Visto el cuarto episodio.
Lamentable el esfuerzo que el documental se toma en destruir la imagen de Luís Frontela, cuando fue el que encontró la Cruz de Caravaca porque a los otros forenses, a los que nunca se cuestiona, no se les ocurrió hacer radiografías a los cadáveres, algo que también se omite.
Luego, la teoría de Boloix acerca de los cabellos encontrados, de que éstos ya se encontraban en los colchones, y que al estar desnudas las jóvenes, se adhirieron a sus cuerpos, tiene un pequeño problema, la declaración de Ricart. Según él, los cuerpos estaban ensangrentados pero en los colchones no había esa sangre, por tanto los cabellos no pudieron salir de allí. Salvo que Boloix crea la teoría del fiscal de que Anglés y Ricart se llevaran el colchón.