MonteKarmelo
Madmaxista
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El pasado 3 de diciembre se registró en la Cámara Baja una petición del presidente de la Comisión no Permanente sobre Seguridad Vial y Prevención de Accidentes de Tráfico del Congreso de los Diputados, Emilio Olabarría, del PNV, para que él y los cuatro portavoces de los grupos parlamentarios mayoritarios (Juan Carlos Corcuera, del PSOE; Federico Souvirón, del PP; Jordi Jané, de CiU, y Francesc Canet, de ERC) viajen cinco días a Lima (Perú) para intercambiar experiencias sobre la siniestralidad en la carretera. El coste del encuentro para las arcas públicas de la Cámara Baja sería de casi 48.000 euros.
Pese a que el presidente del Congreso, José Bono, pidió austeridad en esta Legislatura, parece que las peticiones de viaje de este tipo se suceden entre los diputados, sobre todo en periodos en los que no hay plenos y los parlamentarios parecen con ganas de viajar.
En este caso concreto, Olabarría justifica la solicitud con la invitación de la Comisión de tras*portes y Comunicaciones del Congreso de la República del Perú, a fin de «participar en una reunión bilateral con los parlamentarios de dicha comisión para un intercambio de experiencias sobre diseño, orientación y seguimiento de políticas estatales en materia de seguridad vial».
Para ello, Olabarría pide viajar siete días (al menos, se contemplan en el presupuesto siete días de dietas), desde el 24 al 30 de enero, aunque el «intercambio de experiencias» sería sólo de cinco días.
El presupuesto provisional presentado, al que ha tenido acceso EL MUNDO, fija el coste del viaje, estancia y dietas en 9.490 euros por diputado. Es decir, que la visita de los cinco parlamentarios costaría 47.450 euros.
La mayor parte se lo lleva el billete de avión (6.700 euros por cabeza) pero, además, cada uno cobraría en dietas 1.050 euros, a razón de 150 euros por cada uno de los siete días.
A la propuesta, al parecer, aún le falta el visto bueno de la Mesa del Congreso, a la que se ha dirigido la petición de Olabarría, aunque cada vez hay mayor reticencias a este tipo de viajes en la Cámara Baja.
El último, que también tuvo un coste parecido, fue protagonizado por la Comisión de Ayuda al Desarrollo del Congreso a Estados Unidos que a punto estuvo de no ser autorizado, aunque al final se realizó. En este caso, cuatro diputados españoles pasaron cuatro días en Nueva York con una agenda llena de «posibles» encuentros y un presupuesto para el erario público de 37.840 euros.
Los políticos apelan al «intercambio de experiencias»
Lo curioso de este tipo de solicitudes de viaje es que no hay enfrentamientos políticos. Al ir representantes de todos los grupos parlamentarios, existe un cierto corporativismo, desde el se defiende el derecho de los diputados a realizar este tipo de «intercambio de experiencias».
No obstante, empiezan a aparecer voces internas en el Congreso que destacan que, con las nuevas tecnologías, no es necesario este tipo de desplazamientos con el coste económico que supone. Existen las videoconferencias, el intercambio de documentos en tiempo real, los chats, etcétera.
Lo cierto es que sus señorías quieren viajar, y teniendo tantas semanas al año sin pleno -todas las de los meses de enero, julio y agosto, más las primeras semanas de cada mes-, no pierden la oportunidad.
El presidente del Congreso, José Bono, ha encargado a su vicepresidenta, Teresa Cunillera, la autorización y vigilancia de estas salidas. Los parlamentarios deben realizar un informe posterior de su contenido y las conclusiones del viaje
e-pesimo Auxiliar 1: CORRUPCIÓN SOCIALISTA EN CONGRESO DE DIPUTADOS: proponen un viaje a Perú de cinco días por 48.000 euros
Pese a que el presidente del Congreso, José Bono, pidió austeridad en esta Legislatura, parece que las peticiones de viaje de este tipo se suceden entre los diputados, sobre todo en periodos en los que no hay plenos y los parlamentarios parecen con ganas de viajar.
En este caso concreto, Olabarría justifica la solicitud con la invitación de la Comisión de tras*portes y Comunicaciones del Congreso de la República del Perú, a fin de «participar en una reunión bilateral con los parlamentarios de dicha comisión para un intercambio de experiencias sobre diseño, orientación y seguimiento de políticas estatales en materia de seguridad vial».
Para ello, Olabarría pide viajar siete días (al menos, se contemplan en el presupuesto siete días de dietas), desde el 24 al 30 de enero, aunque el «intercambio de experiencias» sería sólo de cinco días.
El presupuesto provisional presentado, al que ha tenido acceso EL MUNDO, fija el coste del viaje, estancia y dietas en 9.490 euros por diputado. Es decir, que la visita de los cinco parlamentarios costaría 47.450 euros.
La mayor parte se lo lleva el billete de avión (6.700 euros por cabeza) pero, además, cada uno cobraría en dietas 1.050 euros, a razón de 150 euros por cada uno de los siete días.
A la propuesta, al parecer, aún le falta el visto bueno de la Mesa del Congreso, a la que se ha dirigido la petición de Olabarría, aunque cada vez hay mayor reticencias a este tipo de viajes en la Cámara Baja.
El último, que también tuvo un coste parecido, fue protagonizado por la Comisión de Ayuda al Desarrollo del Congreso a Estados Unidos que a punto estuvo de no ser autorizado, aunque al final se realizó. En este caso, cuatro diputados españoles pasaron cuatro días en Nueva York con una agenda llena de «posibles» encuentros y un presupuesto para el erario público de 37.840 euros.
Los políticos apelan al «intercambio de experiencias»
Lo curioso de este tipo de solicitudes de viaje es que no hay enfrentamientos políticos. Al ir representantes de todos los grupos parlamentarios, existe un cierto corporativismo, desde el se defiende el derecho de los diputados a realizar este tipo de «intercambio de experiencias».
No obstante, empiezan a aparecer voces internas en el Congreso que destacan que, con las nuevas tecnologías, no es necesario este tipo de desplazamientos con el coste económico que supone. Existen las videoconferencias, el intercambio de documentos en tiempo real, los chats, etcétera.
Lo cierto es que sus señorías quieren viajar, y teniendo tantas semanas al año sin pleno -todas las de los meses de enero, julio y agosto, más las primeras semanas de cada mes-, no pierden la oportunidad.
El presidente del Congreso, José Bono, ha encargado a su vicepresidenta, Teresa Cunillera, la autorización y vigilancia de estas salidas. Los parlamentarios deben realizar un informe posterior de su contenido y las conclusiones del viaje
e-pesimo Auxiliar 1: CORRUPCIÓN SOCIALISTA EN CONGRESO DE DIPUTADOS: proponen un viaje a Perú de cinco días por 48.000 euros