Al ser este jovenlandés, según la doctrina 'progre', una víctima de la sociedad, será reeducado por eruditas en feminismo y antirracismo, en un centro alternativo, para que pueda tener otra oportunidad. Que sea, paguemos entre todos para recuperar a esta víctima del machismo legionario español.
Las dos víctimas son sólo casos aislados. Y, como no ha habido sesso grupal, la gravedad del asunto es escasa, no merece mayor atención, él es tan víctima como ellas, es un caso aislado, no se puede estigmatizar a todo un colectivo ni al joven acidoso, y lo importante es parar a la ultraderecha. Saldremos más fuertes y un aplauso, camaradas.