Ese y no otro es el objetivo final de todo este teatrillo. La burguesía catalana tiene unos intereses y unas aspiraciones propias y no coincidentes con los trabajadores catalanes. Por eso van a Madrit a votar reformas laborales y rescates bancarios junto al PPSOE, por eso han puesto a Felipe González y a Aznar en el poder y por eso, en cuanto la supuesta crisis comenzó a apretar, CiU fue el alumno aventajado en la porculización de su propio pueblo siguiendo la línea ortodoxa prescrita por Bruselas.
Se habla del "derecho a decidir" pero comienza a hablarse de ese derecho cuando a la burguesía catalana le interesó que empezara a hablarse de esa cuestión y no antes. Y ese derecho no es contemplado como fin en sí mismo, sino como arma arrojadiza en el contexto de una negociación con el Estado.
Por su parte, los catalanes de base sinceramente comprometidos en una lucha de liberación nacional son meros figurantes en todo este espectáculo. Personas normales y corrientes, cuentajenistas, pagadores de impuestos que cierran filas en torno a unos líderes que reiteradamente han votado en el Congreso y en el Parlament en contra de sus intereses económicos, sin embargo estos líderes han sabido tocar el corazón, lo irracional, la bandera, la Patria, la tribu.
Al final todo esto se traduce en currantes de base, mileuristas, trabajadores saliendo a las calles para defender los intereses de una clase social que no tendrá problemas en cagarse en la Senyera a cambio de un pacto fiscal con el Estado algo más ventajoso.
El procés no será aplastado por Madrid, será traicionado desde Barcelona. Y el Pueblo seguirá siendo lo que siempre fue, una masa amorfa sin más criterio que los toques de corneta que les dan desde los mass hezs.
No es la Patria, menso. Son negocios.
Se habla del "derecho a decidir" pero comienza a hablarse de ese derecho cuando a la burguesía catalana le interesó que empezara a hablarse de esa cuestión y no antes. Y ese derecho no es contemplado como fin en sí mismo, sino como arma arrojadiza en el contexto de una negociación con el Estado.
Por su parte, los catalanes de base sinceramente comprometidos en una lucha de liberación nacional son meros figurantes en todo este espectáculo. Personas normales y corrientes, cuentajenistas, pagadores de impuestos que cierran filas en torno a unos líderes que reiteradamente han votado en el Congreso y en el Parlament en contra de sus intereses económicos, sin embargo estos líderes han sabido tocar el corazón, lo irracional, la bandera, la Patria, la tribu.
Al final todo esto se traduce en currantes de base, mileuristas, trabajadores saliendo a las calles para defender los intereses de una clase social que no tendrá problemas en cagarse en la Senyera a cambio de un pacto fiscal con el Estado algo más ventajoso.
El procés no será aplastado por Madrid, será traicionado desde Barcelona. Y el Pueblo seguirá siendo lo que siempre fue, una masa amorfa sin más criterio que los toques de corneta que les dan desde los mass hezs.
No es la Patria, menso. Son negocios.