Ya ves, el orate narcisista de Viruelo se creía que con decirle "sí bwana" a Soros en reuniones a puerta cerrada y salir de vez en cuando al estrado a soltar "¡resiliencia y diálogo!" ya estaba todo hecho y todo lo demás iban a ser viajecitos en Falcon y en convoy de cochazos oficiales haciendo el chuloputas con gafitas de sol.
Y va a ser que no, Viruelo de los narices. Tu ojo ciego le pertenece al amo Soros y se lo amará cuando le interese. Si quiere que jovenlandia se convierta en el amo de todo el Atlántico Noreste y explote sus recursos, tú te callas y pones el ojo ciego. Traidor.