Fígaro
Amartillando Herejes
Se me antojan demasiado light, el caldo se ve acuoso, ahí falta pringue o algo que espese un poquillo. Son cuasi hospitalarias. Alegría, cachopo!
¿Cómo podríamos lograr un gasto mínimo de comida sin perder poder nutricional?
- Autor del tema ueee3
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Se me antojan demasiado light, el caldo se ve acuoso, ahí falta pringue o algo que espese un poquillo. Son cuasi hospitalarias. Alegría, cachopo!
singladura
Madmaxista
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Con el frio ahora crudo no se puede comer.
Para todos los tiquis miquis recuerdo que es tiempo de guisos y estofados. Salen bien con cualquier cosa (albóndigas, estofado vacuno, pollo, sepia, pulpo... todo lo que se pueda trocear en bocado, verduras y patatas), no se estropean fácilmente y suelen estar mejor reposados un tiempo, incluso para el día siguiente. Para enriquecerlos pastillas de caldo y para espesarlos harina o frutos secos en polvo (mano de santo) En la línea del arroz, que es un gran comodín al que se le puede añadir casi de todo y termina saliendo bien.
Los bemoles son los amigos del fin de mes. Proteínas que pueden enriquecer muchos platos por si solos o como sistema para unir o espesar otros platos
En invierno la clave es que se pueda comer caliente, que sea variado y calórico. Las modestas patatas panadera al horno bien especiadas pueden ser un festín (no añadir más hidratos!)
Una comida casera de los sesenta era el clásico pollo entero en la carnicería de confianza. Se pedía límpio y se partían los muslos y contramsulos para guiso, las pechugas cortadas finitas para que cundan para plancha o empanar, el resto para el caldo (con pasta o para enriquecer guisos) que una vez cocido se despechugaba. Con esos restos se añadían a una bechame para hacer croquetas de pollo caseras. A lo simple a lo simple tenías para tres días y la carcasa para el perro.
También en postres se busca rotundidad. Es difícil que apetezca un yogour y es normal buscar frutos secos, dátiles, fruta pasa o confitada etc..
Para todos los tiquis miquis recuerdo que es tiempo de guisos y estofados. Salen bien con cualquier cosa (albóndigas, estofado vacuno, pollo, sepia, pulpo... todo lo que se pueda trocear en bocado, verduras y patatas), no se estropean fácilmente y suelen estar mejor reposados un tiempo, incluso para el día siguiente. Para enriquecerlos pastillas de caldo y para espesarlos harina o frutos secos en polvo (mano de santo) En la línea del arroz, que es un gran comodín al que se le puede añadir casi de todo y termina saliendo bien.
Los bemoles son los amigos del fin de mes. Proteínas que pueden enriquecer muchos platos por si solos o como sistema para unir o espesar otros platos
En invierno la clave es que se pueda comer caliente, que sea variado y calórico. Las modestas patatas panadera al horno bien especiadas pueden ser un festín (no añadir más hidratos!)
Una comida casera de los sesenta era el clásico pollo entero en la carnicería de confianza. Se pedía límpio y se partían los muslos y contramsulos para guiso, las pechugas cortadas finitas para que cundan para plancha o empanar, el resto para el caldo (con pasta o para enriquecer guisos) que una vez cocido se despechugaba. Con esos restos se añadían a una bechame para hacer croquetas de pollo caseras. A lo simple a lo simple tenías para tres días y la carcasa para el perro.
También en postres se busca rotundidad. Es difícil que apetezca un yogour y es normal buscar frutos secos, dátiles, fruta pasa o confitada etc..
Última edición:
asiqué
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echas en falta el chorizo, lo se.
Aun no estaban hechas en la foto eh? fijate bien, la patata esta aun muy entera, al reposar y machacar las patatas el caldo engorda un poco
