Derecho Internacional y los principios de la seguridad europea, respetar el estatus del mar de Azov y la coyuntura regional.
Inspección de expertos al Centro Lugar en Georgia
Nos ha llamado la atención la visita en los días 14 y 15 de noviembre de un grupo de expertos internacionales al Centro georgiano de Investigaciones de la Salud Pública Richard Lugar. Es notable que el ministro de Sanidad de Georgia, David Sergueyenko, declarara antes de empezar la inspección que su objetivo consistía en «confirmar lo que ya sabemos: la transparencia y el cumplimiento de las normas internacionales». Así fue. Los medios georgianos anunciaron que los expertos internacionales habían corroborado el carácter exclusivamente pacífico y transparente del centro.
Sin embargo, resulta que el único documento oficial que contiene tales conclusiones optimistas es el comunicado electrónico del propio Centro Lugar. No está firmado por nadie, no revela los nombres de los expertos internacionales ni sus países de origen u organizaciones que representen. El comunicado en cuestión destaca que todos los empleados del centro confirmaron ante los anónimos expertos el carácter exclusivamente pacífico de su actividad. Por lo visto bastó para que los invitados consideraran excesivo interesarse por qué bajo el techo del «centro médico pacífico» trabaja la Dirección de Investigaciones Médicas del Ejército de Tierra de EEUU y qué tipo de investigaciones lleva a cabo allí.
La parte rusa sigue esperando de Washington y Tiflis las aclaraciones sobre el verdadero carácter del trabajo del Centro Richard Lugar. Semejantes excursiones guiadas no son suficientes para aclararlo.
Interferencia de señales de GPS en el norte de Noruega
Nos han llamado la atención las recientes declaraciones del ministro de Defensa de Noruega, Frank Bakke-Jensen, quien volvió a acusar a Rusia de crear cierto tipo de interferencias a la señal de navegación GPS que supuestamente dificultaban las labores de la aviación civil en el norte del país.
Algunos políticos occidentales ya tienen la costumbre de responsabilizar a Rusia por cualesquiera incidentes sin aducir pruebas ni solicitar nuestros comentarios oficiales. Y eso que, dada la transparencia sin precedentes mostrada por Rusia en el ámbito militar, los colegas noruegos podrían obtener todas las respuestas competentes a todas las preguntas que les intereses. Me gustaría informar a los medios noruegos que no hemos recibido ninguna solicitud oficial de información.
Cuesta deshacerse de la impresión de que estas historias absurdas las necesitó el titular noruego de Defensa para desviar la atención de la opinión pública del creciente escándalo en torno a la nueva fragata de la Armada de Noruega Helge Ingstad, que chocó el pasado 8 de noviembre contra un petrolero y se hundió en la costa oeste del país.
Según los datos del Sistema de Identificación Automática de buques, AIS, la fragata, equipada con misiles, navegaba con el transpondedor apagado cuando se le cruzó al petrolero, por lo que éste no la vio. Justo después de la colisión la fragata encendió el transpondedor, lo cual permitió conocer su ubicación precisa.
Podríamos tomar este incidente como una anécdota si no fuera por las eventuales consecuencias medioambientales catastróficas que podría haber tenido el derrame de 60.000 toneladas de crudo que transportaba el petrolero.
Últimamente, es el segundo accidente en Noruega que amenaza la seguridad medioambiental. A principios del mes se hicieron públicos los episodios de almacenamiento indebido residuos radioactivos en el Almacén nacional de Noruega, situado en la localidad de Himdalen, a unos 50 km de Oslo.
A propósito, los ejercicio militares de las Fuerzas Armadas de la OTAN Trident Juncture realizadas en Noruega, además del incidente de la fragata Helge Instad fueron marcados por una serie de episodios peligrosos. Pasemos de las noticias falsas antirrusas a los datos comprobados.
El pasado 17 de octubre, a consecuencia del aterrizaje forzoso del helicóptero Caïman al bordo del buque de asalto anfibio Dixmude de la Marina francesa, resultaron heridas al menos cuatro personas.
El pasado 22 de octubre, a causa de un accidente en el buque de asalto anfibio Gunston Hall de la Armada de EEUU, varios tripulantes resultaron heridos. El buque abandonó el simulacro tras accidente.
El pasado 26 de octubre, en la sala de máquinas de la fragata Halifax de la Armada de Canadá, tuvo lugar un incendio apagado más tarde por la tripulación.
El pasado 30 de octubre, la fragata Toronto de la Armada de Canadá, por una avería de los generadores eléctricos de a bordo permaneció durante seis horas a la derivas amenazando la navegación. Al día siguiente, la corbeta Erfurt de la Armada de Alemania tuvo que abandonar las maniobras antes del plazo por el fallo del sistema de dirección.
Sería conveniente que las autoridades noruegas pensaran, en primer lugar, en cómo evitar en el futuro semejantes situaciones amenazantes a la ecología y seguridad del Ártico. Por cierto, lo podrían tomar en consideración también los autores de la Estrategia de Seguridad de Dinamarca. Así, a lo mejor, dejarían de responsabilizar a las «fuerzas externas», en particular, a Rusia de sus propias acciones irresponsables.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta: ¿Cómo pudo permitir la diplomacia soviética y rusa que fueran menoscabados los derechos del país, al empezar la OTAN su expansión hacia el Este? ¿Con qué ministro de Asuntos Exteriores ocurrió, con Eduard Shevardnadze o con Andréi Kózirev?
Respuesta: En la rueda informativa anterior, al ser comentada la expansión de la OTAN hacia el Este, cité las declaraciones hechas sobre dicho tema por Mijaíl Gorbachov. Había dicho que las promesas hechas en su momento fueron más tarde rotas por sus autores. La comunidad occidental y los dirigentes de la Alianza, no me refiero a personas concretas, sino a países y sistemas políticos que formaban parte del bloque en cuestión y velan ahora por su desarrollo hicieron cuanto estaba a su alcance para inducir a un error al pueblo soviético y no sólo a él, sino también a toda la comunidad internacional. No es cuestión de interacción de la OTAN con un país concreto. Fue una mistificación colosal, un engaño de envergadura planetaria. En aquellos momentos los pueblos, tanto ciudadanos de a pie, como expertos y periodistas, estaban viendo con mucha ilusión el futuro del mundo y esperaban que después del enfrentamiento propio de un mundo bipolar llegaría una época completamente diferente, una, en la cual la dictadura de un sistema político, de un bloque de Estados o de un Estado concreto dejaría de existir. Ocurriría eso en caso de basarse las relaciones internacionales en un fundamento completamente distinto y tenerse en cuenta las experiencias del pasado, sobre todo, del siglo XX con sus guerras mundiales y su Guerra Fría. Sin embargo, no llegó a ocurrir. Se pusieron también esperanzas en las negociaciones sobre el desarme y en las negociaciones sobre el futuro de nuestro planeta en general que se estaban manteniendo por las principales potencias, en concreto, EEUU y la URSS.
Me parece que más que de las evaluaciones de los dirigentes de la URSS o del Estado ruso, habría que hablar del engaño del que fue víctima la comunidad internacional. Sería difícil decir, si fue un paso deliberado o no. Creo que la respuesta a esta pregunta habría que buscarla en las memorias y ahora tenemos lo que tenemos: la comunidad internacional fue engañada.
El libro de Radoslaw Sikorski «Polonia puede ser mejor. Entre bastidores de la diplomacia polaca»
Recomendaría a nuestros socios en Bruselas conocer el recién publicado libro del ex titular de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, «Polonia puede ser mejor. Entre bastidores de la diplomacia polaca». Es una obra de sumo interés, especialmente para nuestros socios occidentales y para los que quieran comprender, en particular, lo ocurrido en Ucrania y cómo puede ser calificado desde el punto de vista del Derecho Internacional.
El autor destapa la cara real, que no la protocolaria, de la política occidental con respecto a Rusia y la mecánica de lo ocurrido en los últimos años en Ucrania.
Radoslaw Sikorski explica que la «criatura» sueco-polaca, la Asociación Oriental de la UE, se ideó desde un principio con el objetivo de establecer patrocinio antirruso sobre Ucrania que desembocó en el golpe de Estado. No son nuestras evaluaciones sino las del ex canciller de Polonia. Describe también como, bajo su dirección, la diplomacia polaca intentó meter la cuña entre Moscú y Minsk, también es un episodio curioso. De hecho, el libro corrobora nuestras evaluaciones de las acciones destructivas de Occidente de las que hablamos tanto a nuestros socios, que nos intentaban convencer de lo contrario. Es una lástima que el señor Sikorski se manifestara tan franco sólo después de su dimisión.
El autor destapa la cara real, que no la protocolaria, de la política occidental con respecto a Rusia y la mecánica de lo ocurrido en los últimos años en Ucrania.
Radoslaw Sikorski explica que la «criatura» sueco-polaca, la Asociación Oriental de la UE, se ideó desde un principio con el objetivo de establecer patrocinio antirruso sobre Ucrania que desembocó en el golpe de Estado. No son nuestras evaluaciones sino las del ex canciller de Polonia. Describe también como, bajo su dirección, la diplomacia polaca intentó meter la cuña entre Moscú y Minsk, también es un episodio curioso. De hecho, el libro corrobora nuestras evaluaciones de las acciones destructivas de Occidente de las que hablamos tanto a nuestros socios, que nos intentaban convencer de lo contrario. Es una lástima que el señor Sikorski se manifestara tan franco sólo después de su dimisión.
Declaraciones del Ministro de Asunto Exteriores de Chequia, Tomas Petricek, sobre las relaciones ruso-checas
Nos han llamado la atención las declaraciones del ministro de Asunto Exteriores de Chequia, Tomas Petricek, quien, durante la entrevista al diario checo Deník N, supuso que «los rusos podrían aprovechar» el 50 aniversario de la Primavera de Praga, que se celebra este año, para «disculparse por el año 1968».
Me gustaría recordar al recién nombrado titular de Exteriores de Chequia las disposiciones de uno de los principales acuerdos que regula las relaciones ruso-checas, a saber, el Acuerdo de las Relaciones Amistosas y Cooperación entre la Federación de Rusia y la República Checa del 26 de agosto de 1993. El preámbulo del documento habla del deseo de las partes de «acabar definitivamente con el pasado totalitario relacionado con el inadmisible empleo de fuerza contra Checoslovaquia en 1986 y la permanencia injustificada de las tropas soviéticas en el territorio checoslovaco». El gobierno de nuestro país reafirmó en múltiples ocasiones esta postura.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia checa en la entrevista mencionada sobre la política exterior de Rusia y su visión de la interacción con nuestro país contradicen a las intenciones declaradas por la parte checa de cooperar con Rusia, de fomentar los lazos amistosos para el bien de los ciudadanos de nuestros países a base del Acuerdo susodicho. Nos gustaría partir de estas perspectivas constructivas en las relaciones bilaterales con Chequia.
Me gustaría recordar al recién nombrado titular de Exteriores de Chequia las disposiciones de uno de los principales acuerdos que regula las relaciones ruso-checas, a saber, el Acuerdo de las Relaciones Amistosas y Cooperación entre la Federación de Rusia y la República Checa del 26 de agosto de 1993. El preámbulo del documento habla del deseo de las partes de «acabar definitivamente con el pasado totalitario relacionado con el inadmisible empleo de fuerza contra Checoslovaquia en 1986 y la permanencia injustificada de las tropas soviéticas en el territorio checoslovaco». El gobierno de nuestro país reafirmó en múltiples ocasiones esta postura.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia checa en la entrevista mencionada sobre la política exterior de Rusia y su visión de la interacción con nuestro país contradicen a las intenciones declaradas por la parte checa de cooperar con Rusia, de fomentar los lazos amistosos para el bien de los ciudadanos de nuestros países a base del Acuerdo susodicho. Nos gustaría partir de estas perspectivas constructivas en las relaciones bilaterales con Chequia.
Todo ello y más en Rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 22 de noviembre de 2018 - Novedades - Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia