KUTRONIO
Será en Octubre
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Hay quien se pregunta, asombrado, cómo es posible que se haya llegado a la situación de que Bildu casi se convierte en la fuerza más votada del País Vasco, o que entre los nacionalistas de Bildu y los del PNV tengan el 67% de los votos. Pero en realidad, ¿no sería un resultado distinto lo asombroso? Cultivando un 70% de plátanos, ¿no sería asombroso cosechar un 70% de patatas? Si ser nacionalista es cómodo y está bien subvencionado, y no ser nacionalista es incómodo y está discriminado, ¿nos asombra que la mayoría se haga nacionalista? ¿Es otra cosa el País Vasco, o Navarra, o Cataluña, que el progresivo resultado lógico del sistema perverso de incentivos que hemos establecido?
Podríamos señalar un día como hoy, para explicar los resultados, el blanqueamiento de Bildu, la expulsión de una parte del electorado, la imposibilidad de algunos partidos para celebrar un mitin sin ser agredidos o tener que ser protegidos por un cordón policial, el control del mundo nacionalista sobre todos los medios de información locales, el adoctrinamiento que se practica en todo el sistema educativo por parte del nacionalismo… y todo eso y más es verdad, pero la radiografía real es peor.
Simplemente escuchando las declaraciones y valoraciones de los no nacionalistas ayer se entiende perfectamente la situación. Frente a los apabullantes resultados de Bildu y el nacionalismo, el PSOE salió a decir no que le preocupaba eso, sino que se alegraba de que el PP se estuviera convirtiendo en una fuerza residual en el País Vasco y Cataluña. El PP, por su parte, salió a decir que no era una buena noche porque no había conseguido su objetivo, que era acabar con VOX… Gorka Landáburu, por lo que pueda valer el testimonio de este periodista como síntoma, no estaba triste por el ascenso del partido que no llama terrorista al tipo que atentó contra él, sino porque VOX hubiera obtenido representación. ¿Y nos parece asombroso el predominio nacionalista? ¿Merecen algunos no nacionalistas algo mejor?
Por lo demás, si hay que resumir mucho lo sucedido en las elecciones vascas, lo que ha pasado es que Bildu se ha comido a Podemos. Bildu ha pasado del 27,8% de los votos en 2020 al 32,48%, mientras que Podemos ha pasado del 8,05% al 3,34% que ha obtenido Sumar. Los 4,68 puntos que sube Bildu son casi justo los 4,71 que pierde Podemos. Eso sí, todo lo que pierde Podemos se lo lleva Bildu. Y en realidad esto también es muy lógico. Podemos es el partido para los simpatizantes de Bildu que no han podido nacer en el País Vasco o Navarra, por lo que en Navarra y el País Vasco no tiene sentido la existencia de Podemos.
El nacionalismo, pese a todo lo dicho, en estas elecciones ha obtenido el 67,7% de los votos cuando en 2020 obtuvo el 66,9%. O sea que después de todo el bloque nacionalista no ha crecido apenas. Bildu sube los casi 5 puntos citados que pierde Podemos pero el PNV pierde 3,85 puntos porcentuales. Total, que el bloque nacionalista básicamente mantiene los números.
Como ya subrayábamos antes de las elecciones de ayer, el País Vasco vota en claves distintas según las elecciones sean generales o autonómicas. De este modo, en las elecciones generales de julio pasado, con una participación mayor que la de ayer, los nacionalistas sólo tuvieron el 47,9% de los votos, por poner en contexto también el resultado del nacionalismo. Existe un trasvase y un préstamo importante de votos del bloque no nacionalista al bloque nacionalista en las elecciones autonómicas. Otegui hasta reconoció ayer explícitamente el apoyo que Bildu había recibido de lo que llama la “izquierda confederal”. En el caso del PNV, pierde 10 puntos en las generales respecto a las autonómicas, que es exactamente lo contrario que le pasa al PSOE, que baja 10 puntos en las autonómicas respecto a las generales.
VOX consiguió mantener su diputado por Álava, cosa que parece preocupar a todos los demás partidos mucho más que el 32,48% de votos de Bildu, ellos sabrán por qué. Pero no nos extrañemos de que Bildu tenga un 32,48% de votos cuando todo lo que preocupa a los demás es que VOX saque un diputado por Alava. Un diputado que, por otro lado, no sólo conservó sino que lo hizo subiendo algo el porcentaje de voto en el conjunto de la CAV. Puede parecer escaso pero por otro lado es meritorio cuando el partido estigmatizado y marcado por todos los demás para su eliminación no es Bildu, sino VOX.
El resultado, en todo caso, viene a suponer un importante alivio para el PSOE, ya que al conseguir mantenerse el PNV como partido más votado se le evita a Pedro Sánchez el tener que elegir entre PNV y Bildu arriesgando sus apoyos en Madrid. El apoyo del PSOE al PNV está cantado porque viene anunciado por toda la campaña mediática del PSOE contra el candidato de Bildu, por no llamar a ETA banda terrorista. O sea, el PSOE convirtió lo que Bildu lleva diciendo toda la vida en una causa justificada para, en caso de que Bildu se convirtiera en la fuerza más votada, votar al PNV y poder además echar la culpa al candidato de Bildu por haber metido la pata con sus declaraciones. Pero al final el PNV ha mantenido el tipo y no hará falta echar mano de ese teatrillo. Ni siquiera Bildu exige que se represente la obra, asumiendo ya su papel secundario. En el fondo esto no deja de ser curioso porque Bildu+Podemos+PSE tienen mayoría absoluta, no ya ahora sino también la pasada legislatura. Sólo un frágil equilibrio permite que el PNV gobierne la CAV con un 35% de los votos, pero más desequilibrados están los demás por lo visto. Eso sí, de cara a ya muy cortyo plazo si convertimos las elecciones vascas, o el tablero político vasco, en un concurso en el que gana el que más se parezca a Bildu, el sorprendentísimo ganador será Bildu.
El PSOE se felicita de sus resultados porque ha subido 2 diputados, de 10 a 12, pero en realidad en porcentaje sólo ha subido del 13,65% al 14,22%. Cierto es que al menos en la CAV nada de lo que ha hecho el sanchismo, koldosfera o begoñosfera incluidas, parece haberle pasado factura, pero seguramente tampoco la CAV es un escenario demasiado representativo de lo que puede estar pasando en el conjunto nacional. Lo que en todo caso ha quedado demostrado es que el sanchismo con todas sus cesiones, concordias, blanqueamientos y amnistías no ha conseguido reducir la fuerza del nacionalismo en la CAV, y ya veremos en Cataluña. Por el contrario ha hecho más fuerte a Bildu, al nacionalismo más radical. Por cierto, hoy ya Bildu puede volver a ser para el sanchismo una fuerza que no es incompatible con la democracia. Haber tenido que ser sinceros un par de semanas debe haber sido para algunos un esfuerzo agotador.
