Una pena. A mí tampoco me hizo nunca la más mínima gracia, pero las personas que buscan hacer reír son muy escasas, mucho más que las que buscan hacer llorar, y eso tiene un gran valor. Además, Chiquito fue un tipo elegante y educado, a diferencia de la tropa de ralea que copa los medios, y su humor era bastante limpio.
Y, como dice Chispeante, alegra y reconforta y anima ver que alguien puede lograr el merecido reconocimiento a una edad en que la mayoría de la gente se pasa más tiempo mirando al pasado que al presente.
Grande Chiquito.