El Gran Cid
Madmaxista
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El Fondo Monetario Internacional, en connivencia con la administración Biden, se está preparando para emitir nuevos “Derechos Especiales de Giro” (DEG) por valor de $ 1 billón, allanando el camino para reemplazar el dólar estadounidense como moneda de reserva global mientras redistribuye la riqueza restante de Estados Unidos a los extranjeros. y regímenes del Tercer Mundo. Todo es parte de una agenda mucho más amplia que se promociona como el “Gran Reinicio” que, si tiene éxito, transformará fundamentalmente el mundo. el bichito-19 es simplemente el pretexto.
Según informes de los medios, el Tesoro de Biden, dirigido por la activista radical Janet Yellen, está tan ansioso por derramar dólares estadounidenses en naciones extranjeras que incluso está trabajando silenciosamente para eludir al Congreso de los Estados Unidos. Según la ley de Estados Unidos, los representantes electos de Estados Unidos deben aprobar cualquier emisión de DEG por parte del FMI en la que el gobierno de Estados Unidos asigne más de 120.000 millones de dólares, el monto de su participación proporcional en la organización global, durante cualquier período de cinco años.
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La parte estadounidense de la nueva asignación de DEG de 1 billón de dólares impulsada por el FMI y sus aliados asciende a casi 175.000 millones de dólares, lo que genera el requisito legal de aprobación por parte del Congreso. Para evitar eso, el FMI y Yellen están planeando dividir la emisión de $ 1 billón en dos partes. El primer lote, que se emitirá este año, ascendería a un total de 650.000 millones de dólares, la mayor cantidad posible sin el Congreso. La segunda parte vendría el próximo año, una vez que comience el inicio de un nuevo período de cinco años.
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Los derechos especiales de giro son básicamente la moneda proto-global emitida por el FMI con la que los globalistas están trabajando para reemplazar el dólar estadounidense como activo de reserva global en poder de los gobiernos y los bancos centrales. Se basa en una canasta de monedas que incluyen el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés, la libra esterlina y, más recientemente, incluso el yuan chino comunista. Cuando el FMI imprime DEG y los entrega a los gobiernos, esos instrumentos pueden canjearse por dólares estadounidenses.
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Hasta ahora, muy pocas voces prominentes han criticado públicamente este esquema del FMI-Biden. Sin embargo, el 25 de marzo, incluso el consejo editorial del Wall Street Journal, con mentalidad establecida, criticó el esquema del FMI y sus co-conspiradores en la administración Biden en un artículo titulado "Dólares especiales para dictadores". En el subtítulo, el editorial describe por qué los editores del Journal están molestos: "El Tesoro está eludiendo al Congreso con un billón de dólares en nueva ayuda exterior del FMI".
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Si bien la explicación del Diario es buena, solo toca la superficie del problema. Por ejemplo, el editorial se abre quejándose del hecho de que la junta militar en Myanmar recibirá casi mil millones de dólares en ayuda exterior, en parte a expensas de los contribuyentes estadounidenses, de la impresión en SDR del FMI, a pesar de las sanciones estadounidenses. Otras dictaduras también recibirán mucho dinero, cortesía del Tío Sam, bajo el esquema del FMI respaldado por Biden. Casi $ 5 mil millones irían a parar a los mulás de Teherán.
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El editorial también destaca el esfuerzo por "eludir" o "eludir" las leyes federales que requieren que el Congreso intervenga. "Esta es una forma más en la que el poder ejecutivo está tomando el control de los poderes constitucionales del Congreso", se lamenta el consejo editorial, pidiendo a los legisladores que vuelvan a -escribir la ley para reclamar el poder monetario del Congreso. Y el Journal señala que bajo el esquema del FMI, numerosos gobiernos que no califican como “pobres” estarían recibiendo subsidios de naciones más ricas (como Estados Unidos) que están destinados a naciones genuinamente pobres.
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Todas esas son preocupaciones válidas. Pero mucho más importantes que mantener al Congreso fuera del circuito o rescatar dictaduras son las implicaciones más amplias de este esquema. Permitir que el FMI cree dinero divertido de la nada y se lo entregue a los gobiernos es aún más indignante que permitir que la Reserva Federal de los Estados Unidos cree una moneda fiduciaria de la nada para sus propietarios bancarios y sus compinches. Y, finalmente, el objetivo de las intrigas del FMI es construir un nuevo orden monetario global que pueda financiar la arquitectura de la "gobernanza global".
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No es difícil descubrir que todo esto forma parte de una agenda mucho más amplia. Como ha estado documentando The New American durante más de una década, Deep State tiene la intención de dejar de lado a los Estados Unidos y su dólar que se deprecia rápidamente a favor de nuevas instituciones globales como el FMI y el SDR . El objetivo es convertir literalmente el DEG en una moneda global y el FMI en un banco central al estilo de la Reserva Federal con el poder de alimentar al gobierno global en ciernes con una "flexibilización cuantitativa" sin fin.
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Los principales líderes mundiales, las agencias de la ONU e incluso el propio FMI han admitido esto públicamente, aunque en voz baja. Y mientras pasaron años condenando a quienes se dieron cuenta de que eran "teóricos de la conspiración", en este punto, las élites globales ahora están gritando su agenda desde los tejados, irónicamente, como una supuesta solución al vergonzoso "sistema monetario" que dirigen y la tiranía de el bichito que llevan a cabo. impuesto para destruir la economía. Pero ahora se está diciendo la verdad, al menos a las élites aspirantes de nivel medio que leen los órganos de propaganda de la pseudoelite del establishment.
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El Financial Times , por ejemplo, salió del armario y pidió que los DEG del FMI reemplazaran al dólar estadounidense. "Los formuladores de políticas deberían negociar algún tipo de ancla, ya sea uniendo las monedas de los demás, uniéndolos a una moneda electrónica central o tal vez derechos especiales de giro electrónico, el activo de reserva internacional creado por el FMI", escribió el jefe de Longview Economics, Chris Watling, el 18 de marzo. en un artículo para el Financial Times vendiendo un “Gran reinicio” que también contenía una cantidad inusual de verdad.
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Incluso antes de eso, los principales globalistas estaban vendiendo esa narrativa, aunque con menos urgencia y menos justificación. En el Foro Económico Mundial, la principal institución de fachada para el inminente “Gran reinicio”, el profesor de la Universidad de Columbia, José Antonio Ocampo, pidió convertir los DEG en “una verdadera moneda mundial” poco antes de que comenzara la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Desde entonces, las llamadas se han vuelto más descaradas, con poca explicación de las consecuencias o implicaciones de un paso tan dramático hacia el gobierno global por parte de élites inexplicables.
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A principios de marzo, el FMI publicó una “sesión de preguntas y respuestas” sobre su respuesta al el bichito-19 que trató de endulzar su intriga sin precedentes. Desde presumir de todos los fondos que imprime y reparte, hasta prácticamente mendigar aún más poder y recursos, la regla de la institución global es difícil de creer. Pero encaja con los ruidos que vienen del FMI desde el inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito sobre cómo se necesitará más globalismo, más trucos monetarios y más grandes gobiernos para supuestamente salvar naciones y personas.
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Justo al comienzo de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, el FMI estaba tramando abiertamente en este frente, y los principales líderes del FMI hablaban de “impulsar la liquidez global” (imprimiendo más dinero y robando a quienes tenían ahorros) mediante la creación de DEG. En su respuesta al bichito, la jefa del FMI, Kristalina Georgieva de Bulgaria, una de las principales promotoras del Gran Reinicio, se mostró positivamente alegre ante la oportunidad de acelerar el impulso del globalismo.
“La profundidad de la contracción y la rapidez de la recuperación depende de la velocidad de contención de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y de cuán fuertes y coordinadas sean nuestras acciones de política fiscal y monetaria”, dijo durante una reunión del G20 el 26 de marzo. “Debemos actuar a la par con la magnitud del desafío. Para nosotros en el FMI significa trabajar con usted para fortalecer aún más nuestra respuesta a la crisis. Para ello, solicitamos su apoyo para duplicar nuestra capacidad de financiación de emergencia y aumentar la liquidez global a través de una asignación considerable de DEG (derecho especial de giro) , como lo hicimos con éxito durante la crisis global de 2009 y ampliando el uso de facilidades de tipo swap en el Fondo ". (Énfasis añadido.)
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Georgieva también se jactó de que el FMI podría "desembolsar rápidamente 50.000 millones de dólares a través de sus servicios de financiación de emergencia" para "ayudar" a las naciones más pobres a "lidiar con el bichito-19". Esos gobiernos ya han "pedido al FMI que les asigne DEG", dijo. El jefe del FMI también prometió ganar hasta $ 1 billón en capacidad crediticia. En resumen, la “flexibilización cuantitativa” global con la moneda mundial aspirante a DEG, compuesta por una canasta de monedas nacionales que incluye el dólar, está preparando el escenario para acciones aún más “audaces” durante la próxima crisis.
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Como señaló el Wall Street Journal , este abuso por parte del FMI y la administración Biden es un rescate por la puerta trasera para los tiranos y un esfuerzo ilegal por eludir el Congreso y la ley federal. Sin embargo, lo que es aún más significativo, es un esquema peligroso para globalizar el sistema monetario y permitir que las élites globales gobiernen a la humanidad sin que los gobiernos nacionales puedan interponerse en el camino. En lugar de permitir que el FMI redistribuya la riqueza de los estadounidenses a escondidas, el Congreso debería aprovechar este escandaloso abuso para retirarse formalmente del FMI y de todos sus esquemas.
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En cuanto al "Gran Reinicio" imaginado por las élites globales, es un esquema transparente para destruir los derechos individuales y los vestigios restantes del poder económico y monetario del Estado-nación. Incluso los derechos básicos de propiedad privada están en la mira, como han explicado públicamente los principales líderes de Great Reset. En lugar de un gran reinicio a una moneda global y una centralización global del poder, un reinicio real a un dólar estadounidense legítimo respaldado por algo de valor es la única solución real y sostenible a la catástrofe económica que enfrenta la humanidad.
Great Reset: IMF to Redistribute U.S. Wealth Via Proto-Global Currency - The New American
The International Monetary Fund, in cahoots with the Biden administration, is preparing to issue $1 trillion worth of new “Special Drawing Rights” (SDRs), paving the way to replacing the U.S. dollar as the global reserve currency while redistributing America's remaining wealth to foreigners and...
thenewamerican.com
