Aquí se reprobaría a Blair

A

Aquilino

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair... Mensaje de 206kb. Abrir sólo por quien le interese al asunto.

Pepepaco:

Personalmente, no tengo nada más que decir sobre este asunto que lo que ya
he escrito. No habrá nuevas opiniones de mi parte.

Pero de este diálogo ha surgido un amable lector anónimo que me ha enviado
el mensaje que adjunto. No respondo de su veracidad, aunque por lo que
recuerdo, se ajusta bien a los hecho de los "tres días de marzo en la SER",
que pudieron decidir a los dos millones de indecisos electores.

Como lo que describe son hechos, me interesaría conocer si alguno de los
descritos es falso. Y desmentirlo es fácil si se tienen datos. En cualquier
caso, la hipotética discusión ya no sería conmigo, pues sólo pretendo
aportar una información más fidedigna que el mero recuerdo. Lamento la
extensión (15 folios en Word que ocupan 206 kb), pero estimo que puede haber
a quien le sea de utilidad (y a quien no, que lo borre). Y si esta
información ofende a alguien, le pido disculpas.

Saludos

Aquilino
Nº 19-20

Tres días de marzo en la Cadena Ser

Por Mario Noya

11 de marzo, jueves

A las ocho de la mañana, veinticinco minutos después del atentado, Iñaki
Gabilondo, director de Hoy por Hoy, el programa de mayor audiencia de la
radio en España, informa a sus oyentes de que se han registrado «dos
explosiones consecutivas en Atocha«. «De momento, las informaciones son
confusas». Cinco minutos más tarde, comienza a ver las cosas algo más
claras, dentro de la confusión: «Bien, parece que ETA está detrás de esto».
La banda terrorista -prosigue el locutor- «asoma, en un momento como éste,
con su lenguaje habitual, da repelúsnte, de sangre, de miedo, de horror y de
ira». A las ocho y veinte, el conductor de Hoy por Hoy, desolado, como el
resto de los españoles, se pregunta: «¿Cómo controlaremos la información, la
mesura, el equilibrio, las emociones? No lo sé, pero es nuestro deber
hacerlo». Pasadas las ocho y media, ya en la tertulia, Gabilondo abunda en
la autoría de ETA: a su entender, había incluido «este elemento de pánico,
de desconcierto», en su «estrategia de terror». Toda España anda con la
misma idea en la cabeza, no sólo la estrella de la cadena SER[1]. También
Nicolás Sartorius, ex dirigente de Izquierda Unida y uno de los contertulios
del programa: «Lo estaba buscando ETA desde hacía tiempo. Lo sabemos porque
cogieron aquellas camionetas cargadas de explosivos», dice, en alusión a la
furgoneta interceptada por la Guardia Civil en Cañaveras (Cuenca) el domingo
29 de febrero, con 506 kilos de cloratita y 30 de dinamita en su interior.
Añade: «A mí me recuerda algo parecido a lo de Hipercor». Concluye: «ETA
busca el terror, es evidente. Es importante no caer en esa trampa, mantener
en lo posible la serenidad, la firmeza. ETA busca dividir. [Necesitamos] más
unidad que nunca». Unidad «democrática», «de todas las fuerzas». Suscribe
Gabilondo, ce por be, lo manifestado por Sartorius, pero no las tiene todas
consigo, no acaba de fiarse de la reacción de los políticos. A su juicio, se
hallan ante un «test»; del que podrían salir bien parados, «uniéndose más»,
o mal, muy mal, si, por el contrario, dan en manejar «elementos de fisura»,
lo cual sería «verdaderamente horroroso».

A las nueve menos cuarto se oye en la voz de Ana Terradillos que la Policía
no tenía constancia de que los terroristas hubieran hecho llamada alguna de
aviso. «Es decir, sea quien sea, aunque todo parece apuntar a ETA, en esta
ocasión, por primera vez, ETA no ha llamado para avisar de la colocación [de
las bombas]». «Sea quien sea», Terradillos no puede dejar de pensar en ETA.
La periodista de la cadena SER, además, confirma que los artefactos han sido
colocados «en las vías del tren». Es la primera de las confirmaciones que
luego habrán de ser desconfirmadas. Recoge el testigo Gabilondo, con una
frase confusa, abierta a diversas interpretaciones: «No pueden los muertos
que se han producido, los heridos que están en ese momento ahí... no se
pueden merecer que después, muy poquito después, empiecen a jugarse juegos
como tantas otras veces se han jugado».

Nueve menos diez de la mañana. Los oyentes de la SER escuchan a José Luis
Rodríguez Zapatero, candidato del PSOE en las elecciones del domingo, que se
expresa en estos términos: «ETA ha intentado intervenir en la campaña.
Pediría a todos los ciudadanos que el domingo, como reacción a ETA, hubiera
una participación masiva en las urnas». Y en estos otros: «[Me gustaría] que
la reacción de hoy de los partidos políticos fuera una reacción compartida,
una reacción conjunta, (...) donde nadie hiciera una valoración política que
pudiera dividir o enfrentar a los demócratas». Al poco, Gabilondo interviene
para hacer un llamamiento: «Todos aguardamos el espectáculo [sic] de la
política unida, y uniendo en torno a ella», contra el terrorismo, «a la
sociedad».

Las nueve. Boletín informativo. Iñaki Gabilondo: «Estamos hablando de una
masacre de extraordinaria importancia cuya autoría se desconoce, pero cuya
autoría todo el mundo sospecha». Incluimos las redundancias porque no
entorpecen la comprensión del texto. En todo caso la aclaran. A
continuación, Javier Álvarez corrige la información facilitada (y
confirmada) con anterioridad por su compañera Ana Terradillos. «Nos
confirman [la Policía y el juzgado de guardia] que se trata de explosiones
con temporizador, probablemente con unas mochilas depositadas en el interior
de esos trenes». Las mismas fuentes le confirman también que no ha habido
aviso por parte de los terroristas. Gabilondo, entonces, retoma el micrófono
y dice: «Son detalles que iremos poco a poco conociendo, pero que no alteran
lo sustancial del drama». «Lo importante -añade- es que todos debemos estar
unidos en torno a la autoridad».

Nueve y diez. Vuelve la tertulia. Habla Josep Ramoneda: «Recuerda mucho lo
de Hipercor (...) Sería bueno que los ciudadanos, el domingo, votasen lo que
hubiesen votado ayer (...) Que esto no influya en un solo ciudadano, y que,
en cualquier caso, el ciudadano sólo castigue al que rompa desde hoy al
domingo la unidad o intente utilizar políticamente este atentado». Unidad,
pues. Unidad ante y sobre todo. Contra el terrorismo. Sanción social contra
los aprovechateguis de turno. Que el formidable atentado no perturbe las
elecciones en ciernes. Alberto Surio, otro de los contertulios de Hoy por
Hoy, sentencia: «Que la unidad política entre los demócratas se salve, por
encima de todo. Que nadie trate de aprovecharse de esto». Gabilondo, por su
parte, sigue pretendiendo conjurar, aireándolo, aquello que le tiene
preocupado: «Vamos a ver los políticos y su altura, su capacidad de conducir
a la sociedad, en un momento como éste, por el camino adecuado».

Diez de la mañana. Boletín informativo. Javier Álvarez. Las fuentes que la
SER tiene entre los «investigadores» de los atentados dicen que «ETA está
detrás». Minutos más tarde, los oyentes de la cadena escuchan, por vez
primera, a un miembro del Gobierno. Se trata de Eduardo Zaplana, ministro
portavoz, que califica lo sucedido de «atentado contra la democracia
española»; «un asesinato colectivo -agrega- de esta banda criminal y asesina
de ETA». Tercia Gabilondo: «El lehendakari Ibarretxe* también habla del
asunto. Pide, más que nunca, que se hable de terrorismo, pero que no se
hable de terrorismo vasco, sino de terrorismo de ETA y de fieras». También
Llamazares tiene claro por entonces, sin esperar a más confirmaciones
policiales o ministeriales, quién ha cometido los crímenes. Dice el
dirigente comunista, y reproduce Gabilondo: «ETA es un monstruo herido de
muerte». Asimismo, el locutor más escuchado de la radio española informa de
que la dirección de ERC ha «condenado de forma total y absoluta estos
atentados». Josep Lluís Carod-Rovira, efectivamente, condena los atentados.
Y pide diálogo. «Alguien debe hacer que la palabra se convierta en el
instrumento definitivo para que se acabe la barbarie», dice el dirigente
independentista en la cadena SER, poco después de que, allí mismo, se emita
la consigna del momento: «Que nadie trate de aprovecharse de esto».

A las once menos cinco se procede a la explosión controlada de un artefacto
en la estación de Atocha. Allí, a las once, Ángel Acebes, ministro del
Interior, comparece por primera vez en público. La SER da cuenta de sus
declaraciones. El ministro pide «calma, serenidad»; «el Estado de
Derecho -afirma- dará respuesta adecuada y contundente a los responsables de
esta acción criminal». Dice más. Por ejemplo: «Les iremos dando a lo largo
del día toda la información, según vayamos teniéndola. De manera rigurosa,
seria. Pero ahora hay que dejar trabajar a los servicios de seguridad y
emergencias, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad».

En el boletín del mediodía, Javier Álvarez, citando «fuentes jurídicas de
absoluta solvencia», informa de que «ETA pretendía volar» uno de los trenes.
No lo consiguió porque había fallado la bomba colocada en el vagón de
cabeza, explicaba aquél. A la una de la tarde, y luego de ofrecer a su
audiencia las declaraciones de Luis Portero, presidente de la Asociación de
Víctimas del Terrorismo («Estamos ante el más atroz, ante el más vil, ante
el más salvaje, ante el más sangriento, ante el más criminal de todos los
atentados de la banda terrorista ETA»), José Antonio Marcos, director de
Hora 14, informa de que Arnaldo Otegi, portavoz del brazo político de ETA,
ha negado, en una comparecencia pública, que la banda hubiera perpetrado la
matanza. «Ha asegurado -amplía la información una periodista de la cadena-
que no contempla, ni siquiera como mera hipótesis, que ETA esté detrás de la
masacre de Madrid. También ha demostrado su absoluto rechazo a lo ocurrido».
«¿Ha dicho que no es ETA, pero no ha explicado por qué razones está
convencido de que ETA no está detrás de esta masacre?», replicaba al punto
Marcos. Su compañera, entonces, repite lo sustancial de la deposición de
Otegi, e indica que el proetarra no había empleado «en ningún momento la
palabra condena». Marcos no cree al batasuno: «Es imposible verificar en qué
se basa para hacer esa afirmación. Porque lo cierto es que, ya en las
pasadas Navidades, ETA intentó realizar otra masacre en Madrid»[2]. Y la
jefe de Documentación de la cadena, Ángeles Afuera, se encarga de refrescar
la memoria a la audiencia: «ETA planeaba hacer estallar dos bombas, de 25
kilos cada una, en Chamartín, el día de Nochebuena. Además, en plena hora
punta».

Acebes tampoco está por la labor de creer al portavoz de la ilegalizada
Batasuna. Cree que el proetarra pretende intoxicar, desviar la atención. De
ahí que en su siguiente comparecencia -a la una y media, y desde el Palacio
de la Moncloa- recuerde que ETA buscaba desde hacía tiempo cometer una
«masacre en España». A las dos, José Antonio Marcos daba inicio a Hora 14
haciéndose eco de las palabras de Acebes: «El ministro del Interior
considera que ha sido ETA. No admite, por tanto, con los datos que maneja en
estos momentos, ninguna otra hipótesis». Y luego reproduce unas
declaraciones del titular de Justicia, José María Michavila: «Es una masacre
que ETA ha intentado en varias ocasiones. Esta vez no se ha podido impedir».

Hora y media más tarde, Ana Terradillos divulga esta exclusiva: «No se ha
hecho público todavía, pero fuentes del Ministerio del Interior nos lo
acaban de confirmar. La carga explosiva está compuesta por titadine[3] y
dinamita reforzada». De inmediato, remacha: «Hablamos, por tanto,
efectivamente de ETA, del modo de actuar de ETA»; «aunque -prosigue- hoy se
han saltado uno de sus rituales: avisar de la colocación del artefacto». Tal
modo insólito de actuar lo atribuyen las «fuentes de la lucha
antiterrorista» consultadas por la cadena SER, entre otras causas, «a la
gente joven, que no ha seguido las directrices de la cúpula».

Avanza la tarde. El boletín de las seis principia así: «Ciento ochenta y
seis muertos. En torno al millar de heridos. Así se escribe hoy la matanza
que la banda terrorista ETA ha cometido en Madrid». A las siete comienza el
Especial Informativo programado por la radio de Polanco. Carlos Llamas,
director de Hora 25, entra en antena haciendo la siguiente declaración: «Es
el momento de sentir la democracia como la expresión más inamovible de los
ciudadanos de este país. Es ese momento en el que proclamamos que el
Gobierno se convierte en un Gobierno sin color político; es nuestro
Gobierno, y al frente de él, nuestro presidente, José María Aznar». Poco
después, y tras saber -por boca de su compañero Javier Ruiz- que el Ibex
estaba perdiendo un 2'2% («es una caída muy fuerte») pero que hay «cierta
calma» en Wall Street porque «el portavoz de la Casa Blanca ha salido a
decir: no es Al Qaeda, no tenemos ninguna prueba de ello», Llamas comenta:
«(...) la repercusión mundial hubiera sido de otro orden si el atentado
tuviera distinta firma de la que parece tener»; «porque no tenemos la
certeza, pero todo apunta a que ha sido la banda terrorista ETA -coincide
Llamas con el Gobierno-, pese a que alguno de sus amigos dudara de que sus
colegas de la pistola [llegaran] a hacer lo que [han hecho]». Se refiere,
obviamente, a Arnaldo Otegi, que se decantaba por la «resistencia árabe»
como autora de la matanza.

Las ocho. «¿Hay algún dato que podamos aportar en concreto, alguna
novedad?», pregunta Carlos Llamas a Javier Álvarez. Sí las hay. Entre ellas,
ésta, verificada por las fuentes de la casa: «Desde la Comisaría General de
Información se tiene localizados, al menos identificados visualmente (...),
a los presuntos autores de este asesinato». Para dar mayor relevancia a la
exclusiva que las citadas fuentes habían proporcionado a la SER, Álvarez
proclamaba: «Tengo sus nueve fotografías delante». «Es una lista que tenemos
en nuestra mano, las fotografías de los nueve presuntos miembros de ETA que
han podido intervenir en este macabro atentado».

Ocho y veinte. Tercera comparecencia de Ángel Acebes. Anuncia que se ha
encontrado una cinta con versículos del Corán en el interior de una
furgoneta[4] intervenida en Alcalá de Henares. Carlos Llamas, a las ocho y
veintinueve, comenta: «Este dato es fundamental; tal vez en este dato esté
una de las claves de la alocución del presidente del Gobierno, que, en
ningún momento, y así lo habíamos notado, escuchando en la redacción, en
ningún momento habla de la banda terrorista ETA». En ningún momento hasta
entonces los oyentes de la SER habían tenido ningún indicio de que ellos
hubieran notado que Aznar no había mencionado a ETA. El presidente había
hablado a las dos y media de la tarde.

Ocho y media. Mensaje del Rey. Carlos Llamas: «El Jefe del Estado, al igual
que hizo el jefe del Gobierno (...), no pronuncia la palabra ETA». Pocos
minutos después confiesa a sus oyentes que alberga dudas: «Parece, en
principio, demasiado obvio que dejaran allí colocada, en la furgoneta, esa
cinta, pero la verdad es que nos ha sumido en la confusión». Y, acto
seguido: «Hemos de reproducir aquello que nos dicen nuestras autoridades: el
ministro del Interior nos dice que la hipótesis es la autoría de ETA, pero
no se descartan otras. A raíz de ese (...) dato, de la localización de esa
cinta, no se descarta la participación de grupos fundamentalistas: de Al
Qaeda o vaya usted a saber, no quiero ponerle siglas a los posibles
autores».

Al filo de las nueve, el director de Hora 25 declara: «A partir de ahora, yo
creo que, en aras de la prudencia, vamos a hablar en el mismo sentido que
han hecho el Rey y el presidente del Gobierno: no descartar ninguna
hipótesis y hablar de acto terrorista en Madrid. No ponerle firma a la
barbarie ocurrida esta mañana en la capital».

Las nueve. Javier Álvarez rectifica una información de las confirmadas por
la cadena SER: el explosivo ya no era titadine, «como hemos venido
manteniendo, sino (...) dinamita». «Bien es cierto que titadine es
dinamita -continuaba Álvarez, con cierto atropello-, lo que pasa [es] que
ahí, el trabajo incesante de los Tedax, está trabajando para determinar de
qué explosivo tenemos que hablar». Inmediatamente sale al quite Carlos
Llamas: «Voy a ahondar en el llamamiento, ahora también -catorce horas
después de los atentados- extendiéndolo al ámbito informativo, a la
prudencia (...) Nosotros, con toda honradez, les trasladamos todos los datos
que nos van llegando, por parte de las autoridades y de nuestras fuentes.
Todo lo que vayamos diciendo puede ser confirmado o desmentido con las
horas». Incluso lo previamente confirmado. Piden comprensión.

Un tertuliano, Carlos Mendo, da cuenta de lo que ha escuchado en la BBC, esa
misma tarde, a «una persona que fue jefe del contraespionaje británico».
«Daba tres posibilidades: una (...), que hubiera sido ETA; segunda (...),
que no hubiera sido ETA y hubiera sido un grupo árabe; y tercera
posibilidad: que hubiera sido una combinación de las dos cosas. (...) este
almirante, cuyo nombre se me ha olvidado, decía que, a partir del 11-S,
todos los grupos terroristas del mundo estaban actuando como una especie de
mafia internacional, y que unos se copiaban a otros, y que el 11-S fue la
culminación de un efecto para mostrar al mundo que los atentados
individuales no servían para nada, y que lo que realmente causaba conmoción
en la opinión pública era la matanza indiscriminada de civiles».
«Él -finaliza Mendo su exposición- se apuntaba a la tercera tesis: autoría
[de] ETA; logística [a cargo de otro] grupo. Él hablaba abiertamente de Al
Qaeda».

Carlos Llamas cae entonces en la cuenta de que ETA habría tenido francamente
complicado anunciar la matanza que previó cometer en la capital de España el
día de Nochebuena: «En la estación de Chamartín lo quería hacer también
[con] los trenes. Y tuvimos conocimiento de un pequeño detalle: que la cinta
con un supuesto aviso de la bomba iba en un cassette que no llevaba pilas;
las pilas estaban gastadas, de manera que no hubiera habido aviso. De manera
que se habría truncado el mínimo límite moral de la banda terrorista en
relación con sus atentados».

El director de Hora 20, Pedro Blanco, también está en los estudios centrales
de la cadena SER, en la Gran Vía madrileña. «Absoluta cautela, dice. Lo
sirve Reuters. Cita al periódico Al Quds Al Arabi, en Londres, y asegura que
Al Qaeda[5], en una carta, reivindica los atentados de España. Ya les digo
que con absoluta cautela. Las fuentes son esas». Esas son las fuentes.

Cunde el ansia por desvelar quiénes son los responsables de la barbarie.
Ignoramos si, a esas alturas de la jornada, Javier Álvarez sigue teniendo en
las manos las fotografías de los etarras que, según las fuentes de la cadena
SER en la Comisaría General de Información, podrían haber cometido la
matanza. Sí sabemos que José María Ridao, tertuliano habitual de Hoy por
Hoy, pide a Interior que, «en la medida de lo posible, se vayan aclarando
las cuestiones de la autoría. Es muy importante». Carlos Llamas, con un
punto de desconfianza, dice: «Quiero creer, porque si no me sentiría muy
mal, que cuando (...) el ministro del Interior ha aportado ese dato [el
hallazgo de la furgoneta], que ha cambiado el escenario al que nos
enfrentábamos, era el momento más temprano [en] que lo podía dar».

Según los documentos sobre el 11-M desclasificados por el Gobierno, a las 10'50
horas un ciudadano se puso en contacto con la Policía de Alcalá de Henares
para dar cuenta de las sospechas que le infundía una furgoneta aparcada en
las inmediaciones de su lugar de trabajo. La inspección ocular in situ del
vehículo concluyó a las 14'15. Una hora y cuarto más tarde era depositado en
el Complejo Policial de Canillas, donde fue objeto de una nueva inspección,
a resultas de la cual se hallaron siete detonadores (debajo del asiento del
conductor) y una cinta de casete (en la guantera) con caracteres árabes en
la carátula. El registro tuvo lugar entre las 15'30 y las 18'00 horas. Con
posterioridad se envió la referida cinta a los Servicios de Información de
la Policía, para que se tradujera al español. A las 20'20 horas, como ya se
ha señalado, el ministro del Interior comparecía en público para informar
del hallazgo. Diez minutos antes, el presidente del Gobierno había
telefoneado al secretario general del PSOE y a los directores de los
principales diarios para comunicarles las novedades.

De nuevo en la tertulia nocturna de la cadena SER. Allí, luego de que Carlos
Llamas haya dicho aquello de «quiero creer...», María Esperanza Sánchez,
periodista de la casa y tertuliana en Hoy por Hoy y Hora 25, ejercita la
memoria: «A media mañana el ministro dijo que, en estos momentos, no hay
ninguna duda de que la autoría es de ETA». Le sucede en el turno de palabra
el propio Llamas: «Todo lo que vaya ocurriendo hoy lo apunto al
comportamiento humano, (...) cualquiera puede, si quieres, meter la pata».
«Sobre todo -tira del hilo Mendo-, porque era una suma de indicios que
llevaban a eso (...) Si hay un atentado terrorista, sobre todo cuando ha
habido una pauta de acontecimientos, es que ha sido ETA». Y tras él, de
nuevo Llamas: «Otegi (...) ha restado credibilidad a la autoría de ETA. Pero
algunos recordaban que, tras el atentado de Hipercor, algunos dirigentes de
Batasuna expresaron iguales dudas; no podían creer que la banda, para ellos
gudaris, [hubiera] caído en esa inmoralidad».

Más tarde, Emilio Contreras, otro integrante de la tertulia de Hora 25,
comparte con la audiencia sus reflexiones: «Me temo que en 72 horas no se va
a saber [quiénes son los autores de la matanza. El plazo alude a lo que
quedaba para el 14-M]. Por lo tanto, lo que hay que hacer es dejar trabajar
con profesionalidad a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A mí me
ha tranquilizado que haya sido el propio ministro [del Interior], en una
rueda de prensa, el que ha dicho que se ha encontrado una cinta (...) Cabe
la posibilidad de que sea Al Qaeda, pero cabe la posibilidad de que ETA haya
dejado ese señuelo para confundir a las fuerzas del orden. En cualquier
caso, si ha sido ETA, nunca reivindicaría este atentado. Nunca (...) Ya sabe
(...) la crisis interna que le [produjeron los] veintitantos muertos en
Hipercor».

Terrorista suicida

Las diez de la noche, tiene lugar la nueva y estremecedora exclusiva de la
radio propiedad de Jesús Polanco. Le pone voz Ana Terradillos: «Tres fuentes
distintas de la lucha antiterrorista han confirmado a la cadena SER que en
el primer vagón del tren que explotaba antes de llegar a Atocha iba un
terrorista suicida[6]. Interior no lo confirma».

A partir de este momento, como impulsadas por un resorte, comienzan las
alusiones a la guerra. Así, Ángeles Afuera dice: «Desde que finalizara la
intervención en Irak, grupos islámicos han actuado (...) contra los países
que apoyaron a Estados Unidos». Cita en primer lugar el atentado de
Casablanca (16 de mayo de 2003), en jovenlandia, país que no apoyó la
intervención. Tampoco la apoyó Arabia Saudí, ni Túnez, ni el propio Irak
postsadamita, que también han sufrido el terrorismo islámico, pero Afuera,
jefe de Documentación de la cadena SER, no recurre a estos ejemplos. Carlos
Llamas, haciendo un uso peculiar de la prudencia que preconizaba con
anterioridad, se despacha con esta frase-recordatorio: «Existencia, presunta
existencia [sic], de un terrorista suicida entre las víctimas del atentado
de hoy». Y José María Ridao asevera, categórico como sólo puede serlo un
experto: «La existencia de un presunto terrorista suicida... eso para el
Ministerio del Interior es de comprobación rápida. De hecho, hay tres
fuentes que nos lo han confirmado». «Interior puede saber -abonaba la duda
recién sembrada-, si no lo sabe ya, si ha existido un terrorista suicida».
Miguel Ángel Aguilar, por su parte, aporta un dato inaudito, en el que nadie
ha reparado: «Hasta ahora, en ningún atentado de ETA ha habido ningún
terrorista suicida». En cambio, Félix Bayón se decanta por «mirar con lupa»
cualquier reivindicación de la matanza. «Tened en cuenta -advertía- [que] el
atentado de Hipercor, que se queda pequeño comparado con esta barbaridad,
tardó en reivindicarse bastantes semanas».

De nuevo Ángeles Afuera. De nuevo la guerra de Irak. Recuerda que Tarek
Aziz, ministro de Exteriores de la tiranía baasista, había advertido a
España de las consecuencias de su alineamiento con EEUU: «El ataque a
Irak -afirmaba o amenazaba Aziz, el 4 de febrero de 2003- provocará la
extensión del terrorismo, y eso afectará a la vida y a la paz de los
españoles». La responsable de Documentación de la radio de Polanco rescata
también una grabación atribuida a Ben Laden y fechada el 18 de octubre de
2003: «Nos reservamos el derecho a responder, en el momento y el lugar
oportuno, a todos los países que participan en esta guerra injusta»,
amenazaba en la misma el criminal saudí. «La información del señor Tarek
Aziz se cae por los pies -replicaba Carlos Mendo-, porque los tres atentados
más sangrientos llevados a cabo durante y después de la guerra se cometieron
en tres países que no habían participado en la guerra, y que además estaban
en contra de ella: Turquía, que negó el paso a las tropas norteamericanas,
jovenlandia e Indonesia».

Pasadas las once menos diez, Carlos Llamas dice: «No sería este el momento,
si fuera ETA, de andar tirando los trastos por el comportamiento de tal o de
cual, si lo ha hecho mejor éste o el otro o si utiliza o no utiliza el
terrorismo éste o el otro. Eso, lo mismo si fuera realmente Al Qaeda quien
estuviera detrás. No creo que sea éste el momento. Me decían algunos
compañeros: hay gente que está llamando en este sentido. Bueno, pues no
quiero rebotarlos en antena... el pedir cuentas de por qué, mire usted, nos
metió en... No, mire usted».

Las once. Carlos Cala, redactor de la cadena SER, insiste: «Varias fuentes
de la investigación aseguran que, en el tren en el que se produjo la primera
explosión, viajaba un terrorista suicida, aunque Interior no lo confirma».
Varias fuentes. (Tres). De la investigación. Aseguran. E Interior sin
confirmarlo.

A las once y cuarto, declaraciones de Llamazares: «Espero que el ministro
del Interior nos explique algunas cosas, para que no tengamos que seguir
mordiéndonos la lengua». Que nos las explique «mañana, antes de que vayamos
a las elecciones». Que nos explique «por qué ahora, al final del día, cuando
ha sido constante el argumento del Ministerio en todos los medios de
comunicación [en el sentido de que ETA estaba detrás de la matanza], ahora,
al final del día, el ministro acepta como posible la hipótesis de Al Qaeda».
Que nos lo explique, porque «ya no estamos hablando del atentado (...)
Estamos hablando de la política de información del Ministerio; estamos
hablando de una política de información muy delicada, en un momento aún más
delicado: el momento electoral».

Carlos Mendo muestra plena confianza en Ángel Acebes y aboga por respetar
los tiempos y las pautas de la investigación: «No se puede, para contentar a
unas personas (...), acelerar los trámites para luego dar un paso en falso,
que sería todavía peor de lo que pide el señor Llamazares».

Once y treinta y siete de la noche. La audiencia de la cadena SER escucha a
Alfredo Pérez Rubalcaba, que dice: «Nosotros, cuando salió José Luis
Rodríguez Zapatero, habíamos visto la información que había dado a los
españoles el ministro del Interior, que había asegurado con mucha firmeza
que era ETA. Incluso había dicho con mucha firmeza que nadie podía poner en
duda la autoría de ETA. (...) nosotros en esto siempre creemos al Gobierno,
y por tanto nosotros, cuando salimos, hablamos de ETA (...), del atentado
más horrible que ETA ha realizado jamás en España». Zapatero salió a las
nueve menos diez, dos horas antes de que lo hiciera Ángel Acebes; salió
incluso una hora antes de que José María Aznar le informara de la situación,
según se desprende de los documentos desclasificados por el Gobierno[7].

Un cuarto de hora antes de la medianoche, la radio de Polanco informa de que
las autoridades españolas han pedido ayuda a Israel[8] para identificar los
restos de las víctimas mortales de los atentados. Miguel Ángel Aguilar se
pregunta: «¿No podría tener algo que ver (...) con la identificación de ese
suicida que se dice que iba en el ferrocarril?». El suicida. Carlos Llamas
opta por la contención: «Ni siquiera ese dato que hemos aportado es
incontrovertido [sic] (...) Tres fuentes son tres fuentes, pero no es la
garantía del 100%».

12 de marzo, viernes

A la una y media de la noche se ha practicado la autopsia a todos los
cadáveres. El Instituto Anatómico Forense (IAF) confirma entonces que no se
ha hallado nada que permita especular con la existencia de un terrorista
suicida entre las víctimas mortales. En palabras de Carmen Baladía Olmedo,
directora del IAF, «en ningún caso se han encontrado datos o signos
indiciarios con base científica que permitan suponer la existencia de un
suicida entre las víctimas»[9]. No obstante, los oyentes de la radio de
Polanco todavía escucharán a Iñaki Gabilondo, en Hoy por Hoy, expresarse en
estos términos: «Fuentes de la lucha antiterrorista han apuntado a la cadena
SER la posibilidad de que un terrorista se haya inmolado [sic] en uno de los
trenes. Sin embargo, tanto el Ministerio del Interior como el portavoz del
Gobierno niegan esta información, al menos por el momento». A decir verdad,
tanto Interior como el portavoz del Gobierno desmentían tal información; la
desmentían, no la negaban. Tampoco es lo mismo perpetrar un atentado
suicida, matarse uno mismo y asesinar a los demás, que inmolarse. Un locutor
de la casa recoge el testigo de la locución e hila más fino: «Las fuentes
consultadas por la SER confirman que una persona llevaba tres capas de ropa
interior y estaba muy afeitada, una práctica muy habitual entre los comandos
suicidas islámicos antes de inmolarse». Sic, de nuevo.

Este párrafo de la presentación que Gabilondo hace a las siete resume bien
la cobertura que hizo esta edición de Hoy por Hoy: «España no vive un día
cualquiera; vive la antevíspera de una jornada de elecciones generales, que
no debe tampoco olvidarse. Por otro lado, una línea de enorme importancia, y
que está planteando ahora mismo un gigantesco interrogante, (...) es la
autoría de los atentados. Porque, por el momento, no se descarta que sea ETA
y no se descarta que sea Al Qaeda. Las investigaciones del Ministerio del
Interior tratan ahora de esclarecer la pista que podría llevar a Al Qaeda.
Recuerden ustedes que ayer, a eso de las dos de la tarde, el ministerio del
Interior, Ángel Acebes, aseguraba que los atentados eran perpetrados por
ETA, y que en ese sentido se movieron todas las interpretaciones, y también
las páginas de las ediciones especiales de los periódicos que se pusieron en
circulación antes de la hora de comer. Pero, horas después, pasadas las ocho
de la tarde, el propio Acebes compareció ante los medios de comunicación
para anunciar que se había hallado en Alcalá de Henares una furgoneta, (...)
en la que se habían encontrado (...) siete detonadores y (...) una cinta con
versos del Corán. Decía Acebes que esto no cerraba la investigación en torno
a ETA, pero que abría una segunda línea de investigación».

Pasadas las doce del mediodía, las fuentes de la SER en la lucha
antiterrorista le permiten hacer pública la siguiente información, cinco
horas antes de que lo hiciera el ministro del Interior: «La Policía ha
podido recuperar una mochila cargada con 10'2 kilos de un explosivo plástico
fabricado (...) en España, del tipo especial C, con el sello ECO, que se
corresponde con la antigua marca de Explosivos Riotinto. El detonador (...)
es también de fabricación española, (...) de cobre (...) Según los
responsables de la investigación para los explosivos, la mochila[10] fue
encontrada en uno de los trenes (...) Se trasladó a la comisaría de
Vallecas, y allí, de madrugada, fue (...) investigada por los Tedax».
«Interior ha dicho -continuaba Javier Álvarez en el mismo boletín (13'00
horas)- que le consta únicamente la existencia de esta mochila, cargada de
explosivos, pero no nos confirma ni la composición del artefacto ni el
origen de sus componentes. Sin embargo, las otras fuentes consultadas
aseguran que ya todo parece indicar que no se trata de los componentes
utilizados por ETA y (...) sostienen que [pudiera] ser otro grupo terrorista
vinculado con el extremismo islámico. Nos dicen que Al Qaeda».

«Demandas de información al Ejecutivo». Así empezaba el boletín de las cinco
de la tarde. «Hoy, el presidente del Gobierno (...) ha justificado al
ministro del Interior, que ayer, a primera hora, responsabilizaba de los
atentados a la banda terrorista ETA. José María Aznar ponía un ejemplo
desmentido inmediatamente por un portavoz de los Mossos de Esquadra». Aznar
había hecho alusión a los atentados que pretendía perpetrar la banda
terrorista, con mochilas bomba, en la estación de esquí de Baqueira Beret,
en el Pirineo leridano. El portavoz de la Policía autonómica catalana
requerido por la cadena SER declaraba, a este respecto: «(...) en ningún
momento se detectó ni se montó ningún dispositivo especializado para
desactivar ningún artefacto explosivo durante todo este período [las pasadas
Navidades] (...) En el valle de Arán hace muchísimo tiempo que no se monta
ningún dispositivo generado por la existencia de algún artefacto explosivo».

Entre los papeles desclasificados por el Gobierno, hay una nota informativa
del CNI, fechada el día de la matanza -«Atentados terroristas en Madrid»- en
la que se argumenta por qué parece «casi seguro» la autoría de ETA[11]: «A
falta de resultados de los análisis periciales sobre la composición y
características de los artefactos, el procedimiento es el que ETA ha
empleado en buena parte de las acciones terroristas que ha realizado o
intentado en los últimos años. En este sentido, hay que recordar la
intención de hacer volar el tren Madrid-Irún las pasadas Navidades mediante
maletas bomba, así como la confesión de los terroristas detenidos en la
madrugada del 29.02.2004 -cuando trasladaban a Madrid una furgoneta bomba
con 536 Kg. de explosivo-, quienes reconocieron que en las mismas fechas
navideñas intentaron diseminar varias mochilas con explosivos en la estación
de esquí de Baqueira-Beret.[12]

A las siete de la tarde, Carlos Llamas abre el Especial Informativo de la
cadena SER con estas palabras: «ETA acaba de emitir un comunicado negando su
participación en los atentados, en tanto que el ministro del Interior
insiste en que la vía etarra [sic] sigue siendo la principal
sospechosa»[13]. Acto seguido, añade: «Da igual, sea quien sea. Aunque ya
sabemos que políticamente no da igual quién sea el asesino». Tras reproducir
las declaraciones que hizo Acebes a las seis (cuando informó del hallazgo de
la mochila), el conductor de Hora 25 comenta: «Según el ministro, la
principal vía sigue siendo la de ETA, aunque todo vuelve a estar en el
terreno de la incertidumbre, porque el ritmo de las investigaciones puede
ser mucho más lento que la avidez que tenemos todos por saber». Un
periodista de la casa informa a continuación de que no hay tal comunicado de
la banda terrorista vasca: «ETA hace una llamada a Gara, a eso de las seis
de la tarde, y otra a ETB [Euskal Telebista], (...) diez minutos después.
Nos hemos puesto en contacto con los dos medios. No hay comunicado. Se trata
de una llamada de un comunicante que dice ser el mismo que aparecía en el
vídeo donde los terroristas declaraban la tregua en Cataluña. El comunicante
ha pedido a ETB que le grabase, pero según ETB ha sido imposible por la
rapidez de la comunicación».

De nuevo Llamas: «Horas antes, el presidente Aznar, de algún modo, preparaba
el terreno diciendo que no hay que dar ninguna credibilidad a ETA». Y otra
vez Llamas: «Aznar pedía nula credibilidad a ETA. Comportamiento que
contrasta con un hecho reciente: la credibilidad y difusión que obtuvo el
comunicado de ETA en el que daba cuenta de la reunión con Carod Rovira y de
la tregua en Cataluña». Conviene recordar que el célebre encuentro de
Perpiñán fue dado a conocer en un primer momento por el diario ABC, después
por el propio dirigente independentista catalán y, finalmente, por la banda
terrorista.

El director del informativo nocturno de la cadena SER fija más tarde su
atención en la titular de Exteriores, Ana Palacio: «(...) ayer [enviaba] una
circular a todos los embajadores españoles (...), en la que les ordenaba que
confirmasen ante las autoridades y medios de comunicación la autoría de ETA.
La circular fue remitida (...) poco después de las cinco de la tarde, es
decir, cuando ya se había abierto la hipótesis de que Al Qaeda pudiera estar
detrás de los atentados de Madrid». Carlos Carnicero, con tales datos,
sentencia: «Si la ministra no sabía a esas horas que había dudas es una
irresponsable, y si lo sabía es una mentirosa. Indujo a los embajadores a
que intoxiquen [sic]». La circular en cuestión fue remitida a nuestros
diplomáticos a las 17'29; antes (tres horas antes) de que Acebes hiciera
público el hallazgo de la furgoneta de Alcalá; antes (una hora y cuarto
antes) de que éste se reuniera con los responsables policiales para valorar
la importancia de lo descubierto en la furgoneta; antes (media hora antes)
de que se procediera al tratamiento y reproducción de la cinta coránica. La
circular en cuestión -que forma parte de los documentos desclasificados por
el Gobierno- decía: «En relación con el brutal atentado que se ha cometido
hoy en Madrid y los esfuerzos que desde alguna fuerza política
[declaraciones de Otegi] se han hecho para intentar confundir sobre la
autoría del mismo, señalo lo siguiente: El ministro del Interior ha
confirmado la autoría de ETA. Así lo confirma el explosivo utilizado[14] y
el patrón utilizado en los mismos [atentados], que es el habitual en ETA,
así como otras informaciones que aún no se han hecho públicas por razones
obvias (...) Deberá V.E. aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten
para confirmar autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a
disipar cualquier tipo de duda que ciertas partes interesadas puedan querer
hacer surgir en torno a quién está detrás de estos atentados. Y si lo
considera oportuno, acudir a los medios para exponer estos hechos».

¿Quién ha sido? Media España se había echado a la calle la tarde de aquel
viernes, convocada por el Gobierno. Según Carlos Llamas, en la manifestación
de Madrid «el eslogan más coreado» ha sido uno de orden inquisitivo: «¿Quién
ha sido?». Cuando, pasadas las diez de la noche, el director de Hora 25 da
paso a la tertulia: «Ayer dijimos que no era el momento de [hacer]
determinadas declaraciones políticas. Yo creo que lo cumplimos. Nos
autodisciplinamos para que fuera así. Pasan las horas, se van acumulando una
serie de datos y todo ello conforma un escenario que sí merece comentario».
Carlos Carnicero se despacha contra el Gobierno: «Es importante no caer en
la trampa de decir que el duelo puede evitar hablar de algo tan fundamental
y que va a marcar la vida de este país durante los próximos cuatro años
(...) Me niego a creer que en el banco de datos del Ministerio del Interior
(...) no se tenga conocimiento de en qué fecha fue robada [la dinamita]
(...) Creo que estamos ante una maniobra que tiene pinta de intoxicación, y
el drama es que lo que suceda el domingo no tiene remedio y va a estar
condicionado por la generosidad de los españoles (...) Toda esta mala
voluntad va a condicionar el resultado del domingo, y eso es inevitable».
Félix Bayón prefiere explicar a la audiencia por qué estamos todos perdidos,
según Llamas, en un «mar de la confusión»: «Hay una bolsa bastante
importante de indecisos y, evidentemente, la identificación del atentado con
Al Qaeda puede hacer reflexionar a la gente».

Un experto en terrorismo, Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política en la
Universidad Carlos III de Madrid, interviene a eso de las once de la noche
en el programa y ofrece motivos para no descartar ni a ETA ni a Al Qaeda:
«Se puede argumentar que ETA está detrás de esta atrocidad porque, aunque es
cierto que este tipo de atentados se asemeja mucho más al que cometen grupos
fundamentalistas islámicos, es decir, atentados en serie coordinados, no
podemos ignorar que ETA ha utilizado esa metodología (...) en el pasado
(...) Recordemos cómo, en junio de 2002, ETA [colocaba] varios coches bomba
el mismo día, coincidiendo con la Cumbre [Europea] de Sevilla, en diferentes
ciudades españolas. Recordemos también cómo, en julio de 1979, trece
personas murieron asesinadas por explosivos colocados por ETA en Atocha,
Chamartín y Barajas. Recordemos que hay documentos interceptados [a] ETA
(...) en los que se indica que hay que romper tabúes [y] se sugiere que hay
que pasar a un modus operandi que suponga una mayor letalidad. Hay
argumentos para mantener que ETA se encuentra detrás de esta masacre (...)
La organización no puede saber cuál es el efecto de esos 500 kilos [se
refiere a los intervenidos en la furgoneta de Cañaveras] porque nunca los ha
utilizado, y eso mismo puede haber ocurrido con este atentado. Pero también
Al Qaeda puede estar detrás (...)».

13 de marzo

Jornada de reflexión. En la programación matinal de la cadena SER se dice:
«Siguen las investigaciones, y sigue sin respuesta la pregunta que ayer se
hacían miles de ciudadanos en las calles de toda España: ¿Quién ha sido?
¿Quién ha puesto trece bombas en cuatro trenes de cercanías? ¿Quién ha
dado de baja de la suscripción de la vita a 199 personas?»; «El Gobierno insiste, la hipótesis oficial sigue
siendo que la autoría es de ETA, pero cada vez son más los agentes
antiterroristas que se inclinan por el terrorismo islámico»; «Hace más de un
día de eso [el hallazgo de la furgoneta de Alcalá] y todavía no han sido
capaces de traducirla [la cinta con versículos del Corán]»[15]; «Tras el
comunicado de ETA en Gara, desligándose de este atentado, hemos preguntado
al ministro [del Interior] su opinión. Nos ha contestado que no se lo cree»;
«No se lo cree, no se lo creen, como sí creyeron en su momento el comunicado
en el que la banda anunciaba la tregua para Cataluña»... En fin: «En fin,
difícilmente vamos a saber algo en las próximas horas, en esta jornada de
reflexión, aunque el Gobierno se ha empeñado en extender la idea de que ha
sido ETA». La carta de Ana Palacio a las embajadas, los cortes que
reproducían el grito de «¿Quién ha sido?», las palabras de Acebes en la
tarde del viernes se escuchan una y otra vez entre las 6 y las 9 de la
mañana.

A esa hora del sábado comienza en la radio de Polanco el espacio A Vivir Que
Son Dos Días, dirigido por Fernando G. Delgado. En la tertulia, Eduardo
Sotillos denuncia que España iba a celebrar unas elecciones absolutamente
falsificadas, mientras que Eduardo Haro Tecglen dice: «Es evidente que el
Gobierno quiere que haya sido ETA, porque es su lucha, es su objetivo desde
el principio, [hacer de] ETA (...) la culpable de todo lo que pasa en el
país». Dice también que los atentados son, «se sabe», «un acto de guerra,
una respuesta a Europa, y especialmente a España, que era agitadora de la
guerra (...) en las Azores, en la ONU y en todas partes». «ETA lo ha
negado -comentaba el anciano columnista de El País- y las organizaciones
islámicas lo han afirmado, y lo ha afirmado Al Yazira... Pues no hay más
vueltas que darle. Es un acto de guerra».

Delgado aporta también su reflexión: «Ahora pretende establecerse una
división entre los que preferirían que [haya sido] ETA y los que preferirían
que [haya sido] Al Qaeda[16]. Desde luego, los que prefieran Al Qaeda, y
pongo énfasis en el verbo, quiero decir que lo estoy poniendo entre
comillas, no tienen... al menos no se ve una manifestación explícita de
esto, mientras que los que quieren que sea ETA, y pongo también entre
comillas el verbo, parece que tienen una expresión muy clara. Me da miedo
que el Gobierno nos esté dando una información que no obedezca a la realidad
y al rigor de la investigación». Fernando G. Delgado es recordado por haber
dicho a sus oyentes en las Generales de 2000 que el PP era heredero directo
de los asesinos de Federico García Lorca.

Más tarde, Peridis reflexiona evocador, tras escuchar una crónica de Olga
Rodríguez desde el tanatorio: «He cerrado los ojos (...) y se me ponían los
pelos de punta. La voz de Olga Rodríguez nos acompañó desde Bagdad en los
bombardeos, cuando estaban calientes las manifestaciones contra la guerra
(...), y me ha traído la guerra a mi cuerpo, a mis sensaciones, siento
escalofríos porque es una parábola (...) Nos dijeron, cuando la guerra de
Irak (...), [que] esto iba a ser un país más seguro. La pregunta de mañana
es: ¿somos un país más seguro ahora que hace un año?, ¿puede confiar en sus
gobernantes?, ¿cree que le mienten?, ¿le han mentido entonces?, ¿le van a
mentir ahora?». El arquitecto y viñetista también comenta cómo va decayendo
el eslogan «Ha sido ETA»: «El de ETA es un terrorismo al que estamos
acostumbrados y [que] sabemos combatir: contamos con la ayuda de Francia, no
se suicidan, escapan después de los atentados y dejan pistas. Si es
terrorismo islámico y se han suicidado, estamos en una guerra de otras
características». Antes del mediodía, llega la palabra del filósofo Emilio
Lledó: «¿Qué ideales vamos a tener si un político, conscientemente, nos
engaña? ¿Qué tipo de política vamos a creer que se alimenta de la mentira?
(...) Yo no sé quién es [el culpable], pero eso no debería hacernos cambiar
nuestro ideal de patriotismo, que no consiste en reconquistas perejílicas,
en patriotismos anticuados y falsificados».

A las catorce horas, Javier Casal, director del informativo, abre su
programa diciendo: «Sábado de trágica reflexión, y con dos preguntas sin
respuesta; la primera: ¿por qué?; la segunda: ¿quién ha sido el autor o
autores de la mayor tragedia desde la Guerra Civil?». Momentos después daba
paso a Ana Terradillos, que se encontraba en el Ministerio del Interior y
que informaba de que estaba a punto de reunirse la comisión de atención a
las víctimas del terrorismo. «Se espera también una actualización de datos
de fallecidos y heridos. Lo que parece que no toca hoy -proseguía la
periodista de la cadena SER-, lo que parece que no va a haber hoy, según
fuentes de este Ministerio, es ninguna novedad».

Pero las habría, y de nuevo las conoceríamos por la radio de Polanco. A las
tres y cinco, Javier Álvarez daba cuenta de ellas: «Novedades (...) El
Centro Nacional de Inteligencia cree que el atentado es obra del terrorismo
islámico. Fuentes del CNI han confirmado a esta redacción que todos sus
agentes trabajan ya al 99% de posibilidades de que nos encontramos ante un
atentado de corte radical islamista cometido por un grupo numeroso, entre 10
ó 15 individuos, que pueden estar ya fuera del país, que colocaron las
mochilas e inmediatamente después huyeron. Estas fuentes aseguran que desde
el jueves advirtieron a Interior [de] que la hipótesis de ETA era muy vaga y
[de] que el islamismo radical podría ser el autor (...) También avisaron al
ministro, en este sentido, expertos de la Policía y de la Guardia Civil».
Casi dos horas más tarde, a las cinco menos diez, Jorge Dezcallar, director
del CNI, desmiente, por medio de la agencia EFE, las informaciones de la
cadena SER, tanto lo del «99% de posibilidades» como lo de que se hubiera
advertido a Interior de la vaguedad de la pista etarra. Asimismo, Dezcallar
confirmaba que se seguía investigando también a ETA. No obstante, la SER ya
no dejaría de repetir la consigna del «99%».

La tensión va aumentando, en la calle, en los medios de comunicación y en
los partidos políticos. Así, en el boletín de las seis se escucha a una
locutora decir: «Izquierda Unida, después de la comparecencia de Ángel
Acebes [se había producido a las 14'30, y en ella el ministro había dicho
que no se descartaba la colaboración de bandas terroristas en la matanza],
ha denunciado una estrategia de manipulación informativa por parte del
Partido Popular, lo que la coalición llama un golpe de Estado informativo
del PP».

Carrusel deportivo

A las seis y cinco de la tarde, Paco González, codirector de Carrusel
Deportivo, saluda a su audiencia de esta guisa: «Aquí estamos, en esta
jornada de reflexión. Reflexión doble, porque hay que votar mañana y por lo
sucedido antes de ayer (...) Yo (...) prefiero no decir nada de lo ocurrido
el jueves, porque (...) echaría más gasolina al fuego. repruebo a Al Qaeda y
repruebo a ETA (...) Siento mucho volcar este sentimiento de repruebo sobre un
micrófono como el de la SER, que es permanentemente un ejemplo de
información, de ayuda y de moderación, pero siento que debía decirlo, como
en su día dije que me daba ardor de estomago el ver que mi Gobierno apoyara la guerra;
pero no sólo porque me temiera algo de esto, sino porque me da repelúsba ver a
niños iraquíes muertos o mutilados o huérfanos. (...) Mañana hay elecciones,
y yo, que soy ateo en política, pero extraordinariamente ateo en política,
voy a ir a votar (...), porque no todos los políticos son iguales (...), hay
unos políticos menos malos que otros, y hay políticos que nos mienten. (...)
Esta vez, después de lo que pasó el jueves, si no votamos es que no nos
importa nada». Y luego pedía a sus compañeros que procuraran hacer el
programa como si de un sábado cualquiera se tratase, aunque en realidad
fuera un sábado sumamente excepcional.

A las siete y media, González da paso a su compañero Javier Casal, de los
Servicios Informativos, que anuncia la comparecencia de Ángel Acebes para
las ocho e informa de la manifestación, espontánea, que se está produciendo
frente a la sede nacional del PP; esa manifestación donde, espontáneamente,
casi todo el mundo lleva el mismo cartel, con la palabra Paz impresa en rojo
o oscuro y en mayúsculas. «Vamos a volver a la calle Génova, donde unas 4.000
personas, convocadas a través de mensajes a móviles, se manifiestan a esta
hora contra el Gobierno». Casal, a su vez, conecta con Javier Torres, el
enviado de la cadena a la sede acosada, el cual se dedica a reproducir los
lemas coreados por los manifestantes pacifistas: «"Antes de votar, queremos
la verdad", "No estamos todos, faltan 200", "En Europa ya lo saben,
mentirosos"... No se cansan (...) la gente continúa llegando aquí (...)».

Ángel Acebes, a las ocho, informa de la detención de varias personas
sospechosas de estar relacionadas con la matanza. Pero eso ya lo sabían los
oyentes de la SER desde hacía algo más de diez minutos. Habían oído decir a
Javier Álvarez: «Operación policial contra el integrismo islámico en Madrid.
La Policía ha detenido a cinco presuntos [sic] sospechosos de los atentados
del jueves. Según fuentes de la investigación, se trata de dos ciudadanos de
nacionalidad hindú [sic, por india] y tres ciudadanos de nacionalidad [sic]
árabe, al parecer presuntamente vinculados con el aparato de logística
desarrollado en Madrid para cometer los atentados. No son de (...) ETA,
según nos confirman fuentes judiciales y policiales, y sí están vinculados
con el atentado (...)». Acto seguido, Paco González dice: «Esta es la
noticia importantísima de última hora que les ha adelantado (...) la cadena
SER. En el arranque de nuestro programa había algún oyente que nos
reprochaba que no diéramos el desmentido del CNI, o del director del CNI en
concreto, pero instantes después nuestros compañeros se seguían ratificando
en la información que fuentes de ese mismo CNI habían dado a la cadena SER
[en el sentido] de que la línea de investigación principal era, a un 99%, el
integrismo islámico. Cinco detenidos (...), dos son hindúes [sic], tres son
árabes». En realidad, el ministro del Interior había informado de que los
detenidos eran cinco -tres marroquíes y dos indios- y de que se estaba
tomando declaración a otras dos personas -españoles de origen indio-, todos
ellos presuntamente relacionados con la venta y falsificación del teléfono
móvil que se había encontrado en la mochila que no llegó a explotar.

Esta edición de Carrusel Deportivo está salpicada de conexiones con los
Servicios Informativos de la cadena. La de las nueve menos cinco se dedica
casi por completo a cubrir las concentraciones. «La noticia está en la
calle -narraba Javier Casal. Siguen las manifestaciones contra el Gobierno».
A continuación, da paso a su compañero Javier Torres, en la calle Génova:
«Varios miles de gargantas corean lemas como «No a la guerra», «Mañana se va
a notar, a la hora de votar», «Dimisión» (...), «Mentirosos», «Que no, que
no, que no somos idiotas». Llevamos ya tres horas de concentración frente a
la sede del PP, y [va a haber una] concentración, dicen, a las doce en la
Puerta del Sol». Luego, desde Barcelona, habla Cristina Crespo: «Miles de
personas se están concentrando ante la Delegación del Gobierno. En estos
momentos deben [de] ser unos 5.000 (...) Llevan cacerolas, cubiertos,
cualquier cosa que pueda hacer ruido (...) Entre los lemas y pancartas, [uno
que dice] «Vuestras guerras, nuestros muertos» (...) El grito más coreado
[es] «No a la manipulación», pero también «Aznar, fascista, tú eres el
terrorista». Nos comentan también que hay un millar de personas ante la sede
del PP en Barcelona». La rueda se completa con las crónicas de los enviados
de la SER a las manifestaciones que están teniendo lugar en Santiago de
Compostela, Valencia y Bilbao. La de Palma de Mallorca, sin dejar de ser
espontánea, ha sido convocada por la Plataforma por la Democracia y la
Globalización Social y por el Sindicato de Periodistas de las Islas
Baleares.

En la radio de Polanco se suceden las felicitaciones a los componentes de
los Servicios Informativos; incluso en las célebres cuñas publicitarias de
Pepe Domingo Castaño. Como esta a eso de las nueve y cinco: «Un purito Reig
por los compañeros de la cadena SER, porque se están matando para sacar la
información más auténtica y más pura, sí señor. Un purito Reig por ellos,
porque trabajan todo el día para que usted esté bien informado y sepa lo que
hay que saber».

Sobre las nueve y cuarto, Mariano Rajoy comparece para denunciar el acoso
que están sufriendo las sedes del PP en toda España: «Estos hechos
gravemente antidemocráticos -declara- no se habían producido nunca en la
historia de nuestra democracia, [su objetivo es] influir y coaccionar la
voluntad del electorado en el día de reflexión, día en el que están
prohibidas en toda democracia toda clase de manifestaciones, para que el
proceso electoral discurra limpiamente». El secretario general de los
populares, y candidato en los comicios que iban a tener lugar al día
siguiente, pedía y exigía «a los convocantes de esta manifestación ilegal»
que cesasen en su actitud y dieran por concluido «este antidemocrático acto
de presión sobre las elecciones de mañana». Asimismo, informaba de que el PP
había denunciado los hechos ante la Junta Electoral Central, y solicitaba
«al resto de partidos políticos» que desautorizasen «de manera expresa estas
presiones intolerables, que repiten el acoso a las sedes del PP en la
campaña de las pasadas elecciones municipales y autonómicas y que en ambos
casos están dirigidas a influir negativamente sobre las elecciones». La
cadena SER cierra así la conexión: «No olvidemos que Rajoy comparece (...)
en jornada de reflexión. Además, el candidato del PP es entrevistado en dos
periódicos de tirada nacional».

Tras Carrusel Deportivo, un Especial Informativo que tiene como plato fuerte
la retransmisión de la comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, pocos
minutos después de las nueve y media, desde la sede nacional del PSOE. El
comunicado del coordinador de la campaña electoral socialista dice:
«Lamentamos que el comportamiento ejemplar de los ciudadanos no se haya
visto acompañado de un comportamiento semejante por parte del Gobierno. Los
ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta, que les diga
siempre la verdad. El PSOE conocía las líneas de trabajo de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad; a pesar de ello, por sentido del Estado, por respeto a
la memoria de las víctimas, hemos estado callados cuando desde el Gobierno
se hacían descalificaciones y afirmaciones que no siempre se han
correspondido con la verdad. Nunca utilizaremos el terrorismo en la
confrontación política. Ésta ha sido y será siempre nuestra actitud y
nuestro comportamiento. Reiteramos (...) nuestro compromiso de contribuir a
mantener la serenidad, la unidad y la confianza de los ciudadanos en las
instituciones democráticas y en la tarea de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado. Reiteramos nuestra convicción de que este momento
exige especialmente limpieza en el juego político (...) Queremos,
finalmente, dirigirnos (...) a los ciudadanos para que mantengan la
serenidad que han venido mostrando en los últimos días: hoy es el día de la
reflexión (...) Los ciudadanos quieren conocer toda la verdad sobre los
terribles sucesos acaecidos en Madrid en los últimos días, y la verdad, toda
la verdad, se acabará sabiendo. Ese es nuestro compromiso con las víctimas».
En el turno de preguntas, un periodista pregunta a Rubalcaba por lo que
había dicho Rajoy pocos minutos antes: «No nos sentimos aludidos -respondió.
El PSOE ni ha convocado ni convocará jamás una manifestación delante de otro
partido político democrático, ni el día de la reflexión ni ningún otro día
del año».

Tras Ferraz, de nuevo Génova. Allí sigue Javier Torres, portavoz de los
acosadores: «No se mueve un alma en la calle Génova (...) En cuanto se ha
sabido lo que decía Rajoy, la contestación ha sido inmediata: ¨No nos vamos,
nos han convocado los asesinados"». Un fallo técnico da al traste con la
conexión, y José Antonio Marcos aprovecha para preguntar a Carlos Llamas qué
opinión le merecen las declaraciones de Mariano Rajoy. «Me parece una
comparecencia interesada -responde el director de Hora 25. No entiendo por
qué tiene que salir el secretario general del PP, que [además] es el
candidato del partido [en las elecciones]». «Los ciudadanos -prosigue-
fueron ayer voluntariamente a (...) las manifestaciones [para expresar] su
sentimiento. Hoy hay otros que tienen otro tipo de sentimiento, y me parece
igualmente respetable que lo expresen. Sí quisiera hacer un llamamiento a la
calma: mañana tienen una capacidad de expresión que no se tiene cualquier
día, se tiene sólo cada cuatro años (...) Mañana tienen [una] oportunidad de
expresarse de manera mucho más eficiente de lo que lo puedan hacer hoy».

Al filo de las diez vuelve a aparecer en antena Javier Torres, para ofrecer
pruebas concluyentes de la espontaneidad del acoso que estaban padeciendo
las sedes populares: «Hay una cosa importante (...) La convocatoria se ha
hecho básicamente a través de mensajes a teléfonos móviles. ¡Yo mismo he
recibido más de una veintena (...), de conocidos, de gente que
espontáneamente [los enviaba], porque al final del mensaje decía: «Pásalo»!
Es decir, es un movimiento espontáneo (...) Por cierto, acabamos de recibir
bastantes mensajes llamando también a hacer una cacerolada, en toda España,
a las diez de la noche». En otro momento, Torres conversa con un mando de
las fuerzas antidisturbios desplegadas en la calle Génova: «Me decía este
responsable de la Policía que no podían disolver esto, que era muy difícil
disolver esto». «Porque la gente -explicaba Torres, a trancas y barrancas y
barruntando apocalipsis-, a pesar de que está lanzando estas consignas: «No
nos vamos», «Nos han convocado los asesinados», «La voz del pueblo no es
ilegal», la gente está en una actitud muy pacífica. No sé yo... después de
estar aquí desde las seis de la tarde... no sé yo si un acto de la Policía o
una disolución por la fuerza de este acto, que yo creo que es espontáneo...
desde luego no sé yo si puede tener consecuencias... no sé... algún
enfrentamiento». Carlos Llamas insistía en pedir calma a la ciudadanía, y en
justificar el acoso a las sedes populares: «Es lógico que ocurra un hecho
así. ¿Qué se gritó ayer en [la manifestación de] Madrid, al paso de las
autoridades, del presidente del Gobierno, del ministro del Interior? «¿Quién
ha sido?», les gritaban. Los ciudadanos querían saber».

Más conexiones. Ahora, con Barcelona. José Antonio Marcos se queda unos
instantes con el sonido ambiente que llega desde la Ciudad Condal: «Esto nos
pasa por un Gobierno muy de derechas», se podía escuchar nítidamente. También había
jaleo en Bilbao; en concreto, frente a la Subdelegación del Gobierno. La
Ertzaintza había detenido a un manifestante, informaba el enviado de la
cadena SER. Marcos apostilla: «Evidentemente, el derecho de los ciudadanos a
manifestarse (...) no es cuestionable, pero hay que hacer un llamamiento a
la calma, porque estamos a muy pocas horas de una jornada electoral. Hay 200
muertos muy recientes y, lógicamente, nosotros no vamos, ni muchísimo menos,
a caldear los ánimos». «Por respeto a ellos -le interrumpe Carlos Llamas-,
por respeto a la democracia. (...) puede haber razones morales que impulsen
a ciudadanos que se sienten engañados a exponerlo públicamente, pero (...)
esas razones morales se pierden (...) si las formas son distintas a la
libertad de expresión y al respeto. Mucho cuidado con los comportamientos:
que haya indignación y que haya quien sienta la necesidad de exponer
públicamente esa indignación puede ser comprensible, pero en los cauces del
absoluto respeto».

Varios tertulianos habituales de Hora 25 se incorporan, a las diez y cuarto,
al Especial Informativo. Santiago Belloch es el primero en tomar la palabra:
«Lo impensable se está produciendo, el intento de manipulación en un período
electoral». Algo más tarde asegura sentirse «avergonzado» por que los
miembros del Gobierno no hubieran tenido «la honradez (...) de afrontar las
cosas desde la moralidad y desde la eficacia de su trabajo». A las diez y
veinte, Carlos Llamas y José Antonio Marcos entrevistan, por teléfono, a
Felipe Alcaraz. El dirigente de IU dice: «Si el Gobierno, como parece, ha
manipulado, ha intentado engañar a la opinión pública antes de unas
elecciones, se trata de un asunto gravísimo, se trata de una herida a la
democracia muy grave que (...) tendría consecuencias de todo tipo»; «(...)
ahora nos encontramos con que hay una evidente manipulación, y la gente está
reaccionando de manera espontánea. Aquí, en la manifestación de Sevilla, una
de las pegatinas que más se vio era una que decía «No al terrorismo, no a la
guerra». Por lo tanto, la gente ve consecuencias, y que hay un Gobierno que
ha intentado ocultar las consecuencias, y por lo tanto reacciona, con un
coraje ciudadano que quizá no esperaba el Gobierno». Marcos invita a Alcaraz
a secundar el llamamiento a la calma «que estamos realizando a los
ciudadanos que legítimamente están saliendo a la calle desde primera hora de
la noche». «Sí, sí, sin duda -asiente el comunista-, hay que llamar a la
calma. Yo creo que hay bastante calma; hay indignación, pero muy contenida.
En todo caso, que esté muy tranquilo el señor Rajoy, que no hay ninguna
conspiración ni nadie está llamando a ninguna concentración ante ninguna
sede de ningún partido, y él lo sabe perfectamente».

Carlos Carnicero se incorpora a la tertulia a las once menos veinte. De
primeras, cuenta lo que le ha dicho un anciano con el que se ha cruzado
cuando se dirigía a los estudios centrales de la radio de Polanco: «Haga
usted lo que no ha hecho Rajoy: llame usted a la calma. No caigan ustedes en
la tentación de colaborar en la crispación que algunas personas quieren
generar sobre la indignación legítima». Y añade: «Los colegios deben abrirse
mañana. Los ciudadanos van a ir a votar (...) habiendo recuperado una
información que ha estado secuestrada durante unas cuantas horas. Por lo
tanto, (...) han recuperado parte de su libertad de conocer los hechos con
más minuciosidad».

Once y media. Eduardo Zaplana, ministro portavoz, lee el siguiente
comunicado: «Ruego, en nombre del Gobierno, que no se hagan más imputaciones
falsas, que no se utilicen métodos que nos recuerdan otras épocas felizmente
superadas. Apelo a la responsabilidad de las formaciones políticas y al
sentido de la prudencia (...) El Gobierno sólo tiene que felicitarse por la
extraordinaria manifestación de civismo demostrada por todos los ciudadanos
y por la excelente labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Reitero la
solicitud a los responsables políticos, que sepan estar a la altura de estas
circunstancias (...) Por último, el Gobierno rechaza y recuerda que en el
día de hoy no se pueden celebrar manifestaciones, concentraciones ni actos
públicos, bajo ninguna circunstancia, y reclamamos que no siga dañándose el
proceso democrático e incumpliéndose lo que (...) determina la ley». Para
José María Brunet, las palabras del ministro confirman, sin ningún género de
dudas, que las elecciones del día siguiente no corren peligro; en concreto,
decía: «Esto confirma que la fecha electoral no está, para nada, en
discusión».

A Carlos Carnicero, en cambio, le han provocado desazón: «A mí me preocupa
muchísimo, José María [Brunet], el tono de la intervención de Zaplana, por
tres razones: primera, porque no ha habido ningún desbordamiento, ha habido
una valoración política de hechos [se refiere, como es obvio, a las
concentraciones frente a las sedes del PP] que no está reñida con el día
electoral: en el día de reflexión lo que está prohibido es lo que ha hecho
Rajoy, pedir el voto, lo demás no está prohibido». Carnicero se olvida de
añadir las otras dos razones anunciadas y lanza un mensaje a quienes supone
que le escuchan desde la calle: «Quiero hacer desde aquí, con todo rigor,
con toda serenidad [sic], un llamamiento a que todo el mundo abandone las
calles (...) Porque intuyo, y no quiero aventurar nada, en las palabras de
Zaplana (...) un ultimátum (...) Tal vez (...) se esté buscando propiciar
algún tipo de incidentes. Yo rogaría a los que nos estén escuchando en las
calles de toda España que, por favor, se vayan a sus casas (...) Que no den
pie, a pesar de que no ha habido ningún incidente en esas concentraciones
que el Gobierno llama ilegales, que no den pie a que una alteración del
orden público pueda ser el pretexto de algún tipo de locura más allá de la
que estamos inmersos, es decir, de alguna tentación de declarar algún estado
de excepcionalidad».

Pasadas las doce de la noche, ya en la jornada electoral, Localia emite un
reportaje sobre la Guerra Civil.





[1] A lo largo de esta crónica introducimos, como notas, pasajes de <Los
agujeros personas de color del 11-M>, el indispensable reportaje de investigación que
publicó Fernando Múgica en El Mundo el 18 de abril (págs. 12-18). Éste es el
primero: «Las Fuerzas de Seguridad han trasladado al Gobierno, en las
últimas semanas, su preocupación, al considerar que ETA puede intentar un
atentado salvaje que irrumpa de forma determinante en la campaña electoral».

[2] Al decir de Fernando Múgica, el proetarra estaba mintiendo: «(...)
Arnaldo Otegi (...) insinúa a una radio local del País Vasco, Herri Iratia,
que lo primero que le ha venido a la cabeza es que <el Estado español
mantiene fuerzas de ocupación en Irak>. La pista radical islamista se pone,
así, en marcha, poco después de las 10 de la mañana. Pero Otegi sólo trata
de ganar tiempo. A las 13.00 horas volverá a reafirmar esta idea para salir
al paso de las declaraciones del ministro del Interior, Ángel Acebes, que
defiende con rotundidad la autoría de ETA. Otegi no contempla <ni como mera
hipótesis> que ETA pueda ser la autora de los atentados de Madrid. Pero está
mintiendo, y el presidente del Gobierno (...) lo sabe. Las Fuerzas de
Seguridad tienen constancia de una conversación que el propio Otegi ha
mantenido con alguien de su entorno antes del mediodía (...), en la que
muestra su desconcierto, su miedo, su total estupor: <Si sale alguien por
ahí [se refiere a alguien de los suyos] reivindicando esto, estamos perdidos
definitivamente. Yo tengo que saberlo cuanto antes, porque si es así no
puedo volver a mi pueblo. Tengo que marcharme cuanto antes. Necesito
saberlo».

[3] Según Múgica, las FSE planeaban dar un golpe cuasidefinitivo a ETA el 12
de marzo. De ahí que los atentados del 11-M produjeran en aquéllas» un
enorme desconcierto». Todos los terroristas «están en su sitio», así que no
han podido ser ellos. Sin embargo, saben que hay etarras sobre los que no se
sabe nada; etarras como los que se dirigían a Madrid con la furgoneta
interceptada en Cañaveras: «En ese momento de máximo desconcierto sucede
algo que provoca que el Gobierno cometa el mayor error de su mandato.
Comienza la trampa. Un miembro de los Cuerpos de Seguridad envía por
teléfono, y desde el mismo lugar de los hechos, la primera valoración del
explosivo. Siempre de viva voz, y sin que nadie ponga todavía nada por
escrito, se nombra la palabra mágica: Titadine. Es el fabricante de una
modalidad de dinamita que utiliza habitualmente ETA. La palabra se extiende
entre los que tienen que ver con el caso y [en] los primeros informes que
llegan a la Policía Nacional, la Guardia Civil, el CNI, el Gobierno de la
nación y el Gobierno vasco. El error (...) sólo puede ser intencionado.
Ningún experto policial, y menos los especialistas en desactivación de
explosivos, podría confundir Titadine con Goma 2. Los olores que provocan
ambas sustancias son tan diferentes como un plátano y una pera. Pero en los
primeros momentos de confusión (...) produce un efecto multiplicador
demoledor. Estos primeros indicios son los que le hacen pronunciar a
Ibarretxe aquel discurso tan precipitado en el que (...) arremete contra ETA
(...) El Gobierno también cae en el mismo error».

[4] «Muy avanzada la tarde, y a pesar de que un perro-policía ha demostrado
horas antes lo contrario, se da a conocer que se han encontrado restos de
explosivo [en la furgoneta]. Incluso se habla de un cartucho de 125 gramos
de dinamita Goma 2 Eco. No es cierto. El perro (...) no se comportó como lo
hacen invariablemente cuando encuentran explosivos, con inmovilidad
absoluta. En la furgoneta no había explosivos cuando la policía la precinta
en Alcalá [...] Pero la noticia de la jornada, la que todo hace que dé un
vuelco definitivo, es la aparición de una cinta de audio con versos del
Corán. Comienza a asomar así lo que un veterano investigador de la policía
ha definido como el cuento de Pulgarcito, alguien que encuentra el camino
porque previamente ha dejado las piedrecitas blancas que le indican el
mismo».

Días más tarde la Policía detiene a José Emilio Suárez Trashorras, 27 años,
ex minero y confidente. Se le acusa de haber vendido el material
explosivo -cartuchos de 125 gramos de dinamita Goma 2 Eco- con que se
perpetró la matanza. «¿qué es lo que relaciona a José Emilio con la dinamita
de los atentados? Solamente dos cartuchos de dinamita Goma 2 Eco, de 125
gramos, encontrados en la mochila que fue hallada en la comisaría de
Vallecas [v. nota 9] con el teléfono móvil que dio las pistas [sobre] los
autores de la masacre del 11-M. Sin embargo, en las fotografías oficiales
del contenido de la bolsa azul, distribuidas a diversas policías extranjeras
y difundidas por la cadena estadounidense de televisión ABC, no figura
ningún (...) cartucho».

En cuanto a la furgoneta, «no pudo transportar los explosivos desde Avilés
hasta Madrid. Sólo había recorrido 200 kilómetros desde que la robaron hasta
que la encontraron en la mañana de los atentados».

[5] No era Al Qaeda, sino las Brigadas de Abu Hafs Al Masri, «un
grupo -escribe Múgica- que en los últimos meses lo ha reivindicado todo,
incluidos los últimos apagones de Nueva York». «Los especialistas no le dan
ningún valor [al comunicado de las Brigadas], como demuestra, con sólidos
argumentos, otro de los documentos del CNI desclasificados (...) En los días
siguientes se producen hasta siete reivindicaciones diferentes de al menos
cinco grupos organizados, (...) de cuatro países diferentes».

[6] «(...) algunos rumores del primer día [apuntan a] que puede haber restos
de kamikazes entre las víctimas. En realidad, se trata de una simple
confusión, para algunos intencionada. En Ifema recogen y separan los restos
de las víctimas. Las bolsas de plástico contienen signos de colores para
organizar mejor la identificación. Hay tres bolsas aparte con restos que
nadie es capaz de atribuir a una persona concreta (...) Esas tres bolsas dan
lugar a los rumores difundidos por medios de comunicación y que luego
quedarían desmentidos. El propio Zapatero hace llamadas en las que afirma
que ya han encontrado restos de kamikazes y que el Gobierno lo oculta».

[7] «Miembros del PSOE, avisados por su gente en la policía, saben desde la
mañana de la existencia de la furgoneta, antes incluso que el propio CNI. La
Inteligencia española no conoce, a la hora de redactar uno de los informes
que el Gobierno desclasificaría días más tarde, ni siquiera la existencia de
esa furgoneta [...] En la revisión de la furgoneta se tarda las horas
suficientes como para que el Gobierno se meta un poco más en la trampa de la
autoría de ETA. Se da la excusa de que la policía no tiene Tedax libres
(...) Pero lo que no dicen es que la Guardia Civil ofrece sus servicios de
Tedax y son rechazados de forma categórica». Y es que, según el periodista
de El Mundo, «un grupo de mandos policiales y algunos agentes del CNI»,
todos ellos «de la cuerda más dura y leal al partido socialista», se habían
puesto ya a trabajar sobre los atentados; habían conformado «un equipo
hermético» que dejaba de lado a la Guardia Civil y hacía que llegaran con
retraso las informaciones al CNI. «Llaman, sin embargo, cada pocos minutos a
una célula del PSOE, que obtiene así información privilegiada, lo que les
permite montar una estrategia eficaz contra el Gobierno. Saben que éste
sigue empeñado en la tesis de ETA, y permanecen callados para que Aznar,
Rajoy y Acebes se metan ellos solos en la trampa».

[8] «En Israel se encuentran los mejores especialistas en medicina forense
relacionados con terroristas suicidas (...) Tras las explosiones de Madrid
pretenden volar desde Tel-Aviv varios de estos especialistas para colaborar
en lainvestigación. Pero la policía española, que ya ha rechazado a los
estadounidenses, rechaza también a los israelíes».

[9] Informe remitido por Baladía al director general de Relaciones con la
Administración de Justicia, Carlos Lesmes Serrano, fechado el 17-III-04 e
incluido por el Gobierno en el lote de documentos desclasificados

[10] «(...) esa bolsa dio teóricamente vueltas por Madrid durante muchas
horas sin que nadie se percatara de ella. Algunas versiones dicen que fue
trasladada hasta Ifema con el resto de las pertenencias que se encontraron y
que nadie había reclamado (...) La relación con los trenes es meramente
circunstancial. Cualquiera podía haberla colocado en Ifema». En la mochila
hay «una masa gelatinosa de explosivo, un teléfono móvil con dos cables
incrustados, una batería para el teléfono y, por supuesto, la tarjeta del
móvil». El celular y sus accesorios llevarán a la Policía hasta Jamal
Zougam, «un trapisondista jovenlandés de poca monta que tiene un locutorio muy
popular en Lavapiés».

[11] Ver nota 7

[12] Lesmes Serrano, fechado el 17-III-04 e incluido por el Gobierno en el
lote de documentos desclasificados.

«Los dos jóvenes capturados [en Cañaveras] con una furgoneta en que la
transportaban 500 kilogramos de explosivos, Irkus Badillo y Gorka Vidal, han
declarado que ETA les había ordenado la colocación en (...) Baqueira Beret,
en las últimas Navidades, de 12 bolsas y mochilas con explosivos para que
explotaran de una forma coordinada. Tras observar el terreno desistieron de
la acción».

[13] «En la tarde del viernes los investigadores que han apostado por la
pista de ETA sienten alivio cuando les cuentan que han encontrado una
tarjeta de teléfono en la mochila que no explotó y que es de fabricación
francesa. Creen que el rastreo de esa tarjeta les va a llevar a San Juan de
Luz. Por eso, agentes del CNI llaman a sus fuentes para comunicarles que la
pista de ETA cobra, de nuevo, una gran fuerza y que es la más fiable, a
pesar de todos los demás indicios. Acebes sale de nuevo en televisión esa
tarde y sonríe para sus adentros, convencido de que pronto va a poder
demostrar que la pista etarra es la verdadera». ¿Por qué pensaban los
investigadores que el teléfono les iba a llevar a ETA? «En la estación de
San Sebastián los servicios especiales de la Guardia Civil habían encontrado
semanas antes lo que calificaron como una <bomba cepo>. No se trataba de una
trampa destinada a destrozar a quienes intentaran desactivarla. Por el
contrario, era un artefacto inofensivo pero que tenía como iniciador un
teléfono con dos cables (...). ETA ha intentado desde hace tiempo utilizar
teléfonos para cometer sus atentados».

[14] En un primer momento se pensó que el explosivo era titadine (v. nota
3); la cadena SER incluso se permitió decir, a las tres y media, por boca de
Ana Terradillos: «No se ha hecho público todavía, pero fuentes del
Ministerio del Interior nos lo acaban de confirmar. La carga explosiva está
compuesta por titadine y dinamita reforzada (...) Hablamos, por tanto,
efectivamente de ETA, del modo de actuar de ETA». Sólo a las nueve de la
noche, como ya se ha señalado, rectificó la información Javier Álvarez.

[15] Sin embargo, luego reproducían unas palabras de Acebes, de la tarde del
viernes, en respuesta a una pregunta de la propia cadena SER sobre el
contenido de la cinta: «(...) ni del contenido de la misma ni del registro
que se ha realizado en la furgoneta [se ha obtenido] ninguna otra pista [que
apunte] en esa misma dirección [la autoría islamista]».

[16] «La juez francesa antiterrorista Le Vert llama [a última hora del
viernes] a una alta personalidad del PSOE para advertirle de que los
expertos franceses descartan a ETA. Un camarero que se encuentra sirviendo
la mesa donde se recibe la llamada cuenta que, en ese momento, uno de los
comensales pide el champán más caro de la casa y dice: <¡Hemos ganado las
elecciones!>».

^ Subir


"Pepepaco" <francescQUITAESTO@igmarmol.com> escribió en el mensaje
news:42d645ee_3@x-privat.org...
> Yo también te contestaré para finalizar ya la cuestión pues creo que
> nuestras opiniones son coincidentes en muchos puntos y nuestras
> divergencias
 
L

luis_carlos

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair... Mensaje de 206kb. Abrir sólo por quien le interese al asunto.

saludos
luis carlos
_______________________________________________________________________

Armas de destruccion masiva:"No me perdonaría que hubiera un solo español que me dijera que mentí"
José Mª Aznar 13-febrero-03.

"El que diga que no ha sido ETA es un manipulador y un criminal"

Acebes.

Mintieron el 11M y siguen mintiendo.
 
L

luis_carlos

Guest
El precio de la vivienda creció casi 14 veces más que los salarios entre 1987 y 2004

El precio de la vivienda en términos reales creció casi 14 veces más que los
salarios en los últimos 17 años, según el informe 'Precio y accesibilidad a la
vivienda en España en el periodo 1987-2004' elaborado por CC.OO. En este
periodo, el precio medio de los pisos se multiplicó por cinco en términos
nominales, creciendo más de un 130% sin contar la inflación. Por el contrario,
los salarios sólo se duplicaron, presentando un aumento del 9,6%.
El sindicato también aporta otros datos para reflejar el esfuerzo salarial que
implica la compra de un piso. En 1987, adquirir una vivienda en propiedad de 90
metros cuadrados requería 3,4 veces el salario bruto medio, mientras que en el
año 2004 era preciso destinar 8,2 veces el salario bruto medio para poder
ejercitar la compra.

Según CC.OO., los precios de la vivienda protagonizaron entre 1999 y 2004 su
segundo ciclo expansivo en 20 años (el primero se vivió entre 1986 y 1991),
periodos que han corrido paralelos a un intenso crecimiento de la economía
española. Así, la primera fase de precios alcistas coincidió con la
incorporación de España a la Comunidad Económica Europea y la posterior entrada
de la peseta en el sistema monetario europeo, mientras que la segunda lo hizo
con el acceso a la Unión Monetaria y en plena puesta en circulación del euro.

Viviendas nuevas
Las nuevas viviendas que se construyen son una minoría en relación al parque
residencial existente, pues apenas suponen el 3%. No obstante, el sindicato
advierte de que los pisos nuevos ejercen un "efecto arrastre", pues es la
evolución de su precio de venta lo que determina el precio del resto, existiendo
una tendencia a la equiparación de costes entre los pisos nuevos y los de
segunda mano.

Entre los años 1980 y 2003, según los datos de CC.OO., se construyeron en España
un total de 7.556.700 viviendas, mientras que el número de hogares sólo se
incrementó en 2.750.000. Esa diferencia de más de cuatro millones entre
viviendas construidas y hogares se ha enfocado hacia la renovación del parque,
hacia la segunda residencia o simplemente ha provocado que muchos pisos
permanecieran desocupados.

En opinión de CC.OO., estas cifras muestran "de forma rotunda", la poco
prioridad que concedió en este perido al acceso a la vivienda habitual dentro de
la política de construcción, "primando su vertiente de actividad productiva".


El precio de la vivienda creció casi 14 veces más que los salarios entre 1987 y
2004

El informe elaborado por CC.OO muestra que en este periodo el precio medio de
los pisos creció más de un 130%, sin contar la inflación
 
J

Josec

Guest
Re: El precio de la vivienda creció casi 14 veces más que los salarios entre 1987 y 2004

Es usted un impresentable. Ante la evidencia usted solo sabe, con la
intención de cortar el hilo, echar balones fuera con una noticia que no
tiene nada que de ver con el tema a discusión.

Usted es un impresentable, no merecen absolutamente ninguna credibilidad
cualquiera de sus mensajes. Sectario manipulador, ¿no será usted alguien
pagado por la SER o algún grupo nacionalista?


"luis_carlos" <no_guerra@teleline.es> escribió en el mensaje
news:o7egd15epbq8vo5fmts36bhie0p1hv55q9@4ax.com...
>
> El precio de la vivienda en términos reales creció casi 14 veces más que
> los
> salarios en los últimos 17 años, según el informe 'Precio y accesibilidad
> a la



Aquilino
Nº 19-20

Tres días de marzo en la Cadena Ser

Por Mario Noya

11 de marzo, jueves

A las ocho de la mañana, veinticinco minutos después del atentado, Iñaki
Gabilondo, director de Hoy por Hoy, el programa de mayor audiencia de la
radio en España, informa a sus oyentes de que se han registrado «dos
explosiones consecutivas en Atocha«. «De momento, las informaciones son
confusas». Cinco minutos más tarde, comienza a ver las cosas algo más
claras, dentro de la confusión: «Bien, parece que ETA está detrás de esto».
La banda terrorista -prosigue el locutor- «asoma, en un momento como éste,
con su lenguaje habitual, da repelúsnte, de sangre, de miedo, de horror y de
ira». A las ocho y veinte, el conductor de Hoy por Hoy, desolado, como el
resto de los españoles, se pregunta: «¿Cómo controlaremos la información, la
mesura, el equilibrio, las emociones? No lo sé, pero es nuestro deber
hacerlo». Pasadas las ocho y media, ya en la tertulia, Gabilondo abunda en
la autoría de ETA: a su entender, había incluido «este elemento de pánico,
de desconcierto», en su «estrategia de terror». Toda España anda con la
misma idea en la cabeza, no sólo la estrella de la cadena SER[1]. También
Nicolás Sartorius, ex dirigente de Izquierda Unida y uno de los contertulios
del programa: «Lo estaba buscando ETA desde hacía tiempo. Lo sabemos porque
cogieron aquellas camionetas cargadas de explosivos», dice, en alusión a la
furgoneta interceptada por la Guardia Civil en Cañaveras (Cuenca) el domingo
29 de febrero, con 506 kilos de cloratita y 30 de dinamita en su interior.
Añade: «A mí me recuerda algo parecido a lo de Hipercor». Concluye: «ETA
busca el terror, es evidente. Es importante no caer en esa trampa, mantener
en lo posible la serenidad, la firmeza. ETA busca dividir. [Necesitamos] más
unidad que nunca». Unidad «democrática», «de todas las fuerzas». Suscribe
Gabilondo, ce por be, lo manifestado por Sartorius, pero no las tiene todas
consigo, no acaba de fiarse de la reacción de los políticos. A su juicio, se
hallan ante un «test»; del que podrían salir bien parados, «uniéndose más»,
o mal, muy mal, si, por el contrario, dan en manejar «elementos de fisura»,
lo cual sería «verdaderamente horroroso».

A las nueve menos cuarto se oye en la voz de Ana Terradillos que la Policía
no tenía constancia de que los terroristas hubieran hecho llamada alguna de
aviso. «Es decir, sea quien sea, aunque todo parece apuntar a ETA, en esta
ocasión, por primera vez, ETA no ha llamado para avisar de la colocación [de
las bombas]». «Sea quien sea», Terradillos no puede dejar de pensar en ETA.
La periodista de la cadena SER, además, confirma que los artefactos han sido
colocados «en las vías del tren». Es la primera de las confirmaciones que
luego habrán de ser desconfirmadas. Recoge el testigo Gabilondo, con una
frase confusa, abierta a diversas interpretaciones: «No pueden los muertos
que se han producido, los heridos que están en ese momento ahí... no se
pueden merecer que después, muy poquito después, empiecen a jugarse juegos
como tantas otras veces se han jugado».

Nueve menos diez de la mañana. Los oyentes de la SER escuchan a José Luis
Rodríguez Zapatero, candidato del PSOE en las elecciones del domingo, que se
expresa en estos términos: «ETA ha intentado intervenir en la campaña.
Pediría a todos los ciudadanos que el domingo, como reacción a ETA, hubiera
una participación masiva en las urnas». Y en estos otros: «[Me gustaría] que
la reacción de hoy de los partidos políticos fuera una reacción compartida,
una reacción conjunta, (...) donde nadie hiciera una valoración política que
pudiera dividir o enfrentar a los demócratas». Al poco, Gabilondo interviene
para hacer un llamamiento: «Todos aguardamos el espectáculo [sic] de la
política unida, y uniendo en torno a ella», contra el terrorismo, «a la
sociedad».

Las nueve. Boletín informativo. Iñaki Gabilondo: «Estamos hablando de una
masacre de extraordinaria importancia cuya autoría se desconoce, pero cuya
autoría todo el mundo sospecha». Incluimos las redundancias porque no
entorpecen la comprensión del texto. En todo caso la aclaran. A
continuación, Javier Álvarez corrige la información facilitada (y
confirmada) con anterioridad por su compañera Ana Terradillos. «Nos
confirman [la Policía y el juzgado de guardia] que se trata de explosiones
con temporizador, probablemente con unas mochilas depositadas en el interior
de esos trenes». Las mismas fuentes le confirman también que no ha habido
aviso por parte de los terroristas. Gabilondo, entonces, retoma el micrófono
y dice: «Son detalles que iremos poco a poco conociendo, pero que no alteran
lo sustancial del drama». «Lo importante -añade- es que todos debemos estar
unidos en torno a la autoridad».

Nueve y diez. Vuelve la tertulia. Habla Josep Ramoneda: «Recuerda mucho lo
de Hipercor (...) Sería bueno que los ciudadanos, el domingo, votasen lo que
hubiesen votado ayer (...) Que esto no influya en un solo ciudadano, y que,
en cualquier caso, el ciudadano sólo castigue al que rompa desde hoy al
domingo la unidad o intente utilizar políticamente este atentado». Unidad,
pues. Unidad ante y sobre todo. Contra el terrorismo. Sanción social contra
los aprovechateguis de turno. Que el formidable atentado no perturbe las
elecciones en ciernes. Alberto Surio, otro de los contertulios de Hoy por
Hoy, sentencia: «Que la unidad política entre los demócratas se salve, por
encima de todo. Que nadie trate de aprovecharse de esto». Gabilondo, por su
parte, sigue pretendiendo conjurar, aireándolo, aquello que le tiene
preocupado: «Vamos a ver los políticos y su altura, su capacidad de conducir
a la sociedad, en un momento como éste, por el camino adecuado».

Diez de la mañana. Boletín informativo. Javier Álvarez. Las fuentes que la
SER tiene entre los «investigadores» de los atentados dicen que «ETA está
detrás». Minutos más tarde, los oyentes de la cadena escuchan, por vez
primera, a un miembro del Gobierno. Se trata de Eduardo Zaplana, ministro
portavoz, que califica lo sucedido de «atentado contra la democracia
española»; «un asesinato colectivo -agrega- de esta banda criminal y asesina
de ETA». Tercia Gabilondo: «El lehendakari Ibarretxe* también habla del
asunto. Pide, más que nunca, que se hable de terrorismo, pero que no se
hable de terrorismo vasco, sino de terrorismo de ETA y de fieras». También
Llamazares tiene claro por entonces, sin esperar a más confirmaciones
policiales o ministeriales, quién ha cometido los crímenes. Dice el
dirigente comunista, y reproduce Gabilondo: «ETA es un monstruo herido de
muerte». Asimismo, el locutor más escuchado de la radio española informa de
que la dirección de ERC ha «condenado de forma total y absoluta estos
atentados». Josep Lluís Carod-Rovira, efectivamente, condena los atentados.
Y pide diálogo. «Alguien debe hacer que la palabra se convierta en el
instrumento definitivo para que se acabe la barbarie», dice el dirigente
independentista en la cadena SER, poco después de que, allí mismo, se emita
la consigna del momento: «Que nadie trate de aprovecharse de esto».

A las once menos cinco se procede a la explosión controlada de un artefacto
en la estación de Atocha. Allí, a las once, Ángel Acebes, ministro del
Interior, comparece por primera vez en público. La SER da cuenta de sus
declaraciones. El ministro pide «calma, serenidad»; «el Estado de
Derecho -afirma- dará respuesta adecuada y contundente a los responsables de
esta acción criminal». Dice más. Por ejemplo: «Les iremos dando a lo largo
del día toda la información, según vayamos teniéndola. De manera rigurosa,
seria. Pero ahora hay que dejar trabajar a los servicios de seguridad y
emergencias, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad».

En el boletín del mediodía, Javier Álvarez, citando «fuentes jurídicas de
absoluta solvencia», informa de que «ETA pretendía volar» uno de los trenes.
No lo consiguió porque había fallado la bomba colocada en el vagón de
cabeza, explicaba aquél. A la una de la tarde, y luego de ofrecer a su
audiencia las declaraciones de Luis Portero, presidente de la Asociación de
Víctimas del Terrorismo («Estamos ante el más atroz, ante el más vil, ante
el más salvaje, ante el más sangriento, ante el más criminal de todos los
atentados de la banda terrorista ETA»), José Antonio Marcos, director de
Hora 14, informa de que Arnaldo Otegi, portavoz del brazo político de ETA,
ha negado, en una comparecencia pública, que la banda hubiera perpetrado la
matanza. «Ha asegurado -amplía la información una periodista de la cadena-
que no contempla, ni siquiera como mera hipótesis, que ETA esté detrás de la
masacre de Madrid. También ha demostrado su absoluto rechazo a lo ocurrido».
«¿Ha dicho que no es ETA, pero no ha explicado por qué razones está
convencido de que ETA no está detrás de esta masacre?», replicaba al punto
Marcos. Su compañera, entonces, repite lo sustancial de la deposición de
Otegi, e indica que el proetarra no había empleado «en ningún momento la
palabra condena». Marcos no cree al batasuno: «Es imposible verificar en qué
se basa para hacer esa afirmación. Porque lo cierto es que, ya en las
pasadas Navidades, ETA intentó realizar otra masacre en Madrid»[2]. Y la
jefe de Documentación de la cadena, Ángeles Afuera, se encarga de refrescar
la memoria a la audiencia: «ETA planeaba hacer estallar dos bombas, de 25
kilos cada una, en Chamartín, el día de Nochebuena. Además, en plena hora
punta».

Acebes tampoco está por la labor de creer al portavoz de la ilegalizada
Batasuna. Cree que el proetarra pretende intoxicar, desviar la atención. De
ahí que en su siguiente comparecencia -a la una y media, y desde el Palacio
de la Moncloa- recuerde que ETA buscaba desde hacía tiempo cometer una
«masacre en España». A las dos, José Antonio Marcos daba inicio a Hora 14
haciéndose eco de las palabras de Acebes: «El ministro del Interior
considera que ha sido ETA. No admite, por tanto, con los datos que maneja en
estos momentos, ninguna otra hipótesis». Y luego reproduce unas
declaraciones del titular de Justicia, José María Michavila: «Es una masacre
que ETA ha intentado en varias ocasiones. Esta vez no se ha podido impedir».

Hora y media más tarde, Ana Terradillos divulga esta exclusiva: «No se ha
hecho público todavía, pero fuentes del Ministerio del Interior nos lo
acaban de confirmar. La carga explosiva está compuesta por titadine[3] y
dinamita reforzada». De inmediato, remacha: «Hablamos, por tanto,
efectivamente de ETA, del modo de actuar de ETA»; «aunque -prosigue- hoy se
han saltado uno de sus rituales: avisar de la colocación del artefacto». Tal
modo insólito de actuar lo atribuyen las «fuentes de la lucha
antiterrorista» consultadas por la cadena SER, entre otras causas, «a la
gente joven, que no ha seguido las directrices de la cúpula».

Avanza la tarde. El boletín de las seis principia así: «Ciento ochenta y
seis muertos. En torno al millar de heridos. Así se escribe hoy la matanza
que la banda terrorista ETA ha cometido en Madrid». A las siete comienza el
Especial Informativo programado por la radio de Polanco. Carlos Llamas,
director de Hora 25, entra en antena haciendo la siguiente declaración: «Es
el momento de sentir la democracia como la expresión más inamovible de los
ciudadanos de este país. Es ese momento en el que proclamamos que el
Gobierno se convierte en un Gobierno sin color político; es nuestro
Gobierno, y al frente de él, nuestro presidente, José María Aznar». Poco
después, y tras saber -por boca de su compañero Javier Ruiz- que el Ibex
estaba perdiendo un 2'2% («es una caída muy fuerte») pero que hay «cierta
calma» en Wall Street porque «el portavoz de la Casa Blanca ha salido a
decir: no es Al Qaeda, no tenemos ninguna prueba de ello», Llamas comenta:
«(...) la repercusión mundial hubiera sido de otro orden si el atentado
tuviera distinta firma de la que parece tener»; «porque no tenemos la
certeza, pero todo apunta a que ha sido la banda terrorista ETA -coincide
Llamas con el Gobierno-, pese a que alguno de sus amigos dudara de que sus
colegas de la pistola [llegaran] a hacer lo que [han hecho]». Se refiere,
obviamente, a Arnaldo Otegi, que se decantaba por la «resistencia árabe»
como autora de la matanza.

Las ocho. «¿Hay algún dato que podamos aportar en concreto, alguna
novedad?», pregunta Carlos Llamas a Javier Álvarez. Sí las hay. Entre ellas,
ésta, verificada por las fuentes de la casa: «Desde la Comisaría General de
Información se tiene localizados, al menos identificados visualmente (...),
a los presuntos autores de este asesinato». Para dar mayor relevancia a la
exclusiva que las citadas fuentes habían proporcionado a la SER, Álvarez
proclamaba: «Tengo sus nueve fotografías delante». «Es una lista que tenemos
en nuestra mano, las fotografías de los nueve presuntos miembros de ETA que
han podido intervenir en este macabro atentado».

Ocho y veinte. Tercera comparecencia de Ángel Acebes. Anuncia que se ha
encontrado una cinta con versículos del Corán en el interior de una
furgoneta[4] intervenida en Alcalá de Henares. Carlos Llamas, a las ocho y
veintinueve, comenta: «Este dato es fundamental; tal vez en este dato esté
una de las claves de la alocución del presidente del Gobierno, que, en
ningún momento, y así lo habíamos notado, escuchando en la redacción, en
ningún momento habla de la banda terrorista ETA». En ningún momento hasta
entonces los oyentes de la SER habían tenido ningún indicio de que ellos
hubieran notado que Aznar no había mencionado a ETA. El presidente había
hablado a las dos y media de la tarde.

Ocho y media. Mensaje del Rey. Carlos Llamas: «El Jefe del Estado, al igual
que hizo el jefe del Gobierno (...), no pronuncia la palabra ETA». Pocos
minutos después confiesa a sus oyentes que alberga dudas: «Parece, en
principio, demasiado obvio que dejaran allí colocada, en la furgoneta, esa
cinta, pero la verdad es que nos ha sumido en la confusión». Y, acto
seguido: «Hemos de reproducir aquello que nos dicen nuestras autoridades: el
ministro del Interior nos dice que la hipótesis es la autoría de ETA, pero
no se descartan otras. A raíz de ese (...) dato, de la localización de esa
cinta, no se descarta la participación de grupos fundamentalistas: de Al
Qaeda o vaya usted a saber, no quiero ponerle siglas a los posibles
autores».

Al filo de las nueve, el director de Hora 25 declara: «A partir de ahora, yo
creo que, en aras de la prudencia, vamos a hablar en el mismo sentido que
han hecho el Rey y el presidente del Gobierno: no descartar ninguna
hipótesis y hablar de acto terrorista en Madrid. No ponerle firma a la
barbarie ocurrida esta mañana en la capital».

Las nueve. Javier Álvarez rectifica una información de las confirmadas por
la cadena SER: el explosivo ya no era titadine, «como hemos venido
manteniendo, sino (...) dinamita». «Bien es cierto que titadine es
dinamita -continuaba Álvarez, con cierto atropello-, lo que pasa [es] que
ahí, el trabajo incesante de los Tedax, está trabajando para determinar de
qué explosivo tenemos que hablar». Inmediatamente sale al quite Carlos
Llamas: «Voy a ahondar en el llamamiento, ahora también -catorce horas
después de los atentados- extendiéndolo al ámbito informativo, a la
prudencia (...) Nosotros, con toda honradez, les trasladamos todos los datos
que nos van llegando, por parte de las autoridades y de nuestras fuentes.
Todo lo que vayamos diciendo puede ser confirmado o desmentido con las
horas». Incluso lo previamente confirmado. Piden comprensión.

Un tertuliano, Carlos Mendo, da cuenta de lo que ha escuchado en la BBC, esa
misma tarde, a «una persona que fue jefe del contraespionaje británico».
«Daba tres posibilidades: una (...), que hubiera sido ETA; segunda (...),
que no hubiera sido ETA y hubiera sido un grupo árabe; y tercera
posibilidad: que hubiera sido una combinación de las dos cosas. (...) este
almirante, cuyo nombre se me ha olvidado, decía que, a partir del 11-S,
todos los grupos terroristas del mundo estaban actuando como una especie de
mafia internacional, y que unos se copiaban a otros, y que el 11-S fue la
culminación de un efecto para mostrar al mundo que los atentados
individuales no servían para nada, y que lo que realmente causaba conmoción
en la opinión pública era la matanza indiscriminada de civiles».
«Él -finaliza Mendo su exposición- se apuntaba a la tercera tesis: autoría
[de] ETA; logística [a cargo de otro] grupo. Él hablaba abiertamente de Al
Qaeda».

Carlos Llamas cae entonces en la cuenta de que ETA habría tenido francamente
complicado anunciar la matanza que previó cometer en la capital de España el
día de Nochebuena: «En la estación de Chamartín lo quería hacer también
[con] los trenes. Y tuvimos conocimiento de un pequeño detalle: que la cinta
con un supuesto aviso de la bomba iba en un cassette que no llevaba pilas;
las pilas estaban gastadas, de manera que no hubiera habido aviso. De manera
que se habría truncado el mínimo límite moral de la banda terrorista en
relación con sus atentados».

El director de Hora 20, Pedro Blanco, también está en los estudios centrales
de la cadena SER, en la Gran Vía madrileña. «Absoluta cautela, dice. Lo
sirve Reuters. Cita al periódico Al Quds Al Arabi, en Londres, y asegura que
Al Qaeda[5], en una carta, reivindica los atentados de España. Ya les digo
que con absoluta cautela. Las fuentes son esas». Esas son las fuentes.

Cunde el ansia por desvelar quiénes son los responsables de la barbarie.
Ignoramos si, a esas alturas de la jornada, Javier Álvarez sigue teniendo en
las manos las fotografías de los etarras que, según las fuentes de la cadena
SER en la Comisaría General de Información, podrían haber cometido la
matanza. Sí sabemos que José María Ridao, tertuliano habitual de Hoy por
Hoy, pide a Interior que, «en la medida de lo posible, se vayan aclarando
las cuestiones de la autoría. Es muy importante». Carlos Llamas, con un
punto de desconfianza, dice: «Quiero creer, porque si no me sentiría muy
mal, que cuando (...) el ministro del Interior ha aportado ese dato [el
hallazgo de la furgoneta], que ha cambiado el escenario al que nos
enfrentábamos, era el momento más temprano [en] que lo podía dar».

Según los documentos sobre el 11-M desclasificados por el Gobierno, a las
10'50
horas un ciudadano se puso en contacto con la Policía de Alcalá de Henares
para dar cuenta de las sospechas que le infundía una furgoneta aparcada en
las inmediaciones de su lugar de trabajo. La inspección ocular in situ del
vehículo concluyó a las 14'15. Una hora y cuarto más tarde era depositado en
el Complejo Policial de Canillas, donde fue objeto de una nueva inspección,
a resultas de la cual se hallaron siete detonadores (debajo del asiento del
conductor) y una cinta de casete (en la guantera) con caracteres árabes en
la carátula. El registro tuvo lugar entre las 15'30 y las 18'00 horas. Con
posterioridad se envió la referida cinta a los Servicios de Información de
la Policía, para que se tradujera al español. A las 20'20 horas, como ya se
ha señalado, el ministro del Interior comparecía en público para informar
del hallazgo. Diez minutos antes, el presidente del Gobierno había
telefoneado al secretario general del PSOE y a los directores de los
principales diarios para comunicarles las novedades.

De nuevo en la tertulia nocturna de la cadena SER. Allí, luego de que Carlos
Llamas haya dicho aquello de «quiero creer...», María Esperanza Sánchez,
periodista de la casa y tertuliana en Hoy por Hoy y Hora 25, ejercita la
memoria: «A media mañana el ministro dijo que, en estos momentos, no hay
ninguna duda de que la autoría es de ETA». Le sucede en el turno de palabra
el propio Llamas: «Todo lo que vaya ocurriendo hoy lo apunto al
comportamiento humano, (...) cualquiera puede, si quieres, meter la pata».
«Sobre todo -tira del hilo Mendo-, porque era una suma de indicios que
llevaban a eso (...) Si hay un atentado terrorista, sobre todo cuando ha
habido una pauta de acontecimientos, es que ha sido ETA». Y tras él, de
nuevo Llamas: «Otegi (...) ha restado credibilidad a la autoría de ETA. Pero
algunos recordaban que, tras el atentado de Hipercor, algunos dirigentes de
Batasuna expresaron iguales dudas; no podían creer que la banda, para ellos
gudaris, [hubiera] caído en esa inmoralidad».

Más tarde, Emilio Contreras, otro integrante de la tertulia de Hora 25,
comparte con la audiencia sus reflexiones: «Me temo que en 72 horas no se va
a saber [quiénes son los autores de la matanza. El plazo alude a lo que
quedaba para el 14-M]. Por lo tanto, lo que hay que hacer es dejar trabajar
con profesionalidad a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A mí me
ha tranquilizado que haya sido el propio ministro [del Interior], en una
rueda de prensa, el que ha dicho que se ha encontrado una cinta (...) Cabe
la posibilidad de que sea Al Qaeda, pero cabe la posibilidad de que ETA haya
dejado ese señuelo para confundir a las fuerzas del orden. En cualquier
caso, si ha sido ETA, nunca reivindicaría este atentado. Nunca (...) Ya sabe
(...) la crisis interna que le [produjeron los] veintitantos muertos en
Hipercor».

Terrorista suicida

Las diez de la noche, tiene lugar la nueva y estremecedora exclusiva de la
radio propiedad de Jesús Polanco. Le pone voz Ana Terradillos: «Tres fuentes
distintas de la lucha antiterrorista han confirmado a la cadena SER que en
el primer vagón del tren que explotaba antes de llegar a Atocha iba un
terrorista suicida[6]. Interior no lo confirma».

A partir de este momento, como impulsadas por un resorte, comienzan las
alusiones a la guerra. Así, Ángeles Afuera dice: «Desde que finalizara la
intervención en Irak, grupos islámicos han actuado (...) contra los países
que apoyaron a Estados Unidos». Cita en primer lugar el atentado de
Casablanca (16 de mayo de 2003), en jovenlandia, país que no apoyó la
intervención. Tampoco la apoyó Arabia Saudí, ni Túnez, ni el propio Irak
postsadamita, que también han sufrido el terrorismo islámico, pero Afuera,
jefe de Documentación de la cadena SER, no recurre a estos ejemplos. Carlos
Llamas, haciendo un uso peculiar de la prudencia que preconizaba con
anterioridad, se despacha con esta frase-recordatorio: «Existencia, presunta
existencia [sic], de un terrorista suicida entre las víctimas del atentado
de hoy». Y José María Ridao asevera, categórico como sólo puede serlo un
experto: «La existencia de un presunto terrorista suicida... eso para el
Ministerio del Interior es de comprobación rápida. De hecho, hay tres
fuentes que nos lo han confirmado». «Interior puede saber -abonaba la duda
recién sembrada-, si no lo sabe ya, si ha existido un terrorista suicida».
Miguel Ángel Aguilar, por su parte, aporta un dato inaudito, en el que nadie
ha reparado: «Hasta ahora, en ningún atentado de ETA ha habido ningún
terrorista suicida». En cambio, Félix Bayón se decanta por «mirar con lupa»
cualquier reivindicación de la matanza. «Tened en cuenta -advertía- [que] el
atentado de Hipercor, que se queda pequeño comparado con esta barbaridad,
tardó en reivindicarse bastantes semanas».

De nuevo Ángeles Afuera. De nuevo la guerra de Irak. Recuerda que Tarek
Aziz, ministro de Exteriores de la tiranía baasista, había advertido a
España de las consecuencias de su alineamiento con EEUU: «El ataque a
Irak -afirmaba o amenazaba Aziz, el 4 de febrero de 2003- provocará la
extensión del terrorismo, y eso afectará a la vida y a la paz de los
españoles». La responsable de Documentación de la radio de Polanco rescata
también una grabación atribuida a Ben Laden y fechada el 18 de octubre de
2003: «Nos reservamos el derecho a responder, en el momento y el lugar
oportuno, a todos los países que participan en esta guerra injusta»,
amenazaba en la misma el criminal saudí. «La información del señor Tarek
Aziz se cae por los pies -replicaba Carlos Mendo-, porque los tres atentados
más sangrientos llevados a cabo durante y después de la guerra se cometieron
en tres países que no habían participado en la guerra, y que además estaban
en contra de ella: Turquía, que negó el paso a las tropas norteamericanas,
jovenlandia e Indonesia».

Pasadas las once menos diez, Carlos Llamas dice: «No sería este el momento,
si fuera ETA, de andar tirando los trastos por el comportamiento de tal o de
cual, si lo ha hecho mejor éste o el otro o si utiliza o no utiliza el
terrorismo éste o el otro. Eso, lo mismo si fuera realmente Al Qaeda quien
estuviera detrás. No creo que sea éste el momento. Me decían algunos
compañeros: hay gente que está llamando en este sentido. Bueno, pues no
quiero rebotarlos en antena... el pedir cuentas de por qué, mire usted, nos
metió en... No, mire usted».

Las once. Carlos Cala, redactor de la cadena SER, insiste: «Varias fuentes
de la investigación aseguran que, en el tren en el que se produjo la primera
explosión, viajaba un terrorista suicida, aunque Interior no lo confirma».
Varias fuentes. (Tres). De la investigación. Aseguran. E Interior sin
confirmarlo.

A las once y cuarto, declaraciones de Llamazares: «Espero que el ministro
del Interior nos explique algunas cosas, para que no tengamos que seguir
mordiéndonos la lengua». Que nos las explique «mañana, antes de que vayamos
a las elecciones». Que nos explique «por qué ahora, al final del día, cuando
ha sido constante el argumento del Ministerio en todos los medios de
comunicación [en el sentido de que ETA estaba detrás de la matanza], ahora,
al final del día, el ministro acepta como posible la hipótesis de Al Qaeda».
Que nos lo explique, porque «ya no estamos hablando del atentado (...)
Estamos hablando de la política de información del Ministerio; estamos
hablando de una política de información muy delicada, en un momento aún más
delicado: el momento electoral».

Carlos Mendo muestra plena confianza en Ángel Acebes y aboga por respetar
los tiempos y las pautas de la investigación: «No se puede, para contentar a
unas personas (...), acelerar los trámites para luego dar un paso en falso,
que sería todavía peor de lo que pide el señor Llamazares».

Once y treinta y siete de la noche. La audiencia de la cadena SER escucha a
Alfredo Pérez Rubalcaba, que dice: «Nosotros, cuando salió José Luis
Rodríguez Zapatero, habíamos visto la información que había dado a los
españoles el ministro del Interior, que había asegurado con mucha firmeza
que era ETA. Incluso había dicho con mucha firmeza que nadie podía poner en
duda la autoría de ETA. (...) nosotros en esto siempre creemos al Gobierno,
y por tanto nosotros, cuando salimos, hablamos de ETA (...), del atentado
más horrible que ETA ha realizado jamás en España». Zapatero salió a las
nueve menos diez, dos horas antes de que lo hiciera Ángel Acebes; salió
incluso una hora antes de que José María Aznar le informara de la situación,
según se desprende de los documentos desclasificados por el Gobierno[7].

Un cuarto de hora antes de la medianoche, la radio de Polanco informa de que
las autoridades españolas han pedido ayuda a Israel[8] para identificar los
restos de las víctimas mortales de los atentados. Miguel Ángel Aguilar se
pregunta: «¿No podría tener algo que ver (...) con la identificación de ese
suicida que se dice que iba en el ferrocarril?». El suicida. Carlos Llamas
opta por la contención: «Ni siquiera ese dato que hemos aportado es
incontrovertido [sic] (...) Tres fuentes son tres fuentes, pero no es la
garantía del 100%».

12 de marzo, viernes

A la una y media de la noche se ha practicado la autopsia a todos los
cadáveres. El Instituto Anatómico Forense (IAF) confirma entonces que no se
ha hallado nada que permita especular con la existencia de un terrorista
suicida entre las víctimas mortales. En palabras de Carmen Baladía Olmedo,
directora del IAF, «en ningún caso se han encontrado datos o signos
indiciarios con base científica que permitan suponer la existencia de un
suicida entre las víctimas»[9]. No obstante, los oyentes de la radio de
Polanco todavía escucharán a Iñaki Gabilondo, en Hoy por Hoy, expresarse en
estos términos: «Fuentes de la lucha antiterrorista han apuntado a la cadena
SER la posibilidad de que un terrorista se haya inmolado [sic] en uno de los
trenes. Sin embargo, tanto el Ministerio del Interior como el portavoz del
Gobierno niegan esta información, al menos por el momento». A decir verdad,
tanto Interior como el portavoz del Gobierno desmentían tal información; la
desmentían, no la negaban. Tampoco es lo mismo perpetrar un atentado
suicida, matarse uno mismo y asesinar a los demás, que inmolarse. Un locutor
de la casa recoge el testigo de la locución e hila más fino: «Las fuentes
consultadas por la SER confirman que una persona llevaba tres capas de ropa
interior y estaba muy afeitada, una práctica muy habitual entre los comandos
suicidas islámicos antes de inmolarse». Sic, de nuevo.

Este párrafo de la presentación que Gabilondo hace a las siete resume bien
la cobertura que hizo esta edición de Hoy por Hoy: «España no vive un día
cualquiera; vive la antevíspera de una jornada de elecciones generales, que
no debe tampoco olvidarse. Por otro lado, una línea de enorme importancia, y
que está planteando ahora mismo un gigantesco interrogante, (...) es la
autoría de los atentados. Porque, por el momento, no se descarta que sea ETA
y no se descarta que sea Al Qaeda. Las investigaciones del Ministerio del
Interior tratan ahora de esclarecer la pista que podría llevar a Al Qaeda.
Recuerden ustedes que ayer, a eso de las dos de la tarde, el ministerio del
Interior, Ángel Acebes, aseguraba que los atentados eran perpetrados por
ETA, y que en ese sentido se movieron todas las interpretaciones, y también
las páginas de las ediciones especiales de los periódicos que se pusieron en
circulación antes de la hora de comer. Pero, horas después, pasadas las ocho
de la tarde, el propio Acebes compareció ante los medios de comunicación
para anunciar que se había hallado en Alcalá de Henares una furgoneta, (...)
en la que se habían encontrado (...) siete detonadores y (...) una cinta con
versos del Corán. Decía Acebes que esto no cerraba la investigación en torno
a ETA, pero que abría una segunda línea de investigación».

Pasadas las doce del mediodía, las fuentes de la SER en la lucha
antiterrorista le permiten hacer pública la siguiente información, cinco
horas antes de que lo hiciera el ministro del Interior: «La Policía ha
podido recuperar una mochila cargada con 10'2 kilos de un explosivo plástico
fabricado (...) en España, del tipo especial C, con el sello ECO, que se
corresponde con la antigua marca de Explosivos Riotinto. El detonador (...)
es también de fabricación española, (...) de cobre (...) Según los
responsables de la investigación para los explosivos, la mochila[10] fue
encontrada en uno de los trenes (...) Se trasladó a la comisaría de
Vallecas, y allí, de madrugada, fue (...) investigada por los Tedax».
«Interior ha dicho -continuaba Javier Álvarez en el mismo boletín (13'00
horas)- que le consta únicamente la existencia de esta mochila, cargada de
explosivos, pero no nos confirma ni la composición del artefacto ni el
origen de sus componentes. Sin embargo, las otras fuentes consultadas
aseguran que ya todo parece indicar que no se trata de los componentes
utilizados por ETA y (...) sostienen que [pudiera] ser otro grupo terrorista
vinculado con el extremismo islámico. Nos dicen que Al Qaeda».

«Demandas de información al Ejecutivo». Así empezaba el boletín de las cinco
de la tarde. «Hoy, el presidente del Gobierno (...) ha justificado al
ministro del Interior, que ayer, a primera hora, responsabilizaba de los
atentados a la banda terrorista ETA. José María Aznar ponía un ejemplo
desmentido inmediatamente por un portavoz de los Mossos de Esquadra». Aznar
había hecho alusión a los atentados que pretendía perpetrar la banda
terrorista, con mochilas bomba, en la estación de esquí de Baqueira Beret,
en el Pirineo leridano. El portavoz de la Policía autonómica catalana
requerido por la cadena SER declaraba, a este respecto: «(...) en ningún
momento se detectó ni se montó ningún dispositivo especializado para
desactivar ningún artefacto explosivo durante todo este período [las pasadas
Navidades] (...) En el valle de Arán hace muchísimo tiempo que no se monta
ningún dispositivo generado por la existencia de algún artefacto explosivo».

Entre los papeles desclasificados por el Gobierno, hay una nota informativa
del CNI, fechada el día de la matanza -«Atentados terroristas en Madrid»- en
la que se argumenta por qué parece «casi seguro» la autoría de ETA[11]: «A
falta de resultados de los análisis periciales sobre la composición y
características de los artefactos, el procedimiento es el que ETA ha
empleado en buena parte de las acciones terroristas que ha realizado o
intentado en los últimos años. En este sentido, hay que recordar la
intención de hacer volar el tren Madrid-Irún las pasadas Navidades mediante
maletas bomba, así como la confesión de los terroristas detenidos en la
madrugada del 29.02.2004 -cuando trasladaban a Madrid una furgoneta bomba
con 536 Kg. de explosivo-, quienes reconocieron que en las mismas fechas
navideñas intentaron diseminar varias mochilas con explosivos en la estación
de esquí de Baqueira-Beret.[12]

A las siete de la tarde, Carlos Llamas abre el Especial Informativo de la
cadena SER con estas palabras: «ETA acaba de emitir un comunicado negando su
participación en los atentados, en tanto que el ministro del Interior
insiste en que la vía etarra [sic] sigue siendo la principal
sospechosa»[13]. Acto seguido, añade: «Da igual, sea quien sea. Aunque ya
sabemos que políticamente no da igual quién sea el asesino». Tras reproducir
las declaraciones que hizo Acebes a las seis (cuando informó del hallazgo de
la mochila), el conductor de Hora 25 comenta: «Según el ministro, la
principal vía sigue siendo la de ETA, aunque todo vuelve a estar en el
terreno de la incertidumbre, porque el ritmo de las investigaciones puede
ser mucho más lento que la avidez que tenemos todos por saber». Un
periodista de la casa informa a continuación de que no hay tal comunicado de
la banda terrorista vasca: «ETA hace una llamada a Gara, a eso de las seis
de la tarde, y otra a ETB [Euskal Telebista], (...) diez minutos después.
Nos hemos puesto en contacto con los dos medios. No hay comunicado. Se trata
de una llamada de un comunicante que dice ser el mismo que aparecía en el
vídeo donde los terroristas declaraban la tregua en Cataluña. El comunicante
ha pedido a ETB que le grabase, pero según ETB ha sido imposible por la
rapidez de la comunicación».

De nuevo Llamas: «Horas antes, el presidente Aznar, de algún modo, preparaba
el terreno diciendo que no hay que dar ninguna credibilidad a ETA». Y otra
vez Llamas: «Aznar pedía nula credibilidad a ETA. Comportamiento que
contrasta con un hecho reciente: la credibilidad y difusión que obtuvo el
comunicado de ETA en el que daba cuenta de la reunión con Carod Rovira y de
la tregua en Cataluña». Conviene recordar que el célebre encuentro de
Perpiñán fue dado a conocer en un primer momento por el diario ABC, después
por el propio dirigente independentista catalán y, finalmente, por la banda
terrorista.

El director del informativo nocturno de la cadena SER fija más tarde su
atención en la titular de Exteriores, Ana Palacio: «(...) ayer [enviaba] una
circular a todos los embajadores españoles (...), en la que les ordenaba que
confirmasen ante las autoridades y medios de comunicación la autoría de ETA.
La circular fue remitida (...) poco después de las cinco de la tarde, es
decir, cuando ya se había abierto la hipótesis de que Al Qaeda pudiera estar
detrás de los atentados de Madrid». Carlos Carnicero, con tales datos,
sentencia: «Si la ministra no sabía a esas horas que había dudas es una
irresponsable, y si lo sabía es una mentirosa. Indujo a los embajadores a
que intoxiquen [sic]». La circular en cuestión fue remitida a nuestros
diplomáticos a las 17'29; antes (tres horas antes) de que Acebes hiciera
público el hallazgo de la furgoneta de Alcalá; antes (una hora y cuarto
antes) de que éste se reuniera con los responsables policiales para valorar
la importancia de lo descubierto en la furgoneta; antes (media hora antes)
de que se procediera al tratamiento y reproducción de la cinta coránica. La
circular en cuestión -que forma parte de los documentos desclasificados por
el Gobierno- decía: «En relación con el brutal atentado que se ha cometido
hoy en Madrid y los esfuerzos que desde alguna fuerza política
[declaraciones de Otegi] se han hecho para intentar confundir sobre la
autoría del mismo, señalo lo siguiente: El ministro del Interior ha
confirmado la autoría de ETA. Así lo confirma el explosivo utilizado[14] y
el patrón utilizado en los mismos [atentados], que es el habitual en ETA,
así como otras informaciones que aún no se han hecho públicas por razones
obvias (...) Deberá V.E. aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten
para confirmar autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a
disipar cualquier tipo de duda que ciertas partes interesadas puedan querer
hacer surgir en torno a quién está detrás de estos atentados. Y si lo
considera oportuno, acudir a los medios para exponer estos hechos».

¿Quién ha sido? Media España se había echado a la calle la tarde de aquel
viernes, convocada por el Gobierno. Según Carlos Llamas, en la manifestación
de Madrid «el eslogan más coreado» ha sido uno de orden inquisitivo: «¿Quién
ha sido?». Cuando, pasadas las diez de la noche, el director de Hora 25 da
paso a la tertulia: «Ayer dijimos que no era el momento de [hacer]
determinadas declaraciones políticas. Yo creo que lo cumplimos. Nos
autodisciplinamos para que fuera así. Pasan las horas, se van acumulando una
serie de datos y todo ello conforma un escenario que sí merece comentario».
Carlos Carnicero se despacha contra el Gobierno: «Es importante no caer en
la trampa de decir que el duelo puede evitar hablar de algo tan fundamental
y que va a marcar la vida de este país durante los próximos cuatro años
(...) Me niego a creer que en el banco de datos del Ministerio del Interior
(...) no se tenga conocimiento de en qué fecha fue robada [la dinamita]
(...) Creo que estamos ante una maniobra que tiene pinta de intoxicación, y
el drama es que lo que suceda el domingo no tiene remedio y va a estar
condicionado por la generosidad de los españoles (...) Toda esta mala
voluntad va a condicionar el resultado del domingo, y eso es inevitable».
Félix Bayón prefiere explicar a la audiencia por qué estamos todos perdidos,
según Llamas, en un «mar de la confusión»: «Hay una bolsa bastante
importante de indecisos y, evidentemente, la identificación del atentado con
Al Qaeda puede hacer reflexionar a la gente».

Un experto en terrorismo, Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política en la
Universidad Carlos III de Madrid, interviene a eso de las once de la noche
en el programa y ofrece motivos para no descartar ni a ETA ni a Al Qaeda:
«Se puede argumentar que ETA está detrás de esta atrocidad porque, aunque es
cierto que este tipo de atentados se asemeja mucho más al que cometen grupos
fundamentalistas islámicos, es decir, atentados en serie coordinados, no
podemos ignorar que ETA ha utilizado esa metodología (...) en el pasado
(...) Recordemos cómo, en junio de 2002, ETA [colocaba] varios coches bomba
el mismo día, coincidiendo con la Cumbre [Europea] de Sevilla, en diferentes
ciudades españolas. Recordemos también cómo, en julio de 1979, trece
personas murieron asesinadas por explosivos colocados por ETA en Atocha,
Chamartín y Barajas. Recordemos que hay documentos interceptados [a] ETA
(...) en los que se indica que hay que romper tabúes [y] se sugiere que hay
que pasar a un modus operandi que suponga una mayor letalidad. Hay
argumentos para mantener que ETA se encuentra detrás de esta masacre (...)
La organización no puede saber cuál es el efecto de esos 500 kilos [se
refiere a los intervenidos en la furgoneta de Cañaveras] porque nunca los ha
utilizado, y eso mismo puede haber ocurrido con este atentado. Pero también
Al Qaeda puede estar detrás (...)».

