Lo único lamentable es que tengas razón. El indigenismo, lo declaran quienes integran y dirigen ese tipo de movimientos, pretenden "volver a la época precolombina", volver a las rucas, a cultivar por tala y roza... Volver a la edad de piedra porque "ejjja ejjj nuejjjtra identidad".
Sí y no. El legado español ofrece un puente para que latinoamérica pueda tras*itar de la edad de piedra al mundo moderno, pero el error español fue haber intentado conciliar eso con la herencia amerindia en lugar de simplemente imponerse. Si se acoge a España se debe hacer aprendiendo de sus errores y ahora sí confinar a los indios a un museo o alguna biblioteca y que no salgan más de allí, su cultura está completamente muerta y es incompatible con los retos del mundo actual.
Hace falta una especie de Reconquista interior. El separatismo (incluido el histórico: Leyenda de color) al final es la ideología del fracasado, el que se ve en posición secundaria respecto de un poder que percibe más fuerte, de ahí la tendencia a la fragmentación. La conquista por otro lado tiene como valor la unidad en la persona, instituciones o países que emprenden la misma. Realmente una conquista bien planteada es una apisonadora, es triunfalista y todos se acaban sumando, los ejemplos de Alejandro en Persia o los conquistadores de la América son paradigmáticos.
Lo que no entienden estos manifestantes desgraciados es que ser indio no es motivo para ser un fracasado, perfectamente uno podría plantear una filosofía indocéntrica conquistadora y prohispana simplemente dándole la vuelta a las relaciones. Son demasiado inútiles para ser creativos.
Un ejemplo. Esto se lo hice ver a un conocido indigenista de izquierdas hace poco, cuando le dije que es planteable una filosofía en la que los españoles somos también indígenas, indoatlantes, con imaginería paleohispánica y precolombina conjunta (imaginemos unas pirámides cubiertas por iberos sobre elefantes y aztecas sobre jaguares, ¿por qué no?; cosas más estúpidas se han visto, como argentinos blanquitos creyéndose indios), como partes de una patria india pancontinental (las "Indias" ya eran una realidad multicontinental entonces), que la palabra Indio empiece a ebullir y recubrir y conquistarlo todo, de tal forma que el conquistador español de entonces sería otro indio reuniéndose con los suyos. Esta sería la forma de darle la vuelta al problema manteniéndose en el indocentrismo, valorando la unidad hispánica, se mueve la frontera "ideológica" fuera de las fronteras políticas de las naciones hispanas, es incluyente y por ser creativos, se proyecta a futuros, pero claro, hay que darle al cerebro.
Los tipos por el contrario están en las coordenadas de Galeano, el socialismo envidioso y el indigenismo fabricado en Londres, y de ahí sólo se va a la ruina espiritual y material.