Henry Rearden
Madmaxista
Os voy a contar este pequeño secreto mío, pero sin dar demasiados datos sobre mi:
Hace seis años estuve viviendo unos meses en Berlín, para hacer allí parte de mi doctorado en un centro de investigación. Allí me alquiló una habitación una chica local que trabajaba como enfermera.
Me quedé enamorado de ella nada más conocerla. Era guapa, muy agradable y logré conectar con ella enseguida. Por desgracia, tenía novio. Para más desgracia aún, yo estaba, y sigo estando, casado con la típica española con gran parte de los vicios que tienen nuestras compatriotas.
No hay día que no me acuerde de ella. La tengo en Facebook y Whatsapp y miro cada día su perfil para ver si cambia su foto y a que hora se ha conectado. Cuando tengo sesso con mi mujer a oscuras pienso que estoy haciendo el amor con ella, la berlinesa, y pienso que mi vida sería muy distinta si estuviera con ella.
A día de hoy estoy pagando hipotecas: económicas y familiares. Me quedan muchos años para quedar libre de deudas, pero cuento los días que me faltan, como un preso encerrado en una guandoca. Cuando se terminen, mandaré todo a tomar por ojo ciego y me largaré de España para irme a vivir allí.
Mientras llegue ese día, procuro perfeccionar mi alemán: tengo el B2 y voy a por el C1, aparte de ver películas y programas de televisión en alemán. Siempre que puedo, veo las noticias de la tarde de Berlín, el Abendschau, con la conexión de Internet en la TV.
Esta es mi triste historia de amor. Amor platónico y no correspondido.
ACTUALIZACIÓN 19/03/2023
Ya NO estoy enamorado de la berlinesa. Se pasó ese sentimiento que sentía por ella.
Por desgracia, sigo casado con mi mujer y deseando divorciarme de ella
Hace seis años estuve viviendo unos meses en Berlín, para hacer allí parte de mi doctorado en un centro de investigación. Allí me alquiló una habitación una chica local que trabajaba como enfermera.
Me quedé enamorado de ella nada más conocerla. Era guapa, muy agradable y logré conectar con ella enseguida. Por desgracia, tenía novio. Para más desgracia aún, yo estaba, y sigo estando, casado con la típica española con gran parte de los vicios que tienen nuestras compatriotas.
No hay día que no me acuerde de ella. La tengo en Facebook y Whatsapp y miro cada día su perfil para ver si cambia su foto y a que hora se ha conectado. Cuando tengo sesso con mi mujer a oscuras pienso que estoy haciendo el amor con ella, la berlinesa, y pienso que mi vida sería muy distinta si estuviera con ella.
A día de hoy estoy pagando hipotecas: económicas y familiares. Me quedan muchos años para quedar libre de deudas, pero cuento los días que me faltan, como un preso encerrado en una guandoca. Cuando se terminen, mandaré todo a tomar por ojo ciego y me largaré de España para irme a vivir allí.
Mientras llegue ese día, procuro perfeccionar mi alemán: tengo el B2 y voy a por el C1, aparte de ver películas y programas de televisión en alemán. Siempre que puedo, veo las noticias de la tarde de Berlín, el Abendschau, con la conexión de Internet en la TV.
Esta es mi triste historia de amor. Amor platónico y no correspondido.
ACTUALIZACIÓN 19/03/2023
Ya NO estoy enamorado de la berlinesa. Se pasó ese sentimiento que sentía por ella.
Por desgracia, sigo casado con mi mujer y deseando divorciarme de ella
Última edición: