Notrabajo34
Madmaxista
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Normal, entras te rozas con una y 30 años de carcel como la tipa diga que ha sido queriendo y que se siente agredida sexualmente.
El ocaso de las discotecas, que cierran en masa: los jóvenes quieren la calle o Internet
Los tiempos cambian en casi todos los ámbitos y el ocio nocturno no es una excepción. Parecía que los pubs y discotecas no solo no desaparecerían, sino que irían a más, pero está ocurriendo lo contrario. Internet, las redes y la tecnología ha hecho que las nuevas generaciones opten por jugar online, beber con los amigos en la calle o en una casa, y ligar en las numerosas aplicaciones.
De cualquier forma, las costumbres han cambiado, y los sociólogos y psicólogos dirán si fue solo causa o consecuencia de estos nuevos actores y factores, pero lo cierto es que la juventud española es o parece menos "fiestera" y por supuesto, más tecnológica.
"Templos" míticos que desaparecieron
Si tienes cierta edad y has vivido o vives en Madrid, Barcelona o San Sebastián, seguro que disfrutaste en Oh! Madrid, Atika, Up&Down, Dixi 724 o Ku. Son discotecas míticas que tuvieron que cerrar tras más de 25 años de actividad en todas ellas.
Hay un dato revelador: durante la crisis cerraron el 64% de las salas, y aún no había llegado la pandemia, que definitivamente ha dado la puntilla al sector, a pesar de una ligera recuperación, precisamente por el efecto encierro, que dio ganas para salir como antes. Duró poco. La sangría sigue su curso.
Cierre o transformación
En otros casos, al menos se han podido reciclar, convirtiéndose en restaurantes u otro tipo de local de ocio que ya no es la discoteca nocturna de toda la vida.
También es una forma de adaptarse a la nueva demanda, más en la línea de franquicias de comida o de pubs mixtos para tomar algo, picar y escuchar música, pero sin la típica barra y pista de baile.
La legalidad y normas, otro factor importante
No solo la nueva forma de vida y gustos de los jóvenes hacen que cierren tantas discotecas y pubs. Las nuevas normativas que han ido surgiendo y la dureza con la que se castiga al infractor, ha hecho que este ocio nocturno resulte menos atractivo.
Si con una cerveza te van a parar y darás positivo y tampoco puedes fumar, en casa de alguien podrás hacer ambas cosas. Al final es más práctico y de paso barato, beber con los amigos en un botellón o en una casa particular. Sin entrada, sin la copa a 10 o 15 euros, sin entradas o sin ver si tienes acceso a tal o cual local.
La diversión se "diurniza"
Lo que antes parecía exclusivo de la noche, ahora se hace por la tarde o incluso las mañanas de los fines de semana. Basta con reunir a tu pandilla por redes de mensajería y que cada uno lleve algo, en una época donde además los jóvenes tienen menos poder adquisitivo por primera vez que las generaciones anteriores.
Afortunadamente, la tecnología ha compensado esa circunstancia, sin que haya que gastarse un buen dinero cada noche para socializar. Es lo que se conoce como tinderización. El ligoteo a un clic, o un like. También influye la demografía, ya que la generación anterior ya tenía índices de natalidad bajísimos, con lo que hay mucha menos población en edad de ocio nocturno.
Una italianización de las costumbres españolas
Si has viajado a Italia u otros países, pero mejor comparar con un país latino muy similar a nosotros, habrás notado que, aunque sí hay discotecas y pubs, lo habitual para salir es lo que se conoce aquí como tardeo, es decir, salir por la tarde, el equivalente allí al afterwork.
Los italianos van a terrazas o los abundantes pubs y locales con aperitivo, donde pagas la bebida y puedes comer lo que quieras del bufé. Aquí esto último no es habitual, pero sí cada vez más el tardeo en terrazas y locales donde se mezcla también el picoteo y el copeo, pero sentados y sin música estridente. De hecho, ya supone el 90% del volumen total de bebidas en bares y restaurantes.
España es país de bares, pero ya menos
Su ratio de bares por habitante sigue siendo muy superior al de cualquier país europeo, incluso más que sumando varios, a pesar de que hay miles de bares menos en los últimos años. En cambio, sí ha crecido mucho el negocio de los restaurantes.
Los españoles, jóvenes y menos jóvenes, gastan ya mucho más en salir a comer o cenar, que en ir de pubs y discotecas. De hecho, lo que antes era costumbre cenar y luego salir, ahora es realizar tardeo tras salir a comer o bien antes de cenar, sin continuar el ocio por la noche.
Menos discotecas, pero las mismas ganas de música
En cuanto a la música, los jóvenes no escuchan menos o les gusta menos, aunque también han cambiado, y mucho, los gustos musicales. Ahora prefieren los festivales y locales con música en directo, además del streaming.
Pero aún hay una excepción que mantiene el negocio, sobre todo en las zonas turísticas, y es el visitante extranjero o de otros lugares de España, que buscan no solo playa o cultura, sino ocio nocturno, saliendo lo que igual ya no salen en sus lugares de origen.
Una tendencia europea
Pasa igual en el resto de Europa. En Alemania, por ejemplo, había ante de la pandemia 2.300 discotecas y ahora hay 860, y siguen cerrando. Los empresarios alemanes tienen claro que las nuevas costumbres de los jóvenes es la causa principal.
Incluso Berlín, un referente europeo y mundial del ocio nocturno, con algunas de las mejores discotecas, ha decaído mucho, cerrando cientos de pubs y discos. Y muchos de los locales que sobreviven, otrora llenos, ahora medio vacíos, y con un porcentaje alto de generaciones anteriores, en vez de jóvenes.
Tienes mucha razón. Estuve de puerta en una de las discotecas más importantes de Barcelona, el Apollo, en 2018 y suscribo lo que dices. Pasé hace poco por allí y parece que lo habían reconvertido en algo más tipo bar, aunque imagino que como sala de conciertos seguirá funcionando.Aquí hay 3 motivos fundamentales:
1- BAJÓN DEMOGRÁFICO
Si te miras la cantidad de gente joven que hay en España en la franja de 18 a 30 años que sería el target de este tipo de sitios, te echas a llorar.
España es un país de vejestorios (y los jóvenes que vienen de fuera tienen otras costumbres)
2- EL PODER ADQUISITIVO DE LOS ESPAÑOLES ESTÁ POR LOS SUELOS
Da igual que lo que diga el INE, los españoles están boqueronis, el coche más vendido es Dacia, el super que más vende es Mercadona y el 90% de la ropa que se vende es "fast fashion" fabricada en el tercer mundo.
La gente para lo último que tiene dinero es para ir a malgastarlo en un sitio que te provocará resaca, cagalera y dolor de webos
La única gente que potencialmente puede ir a discotecas, son los delincuentes porque son aficionados a la noche, los guiris porque vienen de fiesta, y los pijos/ricos porque o les sobra el dinero o disparan con el dinero de otros.
3- NO TIENE SENTIDO IR A LAS DISCOTECAS
No vas a ligar, probablemente, te denuncien por acoso las 4 divas gordas que hay, porque luego las otras 4 son chicas de imagen que solo están para desvalijarte y el resto son putas de las de pre-pago (que como los clubes están de capa caída tienen que ir a buscar los clientes ellas mismas)
EN RESUMEN
La discoteca es un sitio, donde no te vas a comer un kiko, te vas a dejar un pastizal, al día siguiente te vasa encontrar de puta pena y tienes elevadas probabilidades de sufrir violencia por parte de terceros.
Obviamente es un modelo de negocio caduco.
De hecho, los 3 empresarios que conocía que tenía discotecas las ventilaron ya hace, 1 pre-plandemia y 2 inmediatamente después y los porteros con los que entrenaba, o se han metido a opositar o los que eran chungos de verdad, ahora están desokupando, cobrando deudas o dando palizas por encargo.
Imagino que seguirán el mismo camino que los guateques caseros. Todo cambia para que nada cambie.El ocaso de las discotecas, que cierran en masa: los jóvenes quieren la calle o Internet
Los tiempos cambian en casi todos los ámbitos y el ocio nocturno no es una excepción. Parecía que los pubs y discotecas no solo no desaparecerían, sino que irían a más, pero está ocurriendo lo contrario. Internet, las redes y la tecnología ha hecho que las nuevas generaciones opten por jugar online, beber con los amigos en la calle o en una casa, y ligar en las numerosas aplicaciones.
De cualquier forma, las costumbres han cambiado, y los sociólogos y psicólogos dirán si fue solo causa o consecuencia de estos nuevos actores y factores, pero lo cierto es que la juventud española es o parece menos "fiestera" y por supuesto, más tecnológica.
"Templos" míticos que desaparecieron
Si tienes cierta edad y has vivido o vives en Madrid, Barcelona o San Sebastián, seguro que disfrutaste en Oh! Madrid, Atika, Up&Down, Dixi 724 o Ku. Son discotecas míticas que tuvieron que cerrar tras más de 25 años de actividad en todas ellas.
Hay un dato revelador: durante la crisis cerraron el 64% de las salas, y aún no había llegado la pandemia, que definitivamente ha dado la puntilla al sector, a pesar de una ligera recuperación, precisamente por el efecto encierro, que dio ganas para salir como antes. Duró poco. La sangría sigue su curso.
Cierre o transformación
En otros casos, al menos se han podido reciclar, convirtiéndose en restaurantes u otro tipo de local de ocio que ya no es la discoteca nocturna de toda la vida.
También es una forma de adaptarse a la nueva demanda, más en la línea de franquicias de comida o de pubs mixtos para tomar algo, picar y escuchar música, pero sin la típica barra y pista de baile.
La legalidad y normas, otro factor importante
No solo la nueva forma de vida y gustos de los jóvenes hacen que cierren tantas discotecas y pubs. Las nuevas normativas que han ido surgiendo y la dureza con la que se castiga al infractor, ha hecho que este ocio nocturno resulte menos atractivo.
Si con una cerveza te van a parar y darás positivo y tampoco puedes fumar, en casa de alguien podrás hacer ambas cosas. Al final es más práctico y de paso barato, beber con los amigos en un botellón o en una casa particular. Sin entrada, sin la copa a 10 o 15 euros, sin entradas o sin ver si tienes acceso a tal o cual local.
La diversión se "diurniza"
Lo que antes parecía exclusivo de la noche, ahora se hace por la tarde o incluso las mañanas de los fines de semana. Basta con reunir a tu pandilla por redes de mensajería y que cada uno lleve algo, en una época donde además los jóvenes tienen menos poder adquisitivo por primera vez que las generaciones anteriores.
Afortunadamente, la tecnología ha compensado esa circunstancia, sin que haya que gastarse un buen dinero cada noche para socializar. Es lo que se conoce como tinderización. El ligoteo a un clic, o un like. También influye la demografía, ya que la generación anterior ya tenía índices de natalidad bajísimos, con lo que hay mucha menos población en edad de ocio nocturno.
Una italianización de las costumbres españolas
Si has viajado a Italia u otros países, pero mejor comparar con un país latino muy similar a nosotros, habrás notado que, aunque sí hay discotecas y pubs, lo habitual para salir es lo que se conoce aquí como tardeo, es decir, salir por la tarde, el equivalente allí al afterwork.
Los italianos van a terrazas o los abundantes pubs y locales con aperitivo, donde pagas la bebida y puedes comer lo que quieras del bufé. Aquí esto último no es habitual, pero sí cada vez más el tardeo en terrazas y locales donde se mezcla también el picoteo y el copeo, pero sentados y sin música estridente. De hecho, ya supone el 90% del volumen total de bebidas en bares y restaurantes.
España es país de bares, pero ya menos
Su ratio de bares por habitante sigue siendo muy superior al de cualquier país europeo, incluso más que sumando varios, a pesar de que hay miles de bares menos en los últimos años. En cambio, sí ha crecido mucho el negocio de los restaurantes.
Los españoles, jóvenes y menos jóvenes, gastan ya mucho más en salir a comer o cenar, que en ir de pubs y discotecas. De hecho, lo que antes era costumbre cenar y luego salir, ahora es realizar tardeo tras salir a comer o bien antes de cenar, sin continuar el ocio por la noche.
Menos discotecas, pero las mismas ganas de música
En cuanto a la música, los jóvenes no escuchan menos o les gusta menos, aunque también han cambiado, y mucho, los gustos musicales. Ahora prefieren los festivales y locales con música en directo, además del streaming.
Pero aún hay una excepción que mantiene el negocio, sobre todo en las zonas turísticas, y es el visitante extranjero o de otros lugares de España, que buscan no solo playa o cultura, sino ocio nocturno, saliendo lo que igual ya no salen en sus lugares de origen.
Una tendencia europea
Pasa igual en el resto de Europa. En Alemania, por ejemplo, había ante de la pandemia 2.300 discotecas y ahora hay 860, y siguen cerrando. Los empresarios alemanes tienen claro que las nuevas costumbres de los jóvenes es la causa principal.
Incluso Berlín, un referente europeo y mundial del ocio nocturno, con algunas de las mejores discotecas, ha decaído mucho, cerrando cientos de pubs y discos. Y muchos de los locales que sobreviven, otrora llenos, ahora medio vacíos, y con un porcentaje alto de generaciones anteriores, en vez de jóvenes.
Pero la solución mágica que proponen es traer monos del tercer mundo con CI de 60. Y todos hombres, que son los que paren.Er Himbierno demográficoh no emsisteh cuñao.
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Algunos se pensaban que era un broma y que esto se quedaría en el "susto" de "me faltan camareros"...
Disfrutar la cosecha de años de precios de vivienda y alquileres hiperburbujeados, hijos de puta, no tendréis a nadie que os limpie el culo en la residencia, ni panchitos.
Sales a media mañana?Salir por la noche es de boomers
A los Alfas les sacan la leche, y a los Betas el dinero.Me alegro, son burdeles para mujeres
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