Desencantado
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ENSEÑA LA PASTA
LOS POLÍTICOS han empezado a decir cuánto ganan; a esto hemos llegado. Todos explicándole al país sus declaraciones de la renta. Sacándose las monedas del bolsillo y contándolas en la plaza delante del pueblo. No sólo eso: comparándolas. Y aún peor: para ver quién gana menos.
Se ha entendido como transparencia enseñar los papeles de Hacienda, que es como decir delante de tu mujer que no tienes amante. La sensación es de franca inquietud. Empezar a hablar de dinero en términos tan crudos es como hablar de sesso con cuatro copas de más; hay un momento en el que no sabes si sigues hablando de dinero o ya lo estás ganando. Lo demostró ayer Acebes, del que sabemos que gana 900 euros al día como consejero externo de Iberdrola. ¿En qué consiste un consejero externo? No lo sé, pero sospecho que no hay que ir al trabajo. Tres meses después de ser vicepresidenta económica, Elena Salgado fichó como consejera por una filial de Endesa y lo compagina como consejera de Abertis. De González y Aznar no digo nada.
¿Por qué se dan tantos consejos en España? Puestos a participar en una carrera de ridiculeces lo honesto sería que los políticos mejor pagados de hoy expliquen a qué se van a dedicar mañana: si se van a ir a Gas Natural y por qué, si prefieren Telefónica y sus razones. Yo me creeré las declaraciones de la renta que van a publicarse estos días si las siguen enseñando después, cuando se compruebe el efecto de su señorial paso por los despachos del poder. ¿Volverá uno a la oficina de registrador y otro a la Complutense como volvió José Blanco de administrativo a la sede de Palas de Rei? No debería preocupar tanto lo que gana un diputado como lo que ganará. Ninguno en el Congreso está para forrarse, pero muchos sí asumen el desgaste de la vida pública como un peaje. Saben perfectamente dónde se meten, pero sobre todo, cómo van a salir.
Fuente. El Mundo
LOS POLÍTICOS han empezado a decir cuánto ganan; a esto hemos llegado. Todos explicándole al país sus declaraciones de la renta. Sacándose las monedas del bolsillo y contándolas en la plaza delante del pueblo. No sólo eso: comparándolas. Y aún peor: para ver quién gana menos.
Se ha entendido como transparencia enseñar los papeles de Hacienda, que es como decir delante de tu mujer que no tienes amante. La sensación es de franca inquietud. Empezar a hablar de dinero en términos tan crudos es como hablar de sesso con cuatro copas de más; hay un momento en el que no sabes si sigues hablando de dinero o ya lo estás ganando. Lo demostró ayer Acebes, del que sabemos que gana 900 euros al día como consejero externo de Iberdrola. ¿En qué consiste un consejero externo? No lo sé, pero sospecho que no hay que ir al trabajo. Tres meses después de ser vicepresidenta económica, Elena Salgado fichó como consejera por una filial de Endesa y lo compagina como consejera de Abertis. De González y Aznar no digo nada.
¿Por qué se dan tantos consejos en España? Puestos a participar en una carrera de ridiculeces lo honesto sería que los políticos mejor pagados de hoy expliquen a qué se van a dedicar mañana: si se van a ir a Gas Natural y por qué, si prefieren Telefónica y sus razones. Yo me creeré las declaraciones de la renta que van a publicarse estos días si las siguen enseñando después, cuando se compruebe el efecto de su señorial paso por los despachos del poder. ¿Volverá uno a la oficina de registrador y otro a la Complutense como volvió José Blanco de administrativo a la sede de Palas de Rei? No debería preocupar tanto lo que gana un diputado como lo que ganará. Ninguno en el Congreso está para forrarse, pero muchos sí asumen el desgaste de la vida pública como un peaje. Saben perfectamente dónde se meten, pero sobre todo, cómo van a salir.
Fuente. El Mundo
