Linthor
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Los trabajadores afectados por ERE se disparan un 26% en un año
Las empresas comienzan a alegar pérdidas para ajustar plantillas en pleno proceso de desaceleración
El año no pudo empezar peor para el mercado de trabajo. El fantasma de las regulaciones de empleo volvió a sobrevolar la economía española y amedrentar a unas plantillas que se recuperaban a duras penas de los estragos de la crisis en España. Grandes empresas como Vodafone, Cemex, Alcoaanunciaron que prescindirían de trabajadores. El mismo camino siguieron compañías como Vestas o La Naval. Y en la parrilla de salida están Caixabank y Banco Santander, que también ajustarán empleo.
Las empresas han pisado el acelerador de las regulaciones de empleo y esto se refleja ya en las estadísticas. En enero de 2019 se comunicaron 253 expedientes de regulación de empleo que afectaron a 3.380 trabajadores de 217 empresas. Si estos datos se comparan con el mismo mes del año anterior los afectados por ERE se han disparado en un 26% y las empresas implicadas en cerca de un 11%.
Más impuestos desde enero
La mayor parte de las compañías alegaron causas económicas para despedir y dentro de ellas las pérdidas han sido el argumento para prescindir de parte de los efectivos. No parece que sea coincidencia que el año comenzara con subidas de los impuestos al empleo. Las bases máximas subieron un 7% y las mínimas un 22,3%, idéntico porcentaje de subida del salario mínimo, que desde enero está fijado en 900 euros y ya se está convirtiendo en un lastre para el empleo.
Todos los sectores se vieron afectados en el primer mes del año por los recortes de empleo, pero de forma más intensa industria y servicios, en los que los ERE crecieron un 40,8% y un 46,4, respectivamente. Si lo que se analiza es el último año el alza de empleados afectados por regulaciones de empleo en todas las actividades, salvo en servicios.
Muchas empresas están recurriendo a regulaciones de empleo y otras intentan sortear los despidos con una de las armas más potentes que les dio la reforma laboral: los descuelgues. La idea de fomentar esta figura, con la que el Gobierno de Sánchez quiere acabar, fue permitir que una empresa que se encuentra en situación de dificultad deje de aplicar el convenio, incluida las subidas salariales previstas en pactos de ámbito sectorial, y dar preferencia a los acuerdos firmados en las empresas. La inaplicación de convenios colectivos o descuelgues era residual en las relaciones laborales hasta que en 2012 se aprobó la reforma laboral.
En los dos primeros meses del año se depositaron ante el Ministerio de Trabajo 203 inaplicaciones de convenios, que afectaron a 3.522 trabajadores, cifra ligeramente superior a las 194 inaplicaciones del año anterior para 3.522 trabajadores. El descuelgue salarial fue el principal motivo.
La CEOE pide menos costes
«Se aprecia un incremento del número de ERE de extinción y de suspensión de la relación laboral y un mayor número de registros de inaplicación de convenios colectivos, datos que podrían estar alineados con los síntomas de desaceleración de la economía», dice la CEOE en un informe al que ha tenido acceso ABC. Reclama «estabilidad política, institucional y seguridad jurídica para consolidar las decisiones de inversión y potenciar la creación de empleo», además de seguir avanzando en reformas y «adecuar los costes laborales a la realidad de los sectores y empresas, evitando mayores cargas y gravámenes».
Las empresas comienzan a alegar pérdidas para ajustar plantillas en pleno proceso de desaceleración
El año no pudo empezar peor para el mercado de trabajo. El fantasma de las regulaciones de empleo volvió a sobrevolar la economía española y amedrentar a unas plantillas que se recuperaban a duras penas de los estragos de la crisis en España. Grandes empresas como Vodafone, Cemex, Alcoaanunciaron que prescindirían de trabajadores. El mismo camino siguieron compañías como Vestas o La Naval. Y en la parrilla de salida están Caixabank y Banco Santander, que también ajustarán empleo.
Las empresas han pisado el acelerador de las regulaciones de empleo y esto se refleja ya en las estadísticas. En enero de 2019 se comunicaron 253 expedientes de regulación de empleo que afectaron a 3.380 trabajadores de 217 empresas. Si estos datos se comparan con el mismo mes del año anterior los afectados por ERE se han disparado en un 26% y las empresas implicadas en cerca de un 11%.
Más impuestos desde enero
La mayor parte de las compañías alegaron causas económicas para despedir y dentro de ellas las pérdidas han sido el argumento para prescindir de parte de los efectivos. No parece que sea coincidencia que el año comenzara con subidas de los impuestos al empleo. Las bases máximas subieron un 7% y las mínimas un 22,3%, idéntico porcentaje de subida del salario mínimo, que desde enero está fijado en 900 euros y ya se está convirtiendo en un lastre para el empleo.
Todos los sectores se vieron afectados en el primer mes del año por los recortes de empleo, pero de forma más intensa industria y servicios, en los que los ERE crecieron un 40,8% y un 46,4, respectivamente. Si lo que se analiza es el último año el alza de empleados afectados por regulaciones de empleo en todas las actividades, salvo en servicios.
Muchas empresas están recurriendo a regulaciones de empleo y otras intentan sortear los despidos con una de las armas más potentes que les dio la reforma laboral: los descuelgues. La idea de fomentar esta figura, con la que el Gobierno de Sánchez quiere acabar, fue permitir que una empresa que se encuentra en situación de dificultad deje de aplicar el convenio, incluida las subidas salariales previstas en pactos de ámbito sectorial, y dar preferencia a los acuerdos firmados en las empresas. La inaplicación de convenios colectivos o descuelgues era residual en las relaciones laborales hasta que en 2012 se aprobó la reforma laboral.
En los dos primeros meses del año se depositaron ante el Ministerio de Trabajo 203 inaplicaciones de convenios, que afectaron a 3.522 trabajadores, cifra ligeramente superior a las 194 inaplicaciones del año anterior para 3.522 trabajadores. El descuelgue salarial fue el principal motivo.
La CEOE pide menos costes
«Se aprecia un incremento del número de ERE de extinción y de suspensión de la relación laboral y un mayor número de registros de inaplicación de convenios colectivos, datos que podrían estar alineados con los síntomas de desaceleración de la economía», dice la CEOE en un informe al que ha tenido acceso ABC. Reclama «estabilidad política, institucional y seguridad jurídica para consolidar las decisiones de inversión y potenciar la creación de empleo», además de seguir avanzando en reformas y «adecuar los costes laborales a la realidad de los sectores y empresas, evitando mayores cargas y gravámenes».
