Pero él está único.
Es el mejor actor de su generación con diferencia, haciendo una auténtica revolución en el arte actoral. En su época se reconocía, aunque hoy en día ha sido eclipsado por gente como Brando o James Dean.
Por cierto, no ganó el Oscar, sólo fue nominado.
En 1962 obtuvo su cuarta y última nominación al Oscar por
¿Vencedores o vencidos? y por una escena de solo siete minutos de la que fue incapaz de recordar sus diálogos, teniendo que improvisarlos.
El director
Stanley Kramer escribiría en sus memorias que Clift no conseguía recordar sus líneas, a pesar de que sólo salía en una escena:
Montgomery Clift murió a los 45 años por complicaciones de salud debidas a su adicción al alcohol y a las drogas. Se encontraba en su apartamento de la calle 61, situado en el
Upper East Side neoyorquino (conocido como el
Brownstone). Supuestamente, su asistente le oyó decir sus últimas palabras cuando lo llamó para que saliese de su habitación, preguntándole si quizá le gustaría ver
Vidas Rebeldes en la televisión, a lo que Clift contestó con rotundidad: «No, en absoluto».
Por cierto, otro papelazo en peli mítica: