Recuerdo perfectamente las risas de los progres cuando en 2016 Vox señalaba que era 4º en una encuesta de Forocoches. Se siguieron riendo fuerte cuando Abascal compartió aquella foto en la que corría solo por una carretera. Ya en 2018 algunas encuestas le daban un escaño y tdo el progrerío lo despreciaba, decían que era imposible que lo lograse: "Los de Vox caben en un taxi", decían. Seguid, seguid así, que cada risotada progre nos aguijonea para golpear más fuerte.
Dicen que el rey es de Vox, puede ser, pero yo diría más: Dios es de Vox. Solo así se entiende este viaje en el que cada elección, cada obstáculo, cada entrevista-encerrona, cada mentira y cada manipulación, paradójicamente al final ha impulsado al partido como los planetas a una sonda espacial, siempre más allá, Ad Astra. Cada siglo hay un hombre, una figura providencial, que salva a España de la derroición. Hace 80 años fue Franco, ahora lo será Abascal.
