Te encuentras a Cosme.
- Buenos días Paco, ponme un café, te has enterado ?
- ¿ de qué ?
- Se ha muerto Cosme
- Cosme ? No sé quién es
- sí hombre, el viejecillo que se sentaba en la mesa de la esquina
- ah, es que llevaba viniendo muy poco tiempo
- sí, su mujer murió hace dos meses de cáncer y él desde entonces salía a la calle porque se sentía sólo. Esto me lo contó hace una semana en la carnicería, me reconoció del bar y estuvimos hablando. Pobre hombre, de un infarto me ha dicho el carnicero
- Pues qué frutada ... un cliente menos ... ( risas ). Tu cuídate, que ya tienes una edad y no tienes buena cara, y me debes dos cafés y una caña, que no quiero ir a darle el pésame a tu mujer y a pedirle que me dé lo que me debes ( risas )
- serás capaz, Paco ...
- No están los tiempos como ...
- si aún somos jóvenes, hombre, en la flor estamos ( risas )
- sí, el año que viene nos vamos de veraneo a Ibiza a vivir la noche
- a Ibiza, dice ... qué cosas tienes Paco, para ya que me parto de risa
- estamos muertos, muertos, más muertos que Cosme. Anda, te invito a un chinchón, brindemos por Cosme ( risas )