Es muy normal eso de irse de un partido haciendo el numerito, acusándolos de: xenófobos, racistas, ultras, neonazis... y seguir como si tal cosa escribiendo artículos en revistas de organizaciones abiertamente neo-fascistas/nacionalsocialistas con buena parte de su militancia skin:
- "¿Qué significa hoy ser de izquierdas?", "Nihil Obstat", nº 9, pp. 89-98, 2007.
- "Crítica y utopía: la democracia contra el liberalismo", "Nihil Obstat", nº 10, pp. 121-124, 2007.
- "¿Qué significa hoy ser de izquierdas? (2ª parte)", "Nihil Obstat", nº 11, pp. 95-131, 2008.
- "Disidencia y crítica", "Nihil Obstat", nº 12, pp. 131-146, 2008.
- "El misterio de la Marca Hispánica", "Nihil Obstat", nº 22, pp. 93-104, 2014.
https://es.metapedia.org/wiki/Jaume_Farrerons
Informe anual 2004 sobre el racismo en el Estado Español (página 293). Hace referencia a cuando en 2003 abandonó PxC.
El 25 de octubre dimitió Jaume Farrerons, número dos del partido, ya que, según él, un partido ultra y xenófobo no podía defender los derechos humanos.
PD: Googleando se encuentra.
En fin, tú mismo te dejas en evidencia. Te declaras nacionalsocialista ateo en privado e internet, y en la militancia política de calle te presentas como un tibio socialdemócrata
Por si fuera poco, esa es una estrategia de la que has echado mano continuamente. En esta entrevista sigues acusando a los demás justo de lo que dices ser en privado:
Después de meses de negociación, en la que David Junco se desplazó expresamente de Asturias a Barcelona para hablar conmigo, conseguí que aceptasen suprimir dos frases literalmente vergonzosas del texto, las cuales, por cierto, ya no están actualmente en el manifiesto gracias a mi perseverante crítica “de izquierdas”. Pero el enfoque, pese a dichos retoques, seguía siendo el mismo, de manera que yo, antirracista desde que tengo uso de razón, me veía en la tesitura de tener que militar en un partido dirigido por ex neonazis en el que se venía a sostener, de forma más o menos culta y elegante, los tópicos que caracterizan a partidos como Democracia Nacional sin cambios sustanciales, excepto el “lavado de cara” en la denominación.
(...)
Se me afea mi rechazo de la doctrina mística del filósofo Laureano Luna, quien afirma estar en contacto con lo divino y coloca a los pueblos occidentales (blancos) por encima de la humanidad y a sí mismo por encima del resto de los mortales. Obsérvese que esta ideología, literalmente vomitiva, está mucho más próxima a las ideas racial-caudillistas de Hitler que el antirracismo asambleario de la INTRA. Para entenderlo no hace falta ser siquiera un filósofo. Cualquiera podría comprender al instante, si dispusiera del acceso a los documentos esenciales del caso, cuál es el verdadero contexto en el que se ha desencadenado el presente conflicto mediático.
(...)
Pero tanto Shahak como yo, que no soy judío sino gentil, condenamos el antisemitismo. O sea, condenamos el sionismo, la extrema derecha judía, por los mismos motivos que condenamos el antisemitismo o la extrema derecha gentil: porque es racista, porque sostiene la existencia de pueblos, etnias o razas superiores o inferiores. Casualmente, los mismos temas, preocupaciones y obsesiones que se detectan en el “manifiesto lunático”.
(...)
En cualquier caso, Junco ha omitido de forma malintencionada todas las entradas de mis blogs y webs en las que, una y otra vez, se condena el racismo, se defiende la legalidad, se reivindican los derechos humanos y la democracia, etcétera. Piense que, en un caso, se trata de una página humanitaria desde la que he denunciado, a lo largo de 13 años, los malos tratos a reclusos en las prisiones catalanas.
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De manera que, conviene aclararlo también, la burda estrategia negacionista consistente en minimizar la existencia del holocausto judío es una caricatura de lo que aquí entendemos por crítica filosófica. Bajo régimen nacionalsocialista alemán perecieron aproximadamente, asesinados o no, alrededor de 4 millones de hebreos y éste es un hecho cuya negación pertence al orden de la propaganda política ultraderechista”
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Soy muy crítico con el judaísmo clásico y, sobretodo, con el sionismo, pero no “con los judíos” indiscriminadamente y en general, porque de esta manera incurriría en racismo y, más concretamente, en un delito de antisemitismo. He aclarado este matiz cientos de veces, pero Junco, incapaz de ejercer la crítica política, tiene que recurrir a la calumnia personal para intentar neutralizar la INTRA, como ya he demostrado.
(...)
Se trata de una mera maniobra táctica. Junco no tiene en su cuerpo ni un átomo de hombre de izquierdas. Sigue siendo el ultraderechista de tomo y lomo que siempre fue. Pretende engañar a una gente a la que desprecia (“masa borreguil”) desde un ideario furibundamente jerárquico y reaccionario de raíz sectaria que apela nada menos que a una elección divina.
La guerra continúa: Jaume Farrerons replica a las acusaciones de Junco en AD y le pide que explique "algo sobre las bandas de 'skins' que provocaron la muerte de Sonia Palmer en el año 1991"