EL ENFOQUE DE ESTE ASUNTO ES EQUIVOCADO Y PELIGROSO
Se hace creer que la única razón por la que la mayoría de la población no se lanzaría a violar niños y niñas, es porque está prohibido cuando lo lógico es averiguar qué pasa por la mente de esa gente.
Es tan inconcebible y absurdo que un niño despierte deseo sensual o erotismo, como que alguien sienta deseo de comerse unas piedras o arena. Nuestra mente tiene programados los estímulos a los que tiene que atender, de la misma manera que a una gallina le atrae un gallo y no un pato.