Lo que tiene que hacer la gente es no consumir.
¡Va a consumir su querida madre!
En vez de eso la gente está en plan: ¡ pues seguiré comprando lo que me gusta! ¡no pienso renunciar a nada porque me lo merezco! ¡hay que vivir el momento! ¡ yo nunca miro los precios!
Si se quedarán en las estanterías los productos de marcas y los que no aportan nada y la gente se tirara sólo a lo básico, ¡veríais como cambiaba el cuento!.