Fedegguico
Madmaxista
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"El socialismo de los millonarios": Almodóvar, Boris y Víctor Manuel
"Ladran, luego cabalgamos", decía ayer mismo un mensaje enviado por un lector a este blog de política. Así parece. La tendencia de las encuestas, a menos de treinta días del domingo de urnas de marzo, vuelve a sonreír al PP: Rajoy sube de nuevo; Zapatero pierde terreno.
El decidido paso de don Mariano en materia de inmi gración -más bien el que con él haya retomado el control del debate público- ha sido todo un acierto que ha colocado al PSOE en una posición que va contra la opinión de su propia base electoral.
Un sondeo-flash del periódico El País este domingo mostraba que el 56% de los entrevistados apoya el "contrato de integración" que propone Rajoy, que obligaría a los pagapensiones a aprender castellano y costumbres españolas si quieren vivir en España (el 45% entre votantes socialistas).
Este sábado mismo, el líder popular se lo expresaba bien clarito a sus compañeros de Comité Ejecutivo durante la protocolaria reunión que celebraron en Alcalá de Henares para cumplir el trámite reglamentario de aprobar el programa electoral: "De aquí a las elecciones me voy a dedicar a la micropolítica". Y hará bien este Mariano que cada día es más Rajoy. ¡Muy bien!
Poco después, en un abarrotado pabellón de deportes de esa misma ciudad complutense, ante más de cuatro mil fieles, tildó al PSOE de "socialismo de los millonarios" y afirmó que quiere ocuparse "de las personas que tienen más dificultades para defenderse en la vida, de la gente normal, de quienes andan por la calle".
"No voy a ser el presidente de los listos, ni de quienes defienden el canon digital y luego apoyan a quien se lo da", dijo Rajoy en alusión a unos subvencionados titiriteros que a esa misma hora se reunían en un elitista salón de Madrid para mostrar su apoyo al Zapatero sin dudas a la hora de sacar -con tan injusto canon- el dinero de los ya vacíos bolsillos de los españoles para meterlo, a través de la SGAE, en el de sus privilegiados y ricos amigos Almodóvar, Boris, Pilar Bardem, Ramoncín o Víctor Manuel: el socialismo de los millonarios.
Rajoy, que tiene el pálpito de que va a ganar el 9-M, está seguro de que la victoria quien se la puede dar son "los que se levantan temprano cada día para trabajar": las clases medias y humildes de este país. A ellos enfoca su campaña. Porque en la España de Zapatero -así se escribe la historia-, mientras a los españolitos de a pie se les recomienda que coman conejo y no dejen propinas para evitar la subida de precios, a los Botín y a los actores del No a la Guerra se les llena el bolsillo.
"Ladran, luego cabalgamos", decía ayer mismo un mensaje enviado por un lector a este blog de política. Así parece. La tendencia de las encuestas, a menos de treinta días del domingo de urnas de marzo, vuelve a sonreír al PP: Rajoy sube de nuevo; Zapatero pierde terreno.
El decidido paso de don Mariano en materia de inmi gración -más bien el que con él haya retomado el control del debate público- ha sido todo un acierto que ha colocado al PSOE en una posición que va contra la opinión de su propia base electoral.
Un sondeo-flash del periódico El País este domingo mostraba que el 56% de los entrevistados apoya el "contrato de integración" que propone Rajoy, que obligaría a los pagapensiones a aprender castellano y costumbres españolas si quieren vivir en España (el 45% entre votantes socialistas).
Este sábado mismo, el líder popular se lo expresaba bien clarito a sus compañeros de Comité Ejecutivo durante la protocolaria reunión que celebraron en Alcalá de Henares para cumplir el trámite reglamentario de aprobar el programa electoral: "De aquí a las elecciones me voy a dedicar a la micropolítica". Y hará bien este Mariano que cada día es más Rajoy. ¡Muy bien!
Poco después, en un abarrotado pabellón de deportes de esa misma ciudad complutense, ante más de cuatro mil fieles, tildó al PSOE de "socialismo de los millonarios" y afirmó que quiere ocuparse "de las personas que tienen más dificultades para defenderse en la vida, de la gente normal, de quienes andan por la calle".
"No voy a ser el presidente de los listos, ni de quienes defienden el canon digital y luego apoyan a quien se lo da", dijo Rajoy en alusión a unos subvencionados titiriteros que a esa misma hora se reunían en un elitista salón de Madrid para mostrar su apoyo al Zapatero sin dudas a la hora de sacar -con tan injusto canon- el dinero de los ya vacíos bolsillos de los españoles para meterlo, a través de la SGAE, en el de sus privilegiados y ricos amigos Almodóvar, Boris, Pilar Bardem, Ramoncín o Víctor Manuel: el socialismo de los millonarios.
Rajoy, que tiene el pálpito de que va a ganar el 9-M, está seguro de que la victoria quien se la puede dar son "los que se levantan temprano cada día para trabajar": las clases medias y humildes de este país. A ellos enfoca su campaña. Porque en la España de Zapatero -así se escribe la historia-, mientras a los españolitos de a pie se les recomienda que coman conejo y no dejen propinas para evitar la subida de precios, a los Botín y a los actores del No a la Guerra se les llena el bolsillo.
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