HUEVOS PACO E HIJOS S.L
Honrado amaplantas
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Polémica estos días en Valladolid, reflejada por el principal medio local en el día de ayer, aunque hace días ya ElDiarreo de Nachete Preescolar hizo su inestimable contribución a que el acoso se viralizase por toda España.
Os hago el resumen yo mismo, puesto que lo llevo siguiendo desde que salió a la luz y vigilando comentarios en redes sociales, hablando con conocidos que conocen a, etc:
-Lugar: La Victoria, barrio Paco en Valladolid, típico barrio de currantes y clase media-baja que nació a mediados del siglo pasado para acoger el éxodo rural.
-Frutería: frutería Paco de barrio "de toda la vida", más de 30 años abierta. Típico local tirando a pequeño, con parte del género expuesto en la calle.
-Dueña de perro: presuntamente no era muy escrupulosa en la recogida de excrementos, circunstancia conocida por todo el barrio y que ya le había ocasionado algún conflicto menor con el propio frutero y con otros vecinos.
-Perro: mestizo-patada viejete (14 años) con fijación con miccionar en la fachada de esa frutería, junto al género expuesto.
Ahí tenéis los elementos que desembocan en el inevitable desenlace:
UN DÍA, AL FRUTERO SE LE HINCHAN LOS narices Y SALE A DARLE UNA PATADA AL PERRO.
Unos días después, el perro fallece, al parecer "reventado por dentro". El caso es la comidilla del barrio, pero de ahí no pasa hasta que la dueña se va a una carpa de una protectora de animales (en una feria de cosas de esas) y les cuenta el asunto. Ahí echa la bola a rodar:
En los días siguientes, otras organizaciones empiezan a hacerse eco:
El día 5, ELDIARREO.ES se hace eco del caso, dándolo a conocer a los amaperros de toda España:
Una mujer denuncia a un comerciante de Valladolid por dar una patada a su perro, que murió días después
Y ahí ya la tenemos liada. Cientos de amaperros de toda España llamando al boicot, amenazando por redes sociales, difundiendo datos personales, reseñas negativas en Google, etc. Lo cuenta medianamente bien El Norte de Castilla en el día de ayer:
(fuente: Juan CB)
Ver archivo adjunto 212998
Al hilo de este caso, me llama la atención la inmensa crueldad y mala uva de los comentarios amaperriles. En los enlaces de Facebook que puse antes podéis ver algunos ejemplos, por resumir algunas de las burradas más obesas que he visto, algunas ya borradas:
"Tenemos que destrozarle el negocio para que aprenda a respetar a los perros"
"Vamos a hacer que cierre este negocio y cualquiera que abra en el futuro"
"Deberíamos ir a concentrarnos todos los días delante de su negocio hasta que lo cierre"
No es que quieran que el tipo tenga un juicio normal y que pague por sus actos, no. Directamente invocan una suerte de justicia consuetudinaria por la cual una patada a un perro debe desembocar en la ruina económica permanente y la muerte social de una persona y su familia. Es una especie de tribalismo chiflado en nombre de la "empatía" con los animales, empatía que no son capaces de aplicar a una persona y a su familia.
Porque a ver, amachuchos, poneos en el lugar de ese hombre:
Levantándose cada día a las 4 para ir al Mercaolid, luego apañar la tienda y colocar el género, abrir a las 9 hasta las 14, luego de 17 a 20, todos los puñeteros días durante 30 años. Posiblemente tampoco ganes tanta pasta (para las horas que echas), puesto que tienes que trabajar con márgenes estrechos para competir con cadenas locales de fruterías, supermercados, etc. Y viene un perro a mearle el género, la primera vez le dices a la dueña que tenga cuidado, se te pone chula, al día siguiente hace lo mismo, cada día estás más quemado y ves que eso no se arregla ni por las buenas ni por las malas. La dueña no hace caso, la Policía seguramente haya pasado de tu trastero, estás perdiendo dinero, tu fachada huele a meados, la dueña se sigue riendo de tu fruta cara y en lugar de variar su ruta, te provoca pasando siempre a que el perrito haga lo suyo donde sabe. No odias a los perros, de hecho tienes 2, sabes que la culpa en el fondo no la tiene el perro, pero que sin perro no hay meada diaria en tu fachada.
Te frustras, te cabreas, el asunto te tiene de los nervios. Un mal día, que lo tiene cualquiera, no puedes reprimirte, tu lado más animal toma el control, conoce el modo de cortar el problema de raíz y lo hace. No sales con un machete ni con un bate de beisbol, símplemente le das una patada que debe servir de escarmiento al perro y a la dueña. Con la mala suerte de que mides mal la fuerza, o que el perro estaba viejo y delicadito de salud. A partir de ahí, cientos de desconocidos que nunca han estado en tu tienda, muchos ni siquiera en tu ciudad, se organizan para acosarte, insultarte, amenazarte y tratar de que acabes arruinado.
Os habéis propuesto arruinar este negocio "y todos los que abra", el tipo es un simple currante de barrio, ¿dónde cachopo va a ir? ¿merecen sus hijos acabar en la indigencia? ¿los incluiréis después en vuestros discursos progretontos sobre la pobreza infantil, hipócritas hijos de la gran fruta?
