Es verdad que la guerra cultural es necesaria para vencer la ideología que gobierna actualmente en Occidente, de hecho ellos han ganado porque se dieron cuenta en el siglo pasado de que por las armas no podrían triunfar, y por ello idearon una infiltración en la educación y en los medios de comunicación, han tenido un éxito espectacular.
¿Cómo revertir esto? No será por una palabra sino por lo que se consiga asociar a la misma, por ejemplo muy de derechas es peyorativo porque se le ha hecho creer al populacho que es sinónimo de dictador, ladrón, asesino. Nosotros lo que hemos de hacer es que con el tiempo se asocie a progre con ladrón, hipocresía, mentiroso, delincuente, etc. Conseguido eso progre sería tan peyorativo como muy de derechas. La palabra progretariado también funciona como recochineo.
Más cercano a dictador, ladrón o asesino es fascista. muy de derechas es más bien despectivo. El término muy de derechas se destina a todos aquellos que no dicen de sí mismos que son fascistas pero que lo son a ojos del sectario izquierdista. muy de derechas es todo aquel que según la izquierda coincide en algo o mucho con el fascismo ideológico aunque a ojos de los demás no pase por fascista. Todavía recuerdo hace unos 25 años que uno de IU me dijo de un periodista que era un muy de derechas; le respondí que era liberal, y me respondió riéndose: "bueno, sí, eso, liberal, o sea muy de derechas, da lo mismo".
En el triunfo de la izquierda en el sector de la enseñanza, de los medios y cultural tiene mucha responsabilidad la derecha, y no ya por la inutilidad de sus políticos para entender esa lucha, sino también por la nada de su base ideológica. Con el catolicismo hundido en la ciénaga (empezó en los 60) y el liberalismo sin más discurso que el interés que pueda despertar en los contables (el liberalismo es más economicista que el socialismo) o en los niños bien que no quieren pagar impuestos porque la basura 'perdedora' no merece nada, pues difícilmente obtendrás un partido de masas.
Y camino de eso va Vox; nada de reequilibrar mediante la política el desequilibrio que provoca una sociedad no ya capitalista sino financiarizada, donde el capital se crea exclusivamente para la clase rentista y financiera.
Son conscientes de que se baten en retirado. Fijaos en este patriota de hojalata. Qué vergüenza, Dios, que la valía de un partido haya que medirlo por esto, no por el racismo o la xenofobia: