Claro que hay menoscabo, y además muy grande.
Yo tengo ordenadores con cerca de 30 años (y con más) que hoy mismo los enciendes y están perfectamente operativos con todos sus programas en servicio.
Un ordenador cuyo software sea exclusivamente por suscripción, en el momento en que dejas de pagar se convierte en chatarra inservible. No sólo pierdes la propiedad del software sino también la utilidad del hardware. Es como si compras un coche y las ruedas son de alquiler (aunque, bueno... los hay eléctricos con batería alquilada, que para el caso es lo mismo).