Ponla, ponla. Que se va a ir a la trena porque quiere escribir un libro desde allí, o eso dice a los medios.
Lo que no sabe es que en los módulos femeninos de este país no hay facherío: todo son moras, gitanas, negras... que ya la andan esperando. No es que vaya a acabar como el de American Story X o que no le dejarán escribir ni dos párrafos, es que a esta la van a usar de urinario todas las bolleras por sistema. La muy lerda va a naufragar en su propia diarrea mental de una forma tan demencial que lo mismo cuando termine de cumplir condena se pira a Corea del Norte a pedirle matrimonio a Cao de Benós.
Pero tú pon la mano en el fuego por una estólida de 18 palos a la que ya no aguanta ni su querida madre. Te irá mejor que a ella.