Concedo el punto.
Pero como mínimo, lo que no está nada claro es que sea un hecho médico comprobado.
Cabe señalar también que según el propio estudio el riesgo de hiperfiltración no es monótonamente creciente, sino que de hecho es MENOR en el segundo cuartil que en el primero.
Eso me lleva a preguntarme qué otros cambios de tendencia pueda haber en el intervalo más allá de lo explorado en el estudio, al fin y al cabo, como decía, los datos se restringen a una población que basa su alimentación en carbohidratos (>60%) y cuya ingesta de proteínas no supera el 15% del aporte energético.
¿Cómo interactúa lo que (no negaré) es un exceso de proteínas (para cualquiera que no sea un culturista) con una dieta rica en carbohidratos?
¿Cómo afectaría a los resultados el hecho de que el aumento de proteínas fuera A COSTA de una disminución severa de carbohidratos, especialmente de refinados? Porque no es para nada el caso del estudio, donde el aumento de proteínas no es a costa de nada, sino que es paralelo a un aumento generalizado del consumo energético (vulgo, q4 casi no come distinto, sino que sobre todo COME MÁS):
Donde q1 consume 0,6g/kg de proteína, 4,3g/kg de CH y un total de 22,4 kcal/kg, q4 consume 1,7g/kg de proteína, 7,3 g/kg de CH y un total de 44,2 kcal/kg.
Es decir, las macros de q1 son 75/11/14 y las de q4 65/16/19, no son tan diferentes.
Lo que sí que es muy diferente es la ingesta total, que en q4 es CASI EL DOBLE
Los modelos tratan de ajustar el riesgo para el consumo energético total, pero el porcentaje de solape es escaso, apenas un 15% de la población q4 se solapa en consumo energético con el 42% de q1, y viceversa. Si a esa población ya reducida la sigues recortando para igualar por edad, sesso, etc, el número de sujetos a comparar empieza a perder representatividad.