Vlad_Empalador
Será en Octubre
Inconcebible: la Xunta no da vía libre a la mina de Touro
Se pierden 400 empleos y 200 millones de inversión // La sostenibilidad estaba garantizada
La Xunta ha comunicado la resolución por la que deniega la aprobación del proyecto para la reapertura de la mina de cobre entre los municipios de Touro y O Pino. Ante dicha notificación, la empresa afectada, Cobre San Rafael SL, ha indicado a este periódico que están analizando toda la documentación remitida por el Gobierno gallego antes de tomar una decisión al respecto.
Economía da continuidad al rechazo de Medio Ambiente por la falta de “sostenibilidad ambiental”. Según sostienen desde la Xunta, en la declaración de impacto ambiental negativa emitida en enero de 2020, ya se apuntaba a que “no se garantizaba la sostenibilidad”. Añaden que había dos informes técnicos desfavorables e insalvables de Patrimonio Natural y de Augas de Galicia. Entre otras cuestiones, “apuntaban a la afectación del proyecto minero en la calidad de las aguas de los municipios de O Pino y Touro, al tiempo que si hay un desastre no se garantiza la protección de una zona de especial conservación (ZEC)”. Y es que un estudio solicitado a Augas “concluye que la actividad minera aumentaría la presión hídrica sobre las aguas del entorno, con el consecuente riesgo para un estado ecológico óptimo”.
Los promotores han negado con estudios de expertos todas las acusaciones vertidas por grupos ecologistas y garantizaron plena sostenibilidad.
El proyecto para la reapertura de la mina se encontró con rechazo social desde sus comienzos, con la puesta en marcha de una activa plataforma, compuesta en gran parte por personas ajenas al municipio, unido a movilizaciones en la comarca fomentadas por ecologistas. Atalaya Mining y Explotaciones Gallegas son las compañías promotoras de Cobre San Rafael, que impulsa la explotación de 700 hectáreas.
En 2017 se presentó ante Industria el proyecto, mientras que en octubre de 2018 comenzó el procedimiento ambiental, que concluyó en el año 2019 con una valoración negativa. Cobre San Rafael cifró en 7,5 millones la inversión realizada hasta el término de 2019 para la reapertura, y el objetivo era invertir unos doscientos millones en quince años y crear más de 400 empleos.
Se pierden 400 empleos y 200 millones de inversión // La sostenibilidad estaba garantizada
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Imagen de archivo de una visita a la mina de Touro en el año 2018. Foto: Sangiao
La Xunta ha comunicado la resolución por la que deniega la aprobación del proyecto para la reapertura de la mina de cobre entre los municipios de Touro y O Pino. Ante dicha notificación, la empresa afectada, Cobre San Rafael SL, ha indicado a este periódico que están analizando toda la documentación remitida por el Gobierno gallego antes de tomar una decisión al respecto.
Economía da continuidad al rechazo de Medio Ambiente por la falta de “sostenibilidad ambiental”. Según sostienen desde la Xunta, en la declaración de impacto ambiental negativa emitida en enero de 2020, ya se apuntaba a que “no se garantizaba la sostenibilidad”. Añaden que había dos informes técnicos desfavorables e insalvables de Patrimonio Natural y de Augas de Galicia. Entre otras cuestiones, “apuntaban a la afectación del proyecto minero en la calidad de las aguas de los municipios de O Pino y Touro, al tiempo que si hay un desastre no se garantiza la protección de una zona de especial conservación (ZEC)”. Y es que un estudio solicitado a Augas “concluye que la actividad minera aumentaría la presión hídrica sobre las aguas del entorno, con el consecuente riesgo para un estado ecológico óptimo”.
Los promotores han negado con estudios de expertos todas las acusaciones vertidas por grupos ecologistas y garantizaron plena sostenibilidad.
El proyecto para la reapertura de la mina se encontró con rechazo social desde sus comienzos, con la puesta en marcha de una activa plataforma, compuesta en gran parte por personas ajenas al municipio, unido a movilizaciones en la comarca fomentadas por ecologistas. Atalaya Mining y Explotaciones Gallegas son las compañías promotoras de Cobre San Rafael, que impulsa la explotación de 700 hectáreas.
En 2017 se presentó ante Industria el proyecto, mientras que en octubre de 2018 comenzó el procedimiento ambiental, que concluyó en el año 2019 con una valoración negativa. Cobre San Rafael cifró en 7,5 millones la inversión realizada hasta el término de 2019 para la reapertura, y el objetivo era invertir unos doscientos millones en quince años y crear más de 400 empleos.
