Por más estulto que sea la morsa bujarrona estafadora, en este encontronazo con la Benemérita lleva toda la razón. Al margen de la insensatez de no ponerse mascarilla delante de los picoletos al menos pa disimular (aunque esto puede ser fruto de su sabida insolvencia y su sudapollismo frente a pequeñas multas), y que su argumento de los bares está mal planteado, tiene toda la razón. Es obligatorio llevar el cubreboca en la vía pública y está prohibido comer o beber algo, pero al parecer una terraza automáticamente te inmuniza, ya que si estás sentado en ella puedes llevar a cabo todas estas acciones sin miedo a sanción. Evidentemente responde a una cuestión económica, si apoquinas tienes más privilegios, pero no deja de carecer de la más mínima lógica desde un punto de vista sanitario. Por no hablar de la estupidez que supone estar obligado a llevar una mascarilla cuando estás paseando solo a 20 metros de la persona más cercana, y porque ya no te obligan a llevarla en tu coche personal como en marzo, que eso ya rozaba el delirio