Frenadoll
Himbersor
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En los tiempos que corren no hay nada tan revolucionario como afirmar que el Bien y el Mal tienen una ontología propia (son realidades objetivas, no meras abstracciones, ideaciones, interpretaciones subjetivas). El statu quo postmoderno consiste en endiosar al Individuo pretendiendo que éste está por encima del Bien y del Mal; en ese sentido el "honorable" comecacas es un digno hijo de su tiempo. No hay nada tan postmoderno como el relativismo moral y el nihilismo de los que este perturbado hace gala. Así que nada de "artista": el defecador es un residuo social característico de la sociedad degenerada que lo ha producido. La única protesta que es capaz de generar este sujeto es contra todo aquello que se opone a su arbitrario capricho. Su rol transgresor y "fuera de la ley" es una pose que sólo engaña a los más tontos como tú. En la vida real, fuera de este espacio de impunidad legal y moral que le brinda todo tipo de beneficios, debe ser un individuo sometido y humillado por cualquiera, lo que explicaría su beligerancia y su falta de empatía con todo y con todos.No nos conocemos en persona. Es demasiado arriesgado suponer todo lo que decís.
Pero basándome en las actuaciones tuya y del estimado doctor, prefiero suponer que el suyo es sólo un personaje, que lo suyo es una sátira genialmente elaborada como protesta contra la postmodernidad donde lo más feo e inarmónico reluce. Sólo un artista de su calibre podría lograr la fealdad extrema, describir escenas de escatología absoluta, hablar de apuñalar la garganta con una hez dura y demás.
Obviamente no tengo semejante creatividad para esas cosas y por eso me conformo con ser testigo de su obra, que nunca deja de sorprendernos.
Porque así como para nosotros todos los chinos son iguales, ellos se distinguen entre sí. Y al verse saben si el otro es un chino o un laosiano, que para mí son todo lo mismo. Del mismo modo, para el que no ha leído profusamente la obra caquil del doctor, cree que todo se reduce a caca y pedos; pero adentrando en ella, descubre una variedad de formas y sensaciones que sólo él ha sabido mostrar.
Así también preferiría creer que el de perseguidor, el tuyo, es sólo un papel en esta obra que entre ambos representan. La del alcahuete del status quo contra el artista disidente. Preferiría suponer que no eres realmente el alcahuete que dejas entrever en tu participación en el foro. Que todo lo que haces y dices es sólo obra de un artista tan genial como el doc. Porque para crear algo que se opone a una obra, hay que ser tan genial como para crear esa obra. Él expresa disidencia, vos expresas conformismo. Ambos con mismo nivel de maestría.
Pero si él fuera un enfermo mental que realmente gusta de comer caca, si bien su obra perdería valor, no estaría molestando a nadie.
Mientras que si vos fueras realmente un alcahuete que gusta de denunciar a los artistas, tu obra perdería valor y sí estarías molestando a alguien.
Por eso es que, si debo elegir de qué lado estar, me inclino por apoyar al doc en su causa.
Así que siento desilusionarte pero, a diferencia de este degenerado, yo no interpreto ningún papel: mis denuncias son reales y lo seguirán siendo mientras este psicópata siga vigente y actuante en este ámbito público. Sus excrementos debería reducirlos al ámbito privado de una conversación con su psiquiatra, pero ha cometido la equivocación de plasmarlos en el sitio equivocado. Más pronto que tarde el corporativismo del Colegio de Médicos de Madrid dará paso al sentido común.... y actuará de oficio.
Apoyas la causa equivocada, pero de un tiraflechas como tú que ha accedido muy tardiamente a la civilización no cabía esperar otra cosa.
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