Yo le defiendo porque lo paso bien con sus videos, muchas veces me pongo como las grecas viendo al ludo y soy feliz. Es más tengo un bar, y hasta me gustaría ponerlo en la pantalla, pero algo me dice que la clientela no comulgará con la presencia de nuestro amante del juego favorito.
A mí, por ejemplo me da ardor de estomago el Luisito Comunica y no me meto en su canal a tocar los bemoles. O cualquier youtuber de libros, excepto mi amada Raquel Brune. No me da por llamarlas pilinguis, asquerosas...