13 de marzo

Jornada de reflexión. En la programación matinal de la cadena SER se dice:
«Siguen las investigaciones, y sigue sin respuesta la pregunta que ayer se
hacían miles de ciudadanos en las calles de toda España: ¿Quién ha sido?
¿Quién ha puesto trece bombas en cuatro trenes de cercanías? ¿Quién ha
dado de baja de la suscripción de la vita a 199 personas?»; «El Gobierno insiste, la hipótesis oficial sigue
siendo que la autoría es de ETA, pero cada vez son más los agentes
antiterroristas que se inclinan por el terrorismo islámico»; «Hace más de un
día de eso [el hallazgo de la furgoneta de Alcalá] y todavía no han sido
capaces de traducirla [la cinta con versículos del Corán]»[15]; «Tras el
comunicado de ETA en Gara, desligándose de este atentado, hemos preguntado
al ministro [del Interior] su opinión. Nos ha contestado que no se lo cree»;
«No se lo cree, no se lo creen, como sí creyeron en su momento el comunicado
en el que la banda anunciaba la tregua para Cataluña»... En fin: «En fin,
difícilmente vamos a saber algo en las próximas horas, en esta jornada de
reflexión, aunque el Gobierno se ha empeñado en extender la idea de que ha
sido ETA». La carta de Ana Palacio a las embajadas, los cortes que
reproducían el grito de «¿Quién ha sido?», las palabras de Acebes en la
tarde del viernes se escuchan una y otra vez entre las 6 y las 9 de la
mañana.

A esa hora del sábado comienza en la radio de Polanco el espacio A Vivir Que
Son Dos Días, dirigido por Fernando G. Delgado. En la tertulia, Eduardo
Sotillos denuncia que España iba a celebrar unas elecciones absolutamente
falsificadas, mientras que Eduardo Haro Tecglen dice: «Es evidente que el
Gobierno quiere que haya sido ETA, porque es su lucha, es su objetivo desde
el principio, [hacer de] ETA (...) la culpable de todo lo que pasa en el
país». Dice también que los atentados son, «se sabe», «un acto de guerra,
una respuesta a Europa, y especialmente a España, que era agitadora de la
guerra (...) en las Azores, en la ONU y en todas partes». «ETA lo ha
negado -comentaba el anciano columnista de El País- y las organizaciones
islámicas lo han afirmado, y lo ha afirmado Al Yazira... Pues no hay más
vueltas que darle. Es un acto de guerra».

Delgado aporta también su reflexión: «Ahora pretende establecerse una
división entre los que preferirían que [haya sido] ETA y los que preferirían
que [haya sido] Al Qaeda[16]. Desde luego, los que prefieran Al Qaeda, y
pongo énfasis en el verbo, quiero decir que lo estoy poniendo entre
comillas, no tienen... al menos no se ve una manifestación explícita de
esto, mientras que los que quieren que sea ETA, y pongo también entre
comillas el verbo, parece que tienen una expresión muy clara. Me da miedo
que el Gobierno nos esté dando una información que no obedezca a la realidad
y al rigor de la investigación». Fernando G. Delgado es recordado por haber
dicho a sus oyentes en las Generales de 2000 que el PP era heredero directo
de los asesinos de Federico García Lorca.

Más tarde, Peridis reflexiona evocador, tras escuchar una crónica de Olga
Rodríguez desde el tanatorio: «He cerrado los ojos (...) y se me ponían los
pelos de punta. La voz de Olga Rodríguez nos acompañó desde Bagdad en los
bombardeos, cuando estaban calientes las manifestaciones contra la guerra
(...), y me ha traído la guerra a mi cuerpo, a mis sensaciones, siento
escalofríos porque es una parábola (...) Nos dijeron, cuando la guerra de
Irak (...), [que] esto iba a ser un país más seguro. La pregunta de mañana
es: ¿somos un país más seguro ahora que hace un año?, ¿puede confiar en sus
gobernantes?, ¿cree que le mienten?, ¿le han mentido entonces?, ¿le van a
mentir ahora?». El arquitecto y viñetista también comenta cómo va decayendo
el eslogan «Ha sido ETA»: «El de ETA es un terrorismo al que estamos
acostumbrados y [que] sabemos combatir: contamos con la ayuda de Francia, no
se suicidan, escapan después de los atentados y dejan pistas. Si es
terrorismo islámico y se han suicidado, estamos en una guerra de otras
características». Antes del mediodía, llega la palabra del filósofo Emilio
Lledó: «¿Qué ideales vamos a tener si un político, conscientemente, nos
engaña? ¿Qué tipo de política vamos a creer que se alimenta de la mentira?
(...) Yo no sé quién es [el culpable], pero eso no debería hacernos cambiar
nuestro ideal de patriotismo, que no consiste en reconquistas perejílicas,
en patriotismos anticuados y falsificados».

A las catorce horas, Javier Casal, director del informativo, abre su
programa diciendo: «Sábado de trágica reflexión, y con dos preguntas sin
respuesta; la primera: ¿por qué?; la segunda: ¿quién ha sido el autor o
autores de la mayor tragedia desde la Guerra Civil?». Momentos después daba
paso a Ana Terradillos, que se encontraba en el Ministerio del Interior y
que informaba de que estaba a punto de reunirse la comisión de atención a
las víctimas del terrorismo. «Se espera también una actualización de datos
de fallecidos y heridos. Lo que parece que no toca hoy -proseguía la
periodista de la cadena SER-, lo que parece que no va a haber hoy, según
fuentes de este Ministerio, es ninguna novedad».

Pero las habría, y de nuevo las conoceríamos por la radio de Polanco. A las
tres y cinco, Javier Álvarez daba cuenta de ellas: «Novedades (...) El
Centro Nacional de Inteligencia cree que el atentado es obra del terrorismo
islámico. Fuentes del CNI han confirmado a esta redacción que todos sus
agentes trabajan ya al 99% de posibilidades de que nos encontramos ante un
atentado de corte radical islamista cometido por un grupo numeroso, entre 10
ó 15 individuos, que pueden estar ya fuera del país, que colocaron las
mochilas e inmediatamente después huyeron. Estas fuentes aseguran que desde
el jueves advirtieron a Interior [de] que la hipótesis de ETA era muy vaga y
[de] que el islamismo radical podría ser el autor (...) También avisaron al
ministro, en este sentido, expertos de la Policía y de la Guardia Civil».
Casi dos horas más tarde, a las cinco menos diez, Jorge Dezcallar, director
del CNI, desmiente, por medio de la agencia EFE, las informaciones de la
cadena SER, tanto lo del «99% de posibilidades» como lo de que se hubiera
advertido a Interior de la vaguedad de la pista etarra. Asimismo, Dezcallar
confirmaba que se seguía investigando también a ETA. No obstante, la SER ya
no dejaría de repetir la consigna del «99%».

La tensión va aumentando, en la calle, en los medios de comunicación y en
los partidos políticos. Así, en el boletín de las seis se escucha a una
locutora decir: «Izquierda Unida, después de la comparecencia de Ángel
Acebes [se había producido a las 14'30, y en ella el ministro había dicho
que no se descartaba la colaboración de bandas terroristas en la matanza],
ha denunciado una estrategia de manipulación informativa por parte del
Partido Popular, lo que la coalición llama un golpe de Estado informativo
del PP».

Carrusel deportivo

A las seis y cinco de la tarde, Paco González, codirector de Carrusel
Deportivo, saluda a su audiencia de esta guisa: «Aquí estamos, en esta
jornada de reflexión. Reflexión doble, porque hay que votar mañana y por lo
sucedido antes de ayer (...) Yo (...) prefiero no decir nada de lo ocurrido
el jueves, porque (...) echaría más gasolina al fuego. repruebo a Al Qaeda y
repruebo a ETA (...) Siento mucho volcar este sentimiento de repruebo sobre un
micrófono como el de la SER, que es permanentemente un ejemplo de
información, de ayuda y de moderación, pero siento que debía decirlo, como
en su día dije que me daba ardor de estomago el ver que mi Gobierno apoyara la guerra;
pero no sólo porque me temiera algo de esto, sino porque me da repelúsba ver a
niños iraquíes muertos o mutilados o huérfanos. (...) Mañana hay elecciones,
y yo, que soy ateo en política, pero extraordinariamente ateo en política,
voy a ir a votar (...), porque no todos los políticos son iguales (...), hay
unos políticos menos malos que otros, y hay políticos que nos mienten. (...)
Esta vez, después de lo que pasó el jueves, si no votamos es que no nos
importa nada». Y luego pedía a sus compañeros que procuraran hacer el
programa como si de un sábado cualquiera se tratase, aunque en realidad
fuera un sábado sumamente excepcional.

A las siete y media, González da paso a su compañero Javier Casal, de los
Servicios Informativos, que anuncia la comparecencia de Ángel Acebes para
las ocho e informa de la manifestación, espontánea, que se está produciendo
frente a la sede nacional del PP; esa manifestación donde, espontáneamente,
casi todo el mundo lleva el mismo cartel, con la palabra Paz impresa en rojo
o oscuro y en mayúsculas. «Vamos a volver a la calle Génova, donde unas 4.000
personas, convocadas a través de mensajes a móviles, se manifiestan a esta
hora contra el Gobierno». Casal, a su vez, conecta con Javier Torres, el
enviado de la cadena a la sede acosada, el cual se dedica a reproducir los
lemas coreados por los manifestantes pacifistas: «"Antes de votar, queremos
la verdad", "No estamos todos, faltan 200", "En Europa ya lo saben,
mentirosos"... No se cansan (...) la gente continúa llegando aquí (...)».

Ángel Acebes, a las ocho, informa de la detención de varias personas
sospechosas de estar relacionadas con la matanza. Pero eso ya lo sabían los
oyentes de la SER desde hacía algo más de diez minutos. Habían oído decir a
Javier Álvarez: «Operación policial contra el integrismo islámico en Madrid.
La Policía ha detenido a cinco presuntos [sic] sospechosos de los atentados
del jueves. Según fuentes de la investigación, se trata de dos ciudadanos de
nacionalidad hindú [sic, por india] y tres ciudadanos de nacionalidad [sic]
árabe, al parecer presuntamente vinculados con el aparato de logística
desarrollado en Madrid para cometer los atentados. No son de (...) ETA,
según nos confirman fuentes judiciales y policiales, y sí están vinculados
con el atentado (...)». Acto seguido, Paco González dice: «Esta es la
noticia importantísima de última hora que les ha adelantado (...) la cadena
SER. En el arranque de nuestro programa había algún oyente que nos
reprochaba que no diéramos el desmentido del CNI, o del director del CNI en
concreto, pero instantes después nuestros compañeros se seguían ratificando
en la información que fuentes de ese mismo CNI habían dado a la cadena SER
[en el sentido] de que la línea de investigación principal era, a un 99%, el
integrismo islámico. Cinco detenidos (...), dos son hindúes [sic], tres son
árabes». En realidad, el ministro del Interior había informado de que los
detenidos eran cinco -tres marroquíes y dos indios- y de que se estaba
tomando declaración a otras dos personas -españoles de origen indio-, todos
ellos presuntamente relacionados con la venta y falsificación del teléfono
móvil que se había encontrado en la mochila que no llegó a explotar.

Esta edición de Carrusel Deportivo está salpicada de conexiones con los
Servicios Informativos de la cadena. La de las nueve menos cinco se dedica
casi por completo a cubrir las concentraciones. «La noticia está en la
calle -narraba Javier Casal. Siguen las manifestaciones contra el Gobierno».
A continuación, da paso a su compañero Javier Torres, en la calle Génova:
«Varios miles de gargantas corean lemas como «No a la guerra», «Mañana se va
a notar, a la hora de votar», «Dimisión» (...), «Mentirosos», «Que no, que
no, que no somos idiotas». Llevamos ya tres horas de concentración frente a
la sede del PP, y [va a haber una] concentración, dicen, a las doce en la
Puerta del Sol». Luego, desde Barcelona, habla Cristina Crespo: «Miles de
personas se están concentrando ante la Delegación del Gobierno. En estos
momentos deben [de] ser unos 5.000 (...) Llevan cacerolas, cubiertos,
cualquier cosa que pueda hacer ruido (...) Entre los lemas y pancartas, [uno
que dice] «Vuestras guerras, nuestros muertos» (...) El grito más coreado
[es] «No a la manipulación», pero también «Aznar, fascista, tú eres el
terrorista». Nos comentan también que hay un millar de personas ante la sede
del PP en Barcelona». La rueda se completa con las crónicas de los enviados
de la SER a las manifestaciones que están teniendo lugar en Santiago de
Compostela, Valencia y Bilbao. La de Palma de Mallorca, sin dejar de ser
espontánea, ha sido convocada por la Plataforma por la Democracia y la
Globalización Social y por el Sindicato de Periodistas de las Islas
Baleares.

En la radio de Polanco se suceden las felicitaciones a los componentes de
los Servicios Informativos; incluso en las célebres cuñas publicitarias de
Pepe Domingo Castaño. Como esta a eso de las nueve y cinco: «Un purito Reig
por los compañeros de la cadena SER, porque se están matando para sacar la
información más auténtica y más pura, sí señor. Un purito Reig por ellos,
porque trabajan todo el día para que usted esté bien informado y sepa lo que
hay que saber».

Sobre las nueve y cuarto, Mariano Rajoy comparece para denunciar el acoso
que están sufriendo las sedes del PP en toda España: «Estos hechos
gravemente antidemocráticos -declara- no se habían producido nunca en la
historia de nuestra democracia, [su objetivo es] influir y coaccionar la
voluntad del electorado en el día de reflexión, día en el que están
prohibidas en toda democracia toda clase de manifestaciones, para que el
proceso electoral discurra limpiamente». El secretario general de los
populares, y candidato en los comicios que iban a tener lugar al día
siguiente, pedía y exigía «a los convocantes de esta manifestación ilegal»
que cesasen en su actitud y dieran por concluido «este antidemocrático acto
de presión sobre las elecciones de mañana». Asimismo, informaba de que el PP
había denunciado los hechos ante la Junta Electoral Central, y solicitaba
«al resto de partidos políticos» que desautorizasen «de manera expresa estas
presiones intolerables, que repiten el acoso a las sedes del PP en la
campaña de las pasadas elecciones municipales y autonómicas y que en ambos
casos están dirigidas a influir negativamente sobre las elecciones». La
cadena SER cierra así la conexión: «No olvidemos que Rajoy comparece (...)
en jornada de reflexión. Además, el candidato del PP es entrevistado en dos
periódicos de tirada nacional».

Tras Carrusel Deportivo, un Especial Informativo que tiene como plato fuerte
la retransmisión de la comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, pocos
minutos después de las nueve y media, desde la sede nacional del PSOE. El
comunicado del coordinador de la campaña electoral socialista dice:
«Lamentamos que el comportamiento ejemplar de los ciudadanos no se haya
visto acompañado de un comportamiento semejante por parte del Gobierno. Los
ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta, que les diga
siempre la verdad. El PSOE conocía las líneas de trabajo de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad; a pesar de ello, por sentido del Estado, por respeto a
la memoria de las víctimas, hemos estado callados cuando desde el Gobierno
se hacían descalificaciones y afirmaciones que no siempre se han
correspondido con la verdad. Nunca utilizaremos el terrorismo en la
confrontación política. Ésta ha sido y será siempre nuestra actitud y
nuestro comportamiento. Reiteramos (...) nuestro compromiso de contribuir a
mantener la serenidad, la unidad y la confianza de los ciudadanos en las
instituciones democráticas y en la tarea de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado. Reiteramos nuestra convicción de que este momento
exige especialmente limpieza en el juego político (...) Queremos,
finalmente, dirigirnos (...) a los ciudadanos para que mantengan la
serenidad que han venido mostrando en los últimos días: hoy es el día de la
reflexión (...) Los ciudadanos quieren conocer toda la verdad sobre los
terribles sucesos acaecidos en Madrid en los últimos días, y la verdad, toda
la verdad, se acabará sabiendo. Ese es nuestro compromiso con las víctimas».
En el turno de preguntas, un periodista pregunta a Rubalcaba por lo que
había dicho Rajoy pocos minutos antes: «No nos sentimos aludidos -respondió.
El PSOE ni ha convocado ni convocará jamás una manifestación delante de otro
partido político democrático, ni el día de la reflexión ni ningún otro día
del año».

Tras Ferraz, de nuevo Génova. Allí sigue Javier Torres, portavoz de los
acosadores: «No se mueve un alma en la calle Génova (...) En cuanto se ha
sabido lo que decía Rajoy, la contestación ha sido inmediata: ¨No nos vamos,
nos han convocado los asesinados"». Un fallo técnico da al traste con la
conexión, y José Antonio Marcos aprovecha para preguntar a Carlos Llamas qué
opinión le merecen las declaraciones de Mariano Rajoy. «Me parece una
comparecencia interesada -responde el director de Hora 25. No entiendo por
qué tiene que salir el secretario general del PP, que [además] es el
candidato del partido [en las elecciones]». «Los ciudadanos -prosigue-
fueron ayer voluntariamente a (...) las manifestaciones [para expresar] su
sentimiento. Hoy hay otros que tienen otro tipo de sentimiento, y me parece
igualmente respetable que lo expresen. Sí quisiera hacer un llamamiento a la
calma: mañana tienen una capacidad de expresión que no se tiene cualquier
día, se tiene sólo cada cuatro años (...) Mañana tienen [una] oportunidad de
expresarse de manera mucho más eficiente de lo que lo puedan hacer hoy».

Al filo de las diez vuelve a aparecer en antena Javier Torres, para ofrecer
pruebas concluyentes de la espontaneidad del acoso que estaban padeciendo
las sedes populares: «Hay una cosa importante (...) La convocatoria se ha
hecho básicamente a través de mensajes a teléfonos móviles. ¡Yo mismo he
recibido más de una veintena (...), de conocidos, de gente que
espontáneamente [los enviaba], porque al final del mensaje decía: «Pásalo»!
Es decir, es un movimiento espontáneo (...) Por cierto, acabamos de recibir
bastantes mensajes llamando también a hacer una cacerolada, en toda España,
a las diez de la noche». En otro momento, Torres conversa con un mando de
las fuerzas antidisturbios desplegadas en la calle Génova: «Me decía este
responsable de la Policía que no podían disolver esto, que era muy difícil
disolver esto». «Porque la gente -explicaba Torres, a trancas y barrancas y
barruntando apocalipsis-, a pesar de que está lanzando estas consignas: «No
nos vamos», «Nos han convocado los asesinados», «La voz del pueblo no es
ilegal», la gente está en una actitud muy pacífica. No sé yo... después de
estar aquí desde las seis de la tarde... no sé yo si un acto de la Policía o
una disolución por la fuerza de este acto, que yo creo que es espontáneo...
desde luego no sé yo si puede tener consecuencias... no sé... algún
enfrentamiento». Carlos Llamas insistía en pedir calma a la ciudadanía, y en
justificar el acoso a las sedes populares: «Es lógico que ocurra un hecho
así. ¿Qué se gritó ayer en [la manifestación de] Madrid, al paso de las
autoridades, del presidente del Gobierno, del ministro del Interior? «¿Quién
ha sido?», les gritaban. Los ciudadanos querían saber».

Más conexiones. Ahora, con Barcelona. José Antonio Marcos se queda unos
instantes con el sonido ambiente que llega desde la Ciudad Condal: «Esto nos
pasa por un Gobierno muy de derechas», se podía escuchar nítidamente. También había
jaleo en Bilbao; en concreto, frente a la Subdelegación del Gobierno. La
Ertzaintza había detenido a un manifestante, informaba el enviado de la
cadena SER. Marcos apostilla: «Evidentemente, el derecho de los ciudadanos a
manifestarse (...) no es cuestionable, pero hay que hacer un llamamiento a
la calma, porque estamos a muy pocas horas de una jornada electoral. Hay 200
muertos muy recientes y, lógicamente, nosotros no vamos, ni muchísimo menos,
a caldear los ánimos». «Por respeto a ellos -le interrumpe Carlos Llamas-,
por respeto a la democracia. (...) puede haber razones morales que impulsen
a ciudadanos que se sienten engañados a exponerlo públicamente, pero (...)
esas razones morales se pierden (...) si las formas son distintas a la
libertad de expresión y al respeto. Mucho cuidado con los comportamientos:
que haya indignación y que haya quien sienta la necesidad de exponer
públicamente esa indignación puede ser comprensible, pero en los cauces del
absoluto respeto».