A esta peña se le está yendo mucho la olla, y cualquier día un escrache animalista va a acabar en desgracia seria, y luego nos lamentaremos y nos preguntaremos cómo hemos llegado a ese punto.
Os hago el resumen yo mismo, puesto que lo llevo siguiendo desde que salió a la luz y vigilando comentarios en redes sociales, hablando con conocidos que conocen a, etc:
-Lugar: La Victoria, barrio Paco en Valladolid, típico barrio de currantes y clase media-baja que nació a mediados del siglo pasado para acoger el éxodo rural.
-Frutería: frutería Paco de barrio "de toda la vida", más de 30 años abierta. Típico local tirando a pequeño, con parte del género expuesto en la calle.
-Dueña de perro: presuntamente no era muy escrupulosa en la recogida de excrementos, circunstancia conocida por todo el barrio y que ya le había ocasionado algún conflicto menor con el propio frutero y con otros vecinos.
-Perro: mestizo-patada viejete (14 años) con fijación con miccionar en la fachada de esa frutería, junto al género expuesto.
Ahí tenéis los elementos que desembocan en el inevitable desenlace:
UN DÍA, AL FRUTERO SE LE HINCHAN LOS narices Y SALE A DARLE UNA PATADA AL PERRO.
Unos días después, el perro fallece, al parecer "reventado por dentro". El caso es la comidilla del barrio, pero de ahí no pasa hasta que la dueña se va a una carpa de una protectora de animales (en una feria de cosas de esas) y les cuenta el asunto. Ahí echa la bola a rodar:
En los días siguientes, otras organizaciones empiezan a hacerse eco:
El día 5, ELDIARREO.ES se hace eco del caso, dándolo a conocer a los amaperros de toda España:
Una mujer denuncia a un comerciante de Valladolid por dar una patada a su perro, que murió días después
Y ahí ya la tenemos liada. Cientos de amaperros de toda España llamando al boicot, amenazando por redes sociales, difundiendo datos personales, reseñas negativas en Google, etc. Lo cuenta medianamente bien El Norte de Castilla en el día de ayer:
(fuente: Juan CB)
Ver archivo adjunto 212998
Al hilo de este caso, me llama la atención la inmensa crueldad y mala uva de los comentarios amaperriles. En los enlaces de Facebook que puse antes podéis ver algunos ejemplos, por resumir algunas de las burradas más obesas que he visto, algunas ya borradas:
"Tenemos que destrozarle el negocio para que aprenda a respetar a los perros"
"Vamos a hacer que cierre este negocio y cualquiera que abra en el futuro"
"Deberíamos ir a concentrarnos todos los días delante de su negocio hasta que lo cierre"
No es que quieran que el tipo tenga un juicio normal y que pague por sus actos, no. Directamente invocan una suerte de justicia consuetudinaria por la cual una patada a un perro debe desembocar en la ruina económica permanente y la muerte social de una persona y su familia. Es una especie de tribalismo chiflado en nombre de la "empatía" con los animales, empatía que no son capaces de aplicar a una persona y a su familia.
Porque a ver, amachuchos, poneos en el lugar de ese hombre:
Levantándose cada día a las 4 para ir al Mercaolid, luego apañar la tienda y colocar el género, abrir a las 9 hasta las 14, luego de 17 a 20, todos los puñeteros días durante 30 años. Posiblemente tampoco ganes tanta pasta (para las horas que echas), puesto que tienes que trabajar con márgenes estrechos para competir con cadenas locales de fruterías, supermercados, etc. Y viene un perro a mearle el género, la primera vez le dices a la dueña que tenga cuidado, se te pone chula, al día siguiente hace lo mismo, cada día estás más quemado y ves que eso no se arregla ni por las buenas ni por las malas. La dueña no hace caso, la Policía seguramente haya pasado de tu trastero, estás perdiendo dinero, tu fachada huele a meados, la dueña se sigue riendo de tu fruta cara y en lugar de variar su ruta, te provoca pasando siempre a que el perrito haga lo suyo donde sabe. No odias a los perros, de hecho tienes 2, sabes que la culpa en el fondo no la tiene el perro, pero que sin perro no hay meada diaria en tu fachada.
Te frustras, te cabreas, el asunto te tiene de los nervios. Un mal día, que lo tiene cualquiera, no puedes reprimirte, tu lado más animal toma el control, conoce el modo de cortar el problema de raíz y lo hace. No sales con un machete ni con un bate de beisbol, símplemente le das una patada que debe servir de escarmiento al perro y a la dueña. Con la mala suerte de que mides mal la fuerza, o que el perro estaba viejo y delicadito de salud. A partir de ahí, cientos de desconocidos que nunca han estado en tu tienda, muchos ni siquiera en tu ciudad, se organizan para acosarte, insultarte, amenazarte y tratar de que acabes arruinado.
Os habéis propuesto arruinar este negocio "y todos los que abra", el tipo es un simple currante de barrio, ¿dónde cachopo va a ir? ¿merecen sus hijos acabar en la indigencia? ¿los incluiréis después en vuestros discursos progretontos sobre la pobreza infantil, hipócritas hijos de la gran fruta?
A esta peña se le está yendo mucho la olla, y cualquier día un escrache animalista va a acabar en desgracia seria, y luego nos lamentaremos y nos preguntaremos cómo hemos llegado a ese punto.
