Son como la mugre de una uña, para quitarla tienes que cortarla o si no se enquista. En una guerra nuclear sobrevivirían las cucharachas y los indios y todas sus etnias.
Mucho rambo pero Ortega Smith demostró ser un cagado cuando la jovenlandesa paralítica lo vapuléo en público y agachó la cabeza en lugar de responderle como se merecía, sínoma de que a la hora de verdad se cagan en los pantalones.
Ni van a quitar las taifas, ni van a derogar la viogen, ni van a parar la inmi gración ilegal (la Sudamericano sí que les gusta) ni van hacer nada más que coger sillones en cuanto puedan y cobrar como el resto de policastros de hez.
Nosotros no queremos discursos, queremos hechos, y si siguen por ese camino que se queden con sus etnianos, los cuáles les robarían hasta los calzoncillos de pillarlos en sus guetos de hez de noche y a solas.