Parece que se han reanudado los ataques israelitas a los contingentes y milicias que Irán sostiene en Siria. Irán, cuya cepa es muy letal y se ceba en la población gaseada por los Iraquíes y que dejaron terribles secuelas pulmonares sobre todo en los varones Basij -hoy ya mayores- que los soportaron y que no se inmolaron en endemoniados martirios. Y que afectaría también a los entonces niños, que en la desesperación de las autoridades de la República Islámica eran enviados al frente, con una llavecita de plástico chino... que les abriría las puertas del cielo, pisando minas. Esos críos que sobrevivieron también tendrán dañadas las vías respiratorias.
Parece que se intenta dañar a Irán con una mosqueante incidencia vírica (cepa muy dañina, por lo visto) que promueva ‘primaveras internas’ ante la extensión de la enfermedad y la debilidad que desconocemos del sistema sanitario persa: que el pueblo exiga responsabilidades. Pinchan hueso. Irán -su pueblo- acostumbrado a las sanciones y su dirigencia a eludirlas investigando, seguro que es capaz de capear el órdago. Valores como la resistencia inteligente y la no dependencia se muestran como un freno al bicho. La sumisión y falta de soberanía aquí, con las 17 mejores sanidades del mundo nos hace inermes, con una dirigencia que improvisa y calla como fruta desde Enero y unos media regados de millones de € para eludir la verdad. Eso, todo eso, es de lesa humanidad. Y los podrían hacer los azulverdernaranja, pero lo hacen lo rojimorados. Conviene no olvidarlo. Aunque realmente es exactamente lo mismo. Qué narices más da con ⅓ de población que se pasa las urnas por el forro para llegar a fin de mes: los pobres, que aumentarán <exponencialmente>, palabro de triste moda.
Tampoco conocemos pero podemos sospechar en qué medida el bichito afecta a Turquía y se convierte en prioridad nacional absoluta dejando de lado prioridades que se antojarían grotescas: la opinión pública difícilmente tolerará la recepción de cadáveres con marchas militares fúnebres... mientras se esconden cifras, cremaciones y no se contabilizan muertes en casa, como está sucediendo en medio mundo. Aquí, desde luego.
El bichito, nada casual por prefabricado, ha apartado de golpe los imperativos geopolíticos y militares en OM, poniéndose a la vanguardia de las prioridades del mundo. No es casual que golpee en China, en el díscolo Irán, nodo de la Nueva Ruta de la Seda, en la independiente Italia, también nodo de la Nueva Ruta de la Seda y que <osó> pactar comercialmente con China y aquí como punto terminal de dicha ruta y un estado fallido y quebrado. Tal vea el bichito-19 sea la principal herramienta geopolítica y una maniobra salvaje de guerra, con posguerra inimaginable en su pobreza y dureza, sin nada que reconstruir y con cientos de miles de pisos vacíos y gentes sin hogar. Aquí, donde veremos a Siria con envidia.
Herramienta despiadada y enrevesada que nos hará falta comprender solo dejando pasar el tiempo que parece que no tenemos para evaluar quien es, de donde viene y a dónde va. El análisis de esta vorágine médica pero sobre todo mediática y de informaciones contrapuestas es sumamente complicada, aunque realmente puede ser más fácil de lo que aparenta. Aventurarse es fácilmente complejo, pero encarcelar sociedades enteras sin someterlas a un test suena raro, sospechoso, nada improvisado y convierte a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en un mundo obligado a confinarse o a vacunarse con una banderilla-chip que dejará obsoleta cualquier capacidad de disidencia no controlada (la controlada ya cumplió su papel), de cualquier protesta o resistencia. Empezando por la desaparición del efectivo que te ‘amortizará’ como persona simplemente matándote de hambre o privación de todo, a golpe de clic de bigdata. Hasta sobrarán las cárceles en un mundo alejado del contacto entre las personas, en permanente cuarentena física y moral, constitucionalmente aprobada y como expresión pura de la democracia virtual, la peor dictadura. Eso, en el peor escenario. El mejor será una crisis inmensa de todo que nos hará lobos entre nosotros, como expresión del triunfo de la solidaridad y los valores democráticos pervertidos en si mismos e igualmente, por serlo, intocables, con derecho a votar tu verdugo y aplaudiendo batuki lo que manden desde tu guandoca puntalmente a los 20:00, como placebo de libertad solidaria.
Los mercenarios de Idlib tampoco serán inmunes y Turquía, combatiendo el bicho valorará los imperativos que le obligan como estado. Esto ha pillado con el pie cruzado a todo cristo y ‘atender’ a su basura de contrata puede pasarle factura en su retaguardia civil y militar, en muchos casos poco o nada ‘afecta’ al cerdo. Y si el bicho crece, peor para quien gobierne en cualquier parte porque los muñones de súbditos que nos dejamos cortar los dedos tolerando <todo> apuntarán a Moncloa o Zarzuela (sea quien sea o ni sea su inquilino, es lo de menos) o a los palacios del sátrapa.
Si la agresión imperialista Siria -8 años de brava resistencia- no ha quebrado el país, que resiste y consolida a su dirigencia, con 40.000 salidas de la Avitasia y la correspondiente y complementaria acción del EAS y las milicias en tierra que han rendido frutos evidentes.
USA afronta su imperialismo sin músculo en horas bajas, retrotrayéndose lenta pero inexorablemente, con una situación interna que según parece apunta a la mayor tasa de infectados del mundo y con una sanidad elitista o tercermundista, depende de tu cuna. Trump -que busca su reelección como destino manifiesto de todo presidente usano- tampoco puede ofrecer éxitos extramuros que se han acabado cuando su población se desmorona entre deuda en manos chinas y ahora, enfermedad/tests/medios (mascaras, guantes, respiradores), también en manos chinas. Con contagios en las tres ramas militares (gracias Peineto) y un estado de los Carriers lamentable en cuanto a la vida útil descuidada de sus reactores que tiene a gran parte de ellos en dique 'Kuznetsov' y la obsolescencia de ellos mismos como vectores en el siglo hipersónico. Algunas de sus alas embarcadas están literalmente podridas, especialmente los F-18. Algo mejor que los de Gando, pero poco.
Israel toca los narices quirúrgicamente sin atreverse a dar el mazazo a Irán que nunca dio y nunca dará porque sería borrado del mapa con explosivos convencionales o más y tal vez por algún bicho que cualquiera (Bibi el primero) puede tener. Pero cualquiera y muy cerquita. Mesura, Bibi, mesura.
Ahora el capitalismo, el liberalismo y las corporaciones han llevado nuevamente al planeta a una crisis de agitación global. El cobi19, la peste global es solo una de las manifestaciones. Es una bien estudiada esa época en el 2020 de la que yo le hablo médica, pero del s. XXI: psicológica y psicopáticamente informativa, empujando al mundo, vía ingeniería social, a una nueva ‘gran depresión’ mediante un bichito que si, si que es jodidamente peligroso, pero no se llevará por delante al cuerpo de remeros global. En la Edad Media ya hubo una peste negra, que segó entre un tercio y la mitad de la población de países enteros. La gripe llamada ‘Española’ de principios del s. XX, mató entre el 5 y el 10% de los infectados. Pero sin FaceBook y con mucha gente que por fortuna -y paradógicamente- no sabía leer los periódicos ni tenían radio. Suerte la suya.
No tenían el puñetero matrix en el bolsillo ni debían quillardos de €, que aunque son papel de fumar en ciernes, hay que pagarlos. Sobran las maneras de cobrar. Vía bichito de hoy para sudor, lágrimas, hambre, fuego y guerra. Cuestiones a los que no estamos demasiado acostumbrados. Llenemos las calles de fusiles para empezar. Ese el NO-DO. La película, es de terror. Los actores, en las papeletas de colores cuatrienales. Suena a ensayo de algo mucho peor. Añoraremos la lucha a campo abierto y con narices y armas en la mano de los Sirios. Hasta de los me gusta la fruta de los amacabras, si me apuran, desde nuestro mundo de confinamiento, tinieblas y delaciones.
China, con la organización de ‘su’ estructura como Estado (ahí, a día de hoy, visto lo visto, no estamos en disposición de dar lecciones ni al tato), especialmente frente a la -seamos suaves- tardía reacción de las autoridades europeas y de los 'problemas' en las politizadas medicinas italiana y española, que lastimosamente se repite aquí en las mejores 17 mejores sanidades del mundo que alegremente se conjugan en la de Hezpaña sin conjugarse.
Europa está demostrado su debilidad como ‘Unión’. Perderá su ya escaso peso en el mundo contribuyendo a disminuir más aún su influencia. En concreto, Europa o sus fragmentos decidirán, se verá(n) obligada(s), como damisela, llorosa y lastimada, a mirar al este. Bonito mapa post bicho. Porque su deuda y acciones, industrias y 'know' se han ido al este. Cuando te cargas a tu clase media y la empobreces para fabricar fuera más barato, te quedas sin trabajo, dinero, sin fábricas y sin 'know'. Y te endeudan. los mismos que ahora se arrogan velar por ti. me gusta la fruta, todos. Cortoplacismo que pasa factura de muerte. O de tiro de gracia el bichito-19. Para que parezca un accidente.
Aquí, al horripilante escenario intramuros con quillones de deuda antes del bicho e imprimiendo mortadelos traídos de otro sistema solar para mitigar una inutidad que ni lo es. Es un crimen de lesa humanidad. Y a ver como nos fían los chinos para el mayor desplome de la historia que viviremos. Ni eso: se comprarán la Plataforma Logística Española, algún día llamada España para darnos de comer ratones.
Las vamos a pasar pilinguis. Nada será igual en este sitio poco agradable que nos hemos dado. Ni mascaras para sanitarios y maderos mientras china levanta hospitales en, digamos, poco tiempo.
Ánimo al personal médico del hilo y pésame a foreros que han perdido familiares. Que los hay.
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Edito, mano sobre mano, para gambazos ortográficos. Buena tarde.