Varios tertulianos habituales de Hora 25 se incorporan, a las diez y cuarto,
al Especial Informativo. Santiago Belloch es el primero en tomar la palabra:
«Lo impensable se está produciendo, el intento de manipulación en un período
electoral». Algo más tarde asegura sentirse «avergonzado» por que los
miembros del Gobierno no hubieran tenido «la honradez (...) de afrontar las
cosas desde la moralidad y desde la eficacia de su trabajo». A las diez y
veinte, Carlos Llamas y José Antonio Marcos entrevistan, por teléfono, a
Felipe Alcaraz. El dirigente de IU dice: «Si el Gobierno, como parece, ha
manipulado, ha intentado engañar a la opinión pública antes de unas
elecciones, se trata de un asunto gravísimo, se trata de una herida a la
democracia muy grave que (...) tendría consecuencias de todo tipo»; «(...)
ahora nos encontramos con que hay una evidente manipulación, y la gente está
reaccionando de manera espontánea. Aquí, en la manifestación de Sevilla, una
de las pegatinas que más se vio era una que decía «No al terrorismo, no a la
guerra». Por lo tanto, la gente ve consecuencias, y que hay un Gobierno que
ha intentado ocultar las consecuencias, y por lo tanto reacciona, con un
coraje ciudadano que quizá no esperaba el Gobierno». Marcos invita a Alcaraz
a secundar el llamamiento a la calma «que estamos realizando a los
ciudadanos que legítimamente están saliendo a la calle desde primera hora de
la noche». «Sí, sí, sin duda -asiente el comunista-, hay que llamar a la
calma. Yo creo que hay bastante calma; hay indignación, pero muy contenida.
En todo caso, que esté muy tranquilo el señor Rajoy, que no hay ninguna
conspiración ni nadie está llamando a ninguna concentración ante ninguna
sede de ningún partido, y él lo sabe perfectamente».

Carlos Carnicero se incorpora a la tertulia a las once menos veinte. De
primeras, cuenta lo que le ha dicho un anciano con el que se ha cruzado
cuando se dirigía a los estudios centrales de la radio de Polanco: «Haga
usted lo que no ha hecho Rajoy: llame usted a la calma. No caigan ustedes en
la tentación de colaborar en la crispación que algunas personas quieren
generar sobre la indignación legítima». Y añade: «Los colegios deben abrirse
mañana. Los ciudadanos van a ir a votar (...) habiendo recuperado una
información que ha estado secuestrada durante unas cuantas horas. Por lo
tanto, (...) han recuperado parte de su libertad de conocer los hechos con
más minuciosidad».

Once y media. Eduardo Zaplana, ministro portavoz, lee el siguiente
comunicado: «Ruego, en nombre del Gobierno, que no se hagan más imputaciones
falsas, que no se utilicen métodos que nos recuerdan otras épocas felizmente
superadas. Apelo a la responsabilidad de las formaciones políticas y al
sentido de la prudencia (...) El Gobierno sólo tiene que felicitarse por la
extraordinaria manifestación de civismo demostrada por todos los ciudadanos
y por la excelente labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Reitero la
solicitud a los responsables políticos, que sepan estar a la altura de estas
circunstancias (...) Por último, el Gobierno rechaza y recuerda que en el
día de hoy no se pueden celebrar manifestaciones, concentraciones ni actos
públicos, bajo ninguna circunstancia, y reclamamos que no siga dañándose el
proceso democrático e incumpliéndose lo que (...) determina la ley». Para
José María Brunet, las palabras del ministro confirman, sin ningún género de
dudas, que las elecciones del día siguiente no corren peligro; en concreto,
decía: «Esto confirma que la fecha electoral no está, para nada, en
discusión».

A Carlos Carnicero, en cambio, le han provocado desazón: «A mí me preocupa
muchísimo, José María [Brunet], el tono de la intervención de Zaplana, por
tres razones: primera, porque no ha habido ningún desbordamiento, ha habido
una valoración política de hechos [se refiere, como es obvio, a las
concentraciones frente a las sedes del PP] que no está reñida con el día
electoral: en el día de reflexión lo que está prohibido es lo que ha hecho
Rajoy, pedir el voto, lo demás no está prohibido». Carnicero se olvida de
añadir las otras dos razones anunciadas y lanza un mensaje a quienes supone
que le escuchan desde la calle: «Quiero hacer desde aquí, con todo rigor,
con toda serenidad [sic], un llamamiento a que todo el mundo abandone las
calles (...) Porque intuyo, y no quiero aventurar nada, en las palabras de
Zaplana (...) un ultimátum (...) Tal vez (...) se esté buscando propiciar
algún tipo de incidentes. Yo rogaría a los que nos estén escuchando en las
calles de toda España que, por favor, se vayan a sus casas (...) Que no den
pie, a pesar de que no ha habido ningún incidente en esas concentraciones
que el Gobierno llama ilegales, que no den pie a que una alteración del
orden público pueda ser el pretexto de algún tipo de locura más allá de la
que estamos inmersos, es decir, de alguna tentación de declarar algún estado
de excepcionalidad».

Pasadas las doce de la noche, ya en la jornada electoral, Localia emite un
reportaje sobre la Guerra Civil.





[1] A lo largo de esta crónica introducimos, como notas, pasajes de <Los
agujeros personas de color del 11-M>, el indispensable reportaje de investigación que
publicó Fernando Múgica en El Mundo el 18 de abril (págs. 12-18). Éste es el
primero: «Las Fuerzas de Seguridad han trasladado al Gobierno, en las
últimas semanas, su preocupación, al considerar que ETA puede intentar un
atentado salvaje que irrumpa de forma determinante en la campaña electoral».

[2] Al decir de Fernando Múgica, el proetarra estaba mintiendo: «(...)
Arnaldo Otegi (...) insinúa a una radio local del País Vasco, Herri Iratia,
que lo primero que le ha venido a la cabeza es que <el Estado español
mantiene fuerzas de ocupación en Irak>. La pista radical islamista se pone,
así, en marcha, poco después de las 10 de la mañana. Pero Otegi sólo trata
de ganar tiempo. A las 13.00 horas volverá a reafirmar esta idea para salir
al paso de las declaraciones del ministro del Interior, Ángel Acebes, que
defiende con rotundidad la autoría de ETA. Otegi no contempla <ni como mera
hipótesis> que ETA pueda ser la autora de los atentados de Madrid. Pero está
mintiendo, y el presidente del Gobierno (...) lo sabe. Las Fuerzas de
Seguridad tienen constancia de una conversación que el propio Otegi ha
mantenido con alguien de su entorno antes del mediodía (...), en la que
muestra su desconcierto, su miedo, su total estupor: <Si sale alguien por
ahí [se refiere a alguien de los suyos] reivindicando esto, estamos perdidos
definitivamente. Yo tengo que saberlo cuanto antes, porque si es así no
puedo volver a mi pueblo. Tengo que marcharme cuanto antes. Necesito
saberlo».

[3] Según Múgica, las FSE planeaban dar un golpe cuasidefinitivo a ETA el 12
de marzo. De ahí que los atentados del 11-M produjeran en aquéllas» un
enorme desconcierto». Todos los terroristas «están en su sitio», así que no
han podido ser ellos. Sin embargo, saben que hay etarras sobre los que no se
sabe nada; etarras como los que se dirigían a Madrid con la furgoneta
interceptada en Cañaveras: «En ese momento de máximo desconcierto sucede
algo que provoca que el Gobierno cometa el mayor error de su mandato.
Comienza la trampa. Un miembro de los Cuerpos de Seguridad envía por
teléfono, y desde el mismo lugar de los hechos, la primera valoración del
explosivo. Siempre de viva voz, y sin que nadie ponga todavía nada por
escrito, se nombra la palabra mágica: Titadine. Es el fabricante de una
modalidad de dinamita que utiliza habitualmente ETA. La palabra se extiende
entre los que tienen que ver con el caso y [en] los primeros informes que
llegan a la Policía Nacional, la Guardia Civil, el CNI, el Gobierno de la
nación y el Gobierno vasco. El error (...) sólo puede ser intencionado.
Ningún experto policial, y menos los especialistas en desactivación de
explosivos, podría confundir Titadine con Goma 2. Los olores que provocan
ambas sustancias son tan diferentes como un plátano y una pera. Pero en los
primeros momentos de confusión (...) produce un efecto multiplicador
demoledor. Estos primeros indicios son los que le hacen pronunciar a
Ibarretxe aquel discurso tan precipitado en el que (...) arremete contra ETA
(...) El Gobierno también cae en el mismo error».

[4] «Muy avanzada la tarde, y a pesar de que un perro-policía ha demostrado
horas antes lo contrario, se da a conocer que se han encontrado restos de
explosivo [en la furgoneta]. Incluso se habla de un cartucho de 125 gramos
de dinamita Goma 2 Eco. No es cierto. El perro (...) no se comportó como lo
hacen invariablemente cuando encuentran explosivos, con inmovilidad
absoluta. En la furgoneta no había explosivos cuando la policía la precinta
en Alcalá [...] Pero la noticia de la jornada, la que todo hace que dé un
vuelco definitivo, es la aparición de una cinta de audio con versos del
Corán. Comienza a asomar así lo que un veterano investigador de la policía
ha definido como el cuento de Pulgarcito, alguien que encuentra el camino
porque previamente ha dejado las piedrecitas blancas que le indican el
mismo».

Días más tarde la Policía detiene a José Emilio Suárez Trashorras, 27 años,
ex minero y confidente. Se le acusa de haber vendido el material
explosivo -cartuchos de 125 gramos de dinamita Goma 2 Eco- con que se
perpetró la matanza. «¿qué es lo que relaciona a José Emilio con la dinamita
de los atentados? Solamente dos cartuchos de dinamita Goma 2 Eco, de 125
gramos, encontrados en la mochila que fue hallada en la comisaría de
Vallecas [v. nota 9] con el teléfono móvil que dio las pistas [sobre] los
autores de la masacre del 11-M. Sin embargo, en las fotografías oficiales
del contenido de la bolsa azul, distribuidas a diversas policías extranjeras
y difundidas por la cadena estadounidense de televisión ABC, no figura
ningún (...) cartucho».

En cuanto a la furgoneta, «no pudo transportar los explosivos desde Avilés
hasta Madrid. Sólo había recorrido 200 kilómetros desde que la robaron hasta
que la encontraron en la mañana de los atentados».

[5] No era Al Qaeda, sino las Brigadas de Abu Hafs Al Masri, «un
grupo -escribe Múgica- que en los últimos meses lo ha reivindicado todo,
incluidos los últimos apagones de Nueva York». «Los especialistas no le dan
ningún valor [al comunicado de las Brigadas], como demuestra, con sólidos
argumentos, otro de los documentos del CNI desclasificados (...) En los días
siguientes se producen hasta siete reivindicaciones diferentes de al menos
cinco grupos organizados, (...) de cuatro países diferentes».

[6] «(...) algunos rumores del primer día [apuntan a] que puede haber restos
de kamikazes entre las víctimas. En realidad, se trata de una simple
confusión, para algunos intencionada. En Ifema recogen y separan los restos
de las víctimas. Las bolsas de plástico contienen signos de colores para
organizar mejor la identificación. Hay tres bolsas aparte con restos que
nadie es capaz de atribuir a una persona concreta (...) Esas tres bolsas dan
lugar a los rumores difundidos por medios de comunicación y que luego
quedarían desmentidos. El propio Zapatero hace llamadas en las que afirma
que ya han encontrado restos de kamikazes y que el Gobierno lo oculta».

[7] «Miembros del PSOE, avisados por su gente en la policía, saben desde la
mañana de la existencia de la furgoneta, antes incluso que el propio CNI. La
Inteligencia española no conoce, a la hora de redactar uno de los informes
que el Gobierno desclasificaría días más tarde, ni siquiera la existencia de
esa furgoneta [...] En la revisión de la furgoneta se tarda las horas
suficientes como para que el Gobierno se meta un poco más en la trampa de la
autoría de ETA. Se da la excusa de que la policía no tiene Tedax libres
(...) Pero lo que no dicen es que la Guardia Civil ofrece sus servicios de
Tedax y son rechazados de forma categórica». Y es que, según el periodista
de El Mundo, «un grupo de mandos policiales y algunos agentes del CNI»,
todos ellos «de la cuerda más dura y leal al partido socialista», se habían
puesto ya a trabajar sobre los atentados; habían conformado «un equipo
hermético» que dejaba de lado a la Guardia Civil y hacía que llegaran con
retraso las informaciones al CNI. «Llaman, sin embargo, cada pocos minutos a
una célula del PSOE, que obtiene así información privilegiada, lo que les
permite montar una estrategia eficaz contra el Gobierno. Saben que éste
sigue empeñado en la tesis de ETA, y permanecen callados para que Aznar,
Rajoy y Acebes se metan ellos solos en la trampa».

[8] «En Israel se encuentran los mejores especialistas en medicina forense
relacionados con terroristas suicidas (...) Tras las explosiones de Madrid
pretenden volar desde Tel-Aviv varios de estos especialistas para colaborar
en lainvestigación. Pero la policía española, que ya ha rechazado a los
estadounidenses, rechaza también a los israelíes».

[9] Informe remitido por Baladía al director general de Relaciones con la
Administración de Justicia, Carlos Lesmes Serrano, fechado el 17-III-04 e
incluido por el Gobierno en el lote de documentos desclasificados

[10] «(...) esa bolsa dio teóricamente vueltas por Madrid durante muchas
horas sin que nadie se percatara de ella. Algunas versiones dicen que fue
trasladada hasta Ifema con el resto de las pertenencias que se encontraron y
que nadie había reclamado (...) La relación con los trenes es meramente
circunstancial. Cualquiera podía haberla colocado en Ifema». En la mochila
hay «una masa gelatinosa de explosivo, un teléfono móvil con dos cables
incrustados, una batería para el teléfono y, por supuesto, la tarjeta del
móvil». El celular y sus accesorios llevarán a la Policía hasta Jamal
Zougam, «un trapisondista jovenlandés de poca monta que tiene un locutorio muy
popular en Lavapiés».

[11] Ver nota 7

[12] Lesmes Serrano, fechado el 17-III-04 e incluido por el Gobierno en el
lote de documentos desclasificados.

«Los dos jóvenes capturados [en Cañaveras] con una furgoneta en que la
transportaban 500 kilogramos de explosivos, Irkus Badillo y Gorka Vidal, han
declarado que ETA les había ordenado la colocación en (...) Baqueira Beret,
en las últimas Navidades, de 12 bolsas y mochilas con explosivos para que
explotaran de una forma coordinada. Tras observar el terreno desistieron de
la acción».

[13] «En la tarde del viernes los investigadores que han apostado por la
pista de ETA sienten alivio cuando les cuentan que han encontrado una
tarjeta de teléfono en la mochila que no explotó y que es de fabricación
francesa. Creen que el rastreo de esa tarjeta les va a llevar a San Juan de
Luz. Por eso, agentes del CNI llaman a sus fuentes para comunicarles que la
pista de ETA cobra, de nuevo, una gran fuerza y que es la más fiable, a
pesar de todos los demás indicios. Acebes sale de nuevo en televisión esa
tarde y sonríe para sus adentros, convencido de que pronto va a poder
demostrar que la pista etarra es la verdadera». ¿Por qué pensaban los
investigadores que el teléfono les iba a llevar a ETA? «En la estación de
San Sebastián los servicios especiales de la Guardia Civil habían encontrado
semanas antes lo que calificaron como una <bomba cepo>. No se trataba de una
trampa destinada a destrozar a quienes intentaran desactivarla. Por el
contrario, era un artefacto inofensivo pero que tenía como iniciador un
teléfono con dos cables (...). ETA ha intentado desde hace tiempo utilizar
teléfonos para cometer sus atentados».

[14] En un primer momento se pensó que el explosivo era titadine (v. nota
3); la cadena SER incluso se permitió decir, a las tres y media, por boca de
Ana Terradillos: «No se ha hecho público todavía, pero fuentes del
Ministerio del Interior nos lo acaban de confirmar. La carga explosiva está
compuesta por titadine y dinamita reforzada (...) Hablamos, por tanto,
efectivamente de ETA, del modo de actuar de ETA». Sólo a las nueve de la
noche, como ya se ha señalado, rectificó la información Javier Álvarez.

[15] Sin embargo, luego reproducían unas palabras de Acebes, de la tarde del
viernes, en respuesta a una pregunta de la propia cadena SER sobre el
contenido de la cinta: «(...) ni del contenido de la misma ni del registro
que se ha realizado en la furgoneta [se ha obtenido] ninguna otra pista [que
apunte] en esa misma dirección [la autoría islamista]».

[16] «La juez francesa antiterrorista Le Vert llama [a última hora del
viernes] a una alta personalidad del PSOE para advertirle de que los
expertos franceses descartan a ETA. Un camarero que se encuentra sirviendo
la mesa donde se recibe la llamada cuenta que, en ese momento, uno de los
comensales pide el champán más caro de la casa y dice: ¡Hemos ganado las
elecciones! .
 
A

Aquilino

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair...

Luis Carlos:

Agradecido por el texto de las dos pancartas, pero no era eso lo que yo
preguntaba.

"luis_carlos" <no_guerra@teleline.es> escribió en el mensaje
news:elcgd1l30jo8j3fo2tl3hgh5cif9965tl8@4ax.com...
>
> saludos
> luis carlos
> _______________________________________________________________________
>
> Armas de destruccion masiva:"No me perdonaría que hubiera un solo español
> que me dijera que mentí"
> José Mª Aznar 13-febrero-03.


Supongo que Aznar se staba refieriendo al tercer párrafo de la Resolución
1441 (2002) aprbado por unanimidad en el Consejo de Seguridad de 8 de
noviembre de 2002, que explicita:

"Reconociendo la amenaza que el incumplimiento por el Iraq de las
Resoluciones del Consejo y la proliferación de armas de destrucción masiva y
misiles de gran alcance plantean para la paz y a la seguridad
internacionales".

Si la ONU estaba en un error y Aznar lo recogía, hay que acudir al DRAE para
ver si a eso se le llama mentir...

> "El que diga que no ha sido ETA es un manipulador y un criminal"
>
> Acebes.


Y eso era, según el extenso texto que he transcrito de la SER, lo que la
policía creía hasta la tarde del día 13 de marzo por las investigaciones
realizadas y por los indicios históricos. Comprendo que el texto de la SER
es largo y hace falta un esfuerxzo leerlo, pero sin comprenderlo no se
entiende nada.



> Mintieron el 11M y siguen mintiendo.


Precisamente esa era la pregunta, que en este texto pancartero no responde:
¿algún dato de los transcritos en el resumen de la programación de la SER
entre los días 11 al 13 de marzo es falso (además de los del terrorista
suicida, que pudo ser un error)?

Por otra parte, también añadiría si es falsa la siguiente información que
hoy recoge la prensa:

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276256342.html

Supongo que conocer la verdad es lo único que nos importa a todos, pues el
sincero dolor por los asesinados por unos fanáticos criminales está fuera de
toda duda (Permítaseme que esta sea la única opinión que manifieste al
respecto después de haber dado por terminada la discusión).

La fe es cosa de creyentes.

Saludos

Aquilino
 
L

luis_carlos

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair...

El Sat, 16 Jul 2005 11:11:48 GMT, Aquilino escribió:

>Luis Carlos:
>
>Agradecido por el texto de las dos pancartas, pero no era eso lo que yo
>preguntaba.

Pancrtas?

De Rajoi?
 
A

Aquilino

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair...

Luis Carlos:

No entiendo mucho de lemas de pancartas, pero si efectivamente, el lema:

"Mintieron el 11M y siguen mintiendo".

que proclamas en tu correo es de ese tal Rajoi que citas, pues así será. Y
si es tuyo, no me parece que hayas realizado un esfuerzo intelectual
excesivo si era una respuesta razonada a mi pregunta saturada de datos.

En cualquier caso, ha quedado muy claro hasta dónde llega tu sindéresis, por
lo que mejor no insisto. Los límites están ya marcados. No hay por qué
seguir si las respuestas son de este nivel.

Aquilino

"luis_carlos" <no_guerra@teleline.es> escribió en el mensaje
news:gf5jd1h0eg5csa1u29d001per638asppfm@4ax.com...
> El Sat, 16 Jul 2005 11:11:48 GMT, Aquilino escribió:
>
>>Luis Carlos:
>>
>>Agradecido por el texto de las dos pancartas, pero no era eso lo que yo
>>preguntaba.

> Pancrtas?
>
> De Rajoi?
>
>
 
P

Pepepaco

Guest
Re: Aquí se reprobaría a Blair... Mensaje de 206kb. Abrir sólo por quien le interese al asunto.

Gracias Aquilino,
Por lo que yo recuerdo los hechos que describe coinciden básicamente con lo
que ocurrió en esos días. Había oído hablar de este documento hecho por
Múgica de "El Mundo" pero no lo había leído completo.
Creo como ya te dije que en un primer momento la tesis de ETA fue adoptada
de buena fe por el Gobierno, y por todos. Lo que ocurrió, para mi, es que
cuando el Gobierno vio que esa tesis perdía fuerza no supo reaccionar a
tiempo y trató de mantenerla contra viento y marea.

De todo el escrito sólo hay un dato, que además no tiene que ver con el
11-M, que es falso, al menos que yo sepa. Es el dato que dice "Fernando G.
Delgado es recordado por haber dicho a sus oyentes en las Generales de 2000
que el PP era heredero directo de los asesinos de Federico García Lorca."
Esto apareció también en un libro de Alfonso Ussia y