Siempre ha sido así. La propaganda sovietica de la guerra fría engaña a la gente diciendo que los americanos iban por ahí interviniendo en países y conquistando medio mundo, cuando la realidad era que quienes hacían eso eran los rusos. Los americanos iban apagando fuegos como en la I o II guerra mundial, igual durante la guerra fría, pero todas las intervenciones tenían como objetivo defenderse de los sovieticos, que eran los que estaban desestabilizando el mundo.
Hay que recordar que la urss tenía un plan para invadir y subvertir TODOS los países del mundo, mientras que los EEUU , en especial el partido republicano, siempre han seguido la doctrina de no intervención de los padres fundadores.
Al haber estudiado la antihistoria, es decir, la historia creada por los orates pars engañar, todos los sucesos del mundo resultan confusos e inentendibles pero esto simplemente obedece a que determinadas personas han sido engañadas desde hace décadas.
Por ejemplo las personas que continuamente llaman fascistas a los movimientos revolucionarios que estamos viendo, cuando el fascismo es precisamente lo contrario.
De igual modo la gente se sorprende de que los EEUU no hagan nada, cuando esta ha sido siempre la política a la que han tendido los EEUU. Y a su vez, ven sus países desestabilizados por los gente de izquierdas cuando ellos creían que quien hacía eso eran unos malignos militares. Es decir, es la consecuencia de leer libros destinados a engañar.
El engaño es tan poderoso y existe tanto vinculación emocional que aún viendo la realidad en varios países la gente sigue intentando entender el mundo con la idea que tiene interiorizada de intervención y control por parte de los USA.
Una de las formas de darte cuenta de un engaño histórico o moral o filosófico es cuando ves los sucesos del mundo , que se repiten de forma más o menos cíclica, pero eres incapaz de entenderlos o preverlos, más aún, te causan una enorme impresión cosas que si se hubiese leído la historia escrita para enseñar, te resultarían totalmente lógicos y coherentes.