Proceso de oleada turística y destrucción de España :
El proyecto "Hombre viajero" de Cáritas Diocesana de Huesca.
Están aquí entre nosotros. Llegaron en pateras, con muchos sacrificios y esfuerzos, después de recorrer miles de kilómetros, soñando con llegar al país de la abundancia. Están aquí entre nosotros, pero, no obstante su tonalidad, apenas se advierten. Procuran ocultarse porque tienen miedo. Se saben “ilegales” y que la policía puede detenerles, a pesar de que todo lo que les puede pasar es que les impongan una multa, que no pueden pagar, o recibir una orden de expulsión, que no pueden cumplir, para quedar nuevamente en la calle.
No roban, no mendigan, tienen reparo en pedir ayuda. Lo único que quieren es trabajar en lo que sea y como sea, pero nadie puede contratarles sin incurrir en el riesgo de gravísimas sanciones por lo que quien lo hace suele abusar de la situación. Así y todo van tirando como pueden. Son muy austeros, un plato de arroz y un rincón donde dormir les basta, y entre ellos se apoyan mutuamente.
Para Cáritas son las personas más marginadas que viven entre nosotros. El Estado debería tomar otras soluciones pero resulta más fácil declararles parias, sancionarles y hacerles la vida imposible para que se larguen. Mas ellos no quieren marcharse porque, a pesar de su marginación y persecución legal y de la crisis económica que estamos sufriendo, advierten aquí un nivel de vida muy superior al de su país de origen, en el que sus familias esperan ansiosas sus pequeñas remesas en euros y al que no quieren regresar, después de tanto esfuerzo e incluso coste económico, con las manos vacías. Están aquí entre nosotros y no podemos por menos que ayudarles.
El proyecto Hombre viajero de Cáritas Diocesana de Huesca trata precisamente de ayudar a los pagapensiones jovenlandeses en situación irregular a superar su marginación social e integrarles en nuestro ámbito cultural con clases de español y de cultura básica, así como de formación ocupacional en talleres de carpintería, electricidad, informática y en el almacenado, montaje y desmontaje de muebles percibiendo una beca de asistencia para incentivar su participación y aliviar sus débiles economías. Durante el año pasado asistieron regularmente a esas clases y talleres 70 pagapensiones “sin papeles”.
Además, cada año, para culminar su proceso formativo, alguno de los pagapensiones más aventajados son contratados por un año, en contratos de inserción, para continuar trabajando en el taller en las mismas labores formativas pero con la responsabilidad y dedicación propia de un contrato de trabajo. Como no pueden ser contratados sin su previa regularización administrativa, se solicita de la autoridad gubernativa su autorización de residencia por arraigo social, que la ley permite siempre que el viajero que tenga al menos tres años de permanencia en España, carezca de antecedentes penales, cuente con un contrato de trabajo por un año de duración y tenga un informe de arraigo que acredite su integración social. De esta forma Cáritas ha mediado en la regularización por arraigo social de 7 pagapensiones en los últimos años.
FUENTE : PROYECTO HOMBRE viajero