César Borgia
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España registró sólo 322.075 nacimientos en 2023, el mínimo desde el inicio de la serie en 1941
El número de nacimientos en España en 2023 se situó en 322.075, un 2% menos que en el año anterior y la cifra más baja desde que arranca la serie histórica del Instituto...
Por primera vez, uno de cada diez nacimientos en el país es de madres de más de 40 años. En 2022, uno de cuatro embarazos acabó en aborto voluntario
El número de nacimientos en España en 2023 se situó en 322.075, un 2% menos que en el año anterior y la cifra más baja desde que arranca la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 1941, un descenso de importantes repercusiones económicas que contribuye al envejecimiento demográfico y la inversión de la pirámide de población.
Según los datos provisionales publicados este miércoles por ese organismo, los nacimientos han caído un 24,1% en la última década (en 2013 nacieron 424.440 niños) y en 2023 sufrieron un descenso de 6.629 en comparación con el año precedente. Tan sólo la Comunidad de Madrid y Extremadura registraron más llegadas de bebés al mundo que en el año anterior.
Por edades, la estadística confirma que la maternidad en España se va retrasando poco a poco, pues ya se producen en el país más alumbramientos de madres de 40 años o más (el 10,7% del total), que de mujeres menores de 25 años (un 9,4%). Hace diez años los primeros representaban un 6,8% y los segundos un 9,6%, lo que demuestra un cambio de tendencia que se explica por las circunstancias socioeconómicas, la precariedad laboral, las dificultades de acceso a la vivienda, la prolongación de los estudios y el cambio de preferencias de los jóvenes, entre otras.
De los nacidos en 2023, un 51,4% fueron niños y un 48,5% niñas. En el 62,5% de los casos, la madre tenía de 30 a 39 años; el 26,8% tenían menos de 30 y en un 10,7% eran de más de 40 años (hubo 3.233 nacimientos de mujeres de 45 a 49). El INE no especifica en esta estadística provisional si se trataba de su primer hijo o si ya tenían descendencia. Lo que sí se precisa es que en 2013, por ejemplo, había más nacimientos de mujeres de 20 a 24 años que de 40 a 44 (32.024 frente a 27.240), mientras que en 2023 sucede lo contrario: hay 31.033 nacimientos de mujeres de 40 a 44 frente a 24.865 de las de 20 a 24.
El Ministerio de Sanidad todavía no ha actualizado el Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo con datos de 2023, pero sí ha dado a conocer que en 2022 se produjeron en España 98.316 abortos voluntarios frente a un total de 329.251 nacimientos, con lo que un 23% de los embarazos fueron interrumpidos por decisión de los progenitores, casi uno de cada cuatro.
UN 5,8% MENOS DE DEFUNCIONES
Frente a ese volumen de nacimientos, el número de defunciones en 2023 se situó en 435.331, un 5,8% menos que en 2022 o 26.623 fallecimientos menos, pero un 4,6% más que en 2019, antes de la irrupción de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. No se explican por ahora las razones de este descenso registrado en 2023, pero podría haber influido la menor incidencia del el bichito-19. Por edades, sólo aumentaron las defunciones en los menores de 4 años, un 1,7% interanual, al pasar de 1.098 a 1.117.
Las autonomías más pobladas son las que registraron más muertes: en Andalucía se produjeron 75.129; en Cataluña, 67.665, y en Madrid, 47.423.
Un 28% de las defunciones fueron de personas de 90 y más años; un 20% de población de 85 a 89 años; un 13,4% de personas de 80 a 84; un 11% tenía de 75 a 79 años; un 8% de 70 a 74, y el 19,6% restante tenía menos de 70 años.
Esta evolución de nacimientos y muertes dejó un crecimiento vegetativo de la población (el que se produce de forma natural, sin contar con el efecto de las migraciones) de saldo negativo, lo que supone que la población se redujo en 113.256 personas a falta de conocer el efecto de las llegadas y salidas de migrantes, que es el que está sustentando en los últimos años el crecimiento demográfico del país.
Se trata de una caída de población inferior a la registrada en 2022 (de -133.250), pero muy superior a la registrada en los años previos a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo: en 2019 el saldo vegetativo fue de -57.355; en 2018, de -54.326, y e 2017, de -30.772.
DIFERENCIAS TERRITORIALES
El mapa de nacimientos dejó importantes diferencias territoriales: por cada niño que nace en Cantabria, una de las comunidades con menos partos, vienen 20 al mundo en Andalucía; mientras que por cada nacimiento de La Rioja hay 27 en Cataluña.
Al ser las más pobladas, Andalucía, Cataluña y Madrid son las autonomías con más nacimientos ya que concentran más de la mitad de los que se producen en el país. Por el contrario, Cantabria, La Rioja y Navarra son las que tienen menos. Por provincias, Madrid se sitúa a la cabeza (con 52.319 nacimientos en 2023), seguida de Barcelona (con 40.200), Valencia (18.269) y Sevilla (14.505).
Respecto a 2022, el número de nacimientos solo aumentó en 2023 en la Comunidad de Madrid (+2,7%) y Extremadura (+0,6%). Los mayores descensos se registraron en las ciudades autónomas de Melilla (-19,4%) y Ceuta (-11,8%), y en Castilla-La Mancha (-10,5%), una de las regiones más envejecidas y vaciadas de la Península.
En cuanto a las defunciones, se redujeron en todas las regiones respecto a 2022. Los mayores descensos se dieron en la ciudad autónoma de Ceuta (-10,9%), Aragón (-10,6%) y País Vasco (-8,4%).
Con esto, todas las regiones excepto Madrid, Murcia, Baleares, Ceuta y Melilla tuvieron saldos negativos en su crecimiento vegetativo. Los más acusados se produjeron en Galicia (-18.701), Castilla y León (-16.270) y Andalucía (-13.544).
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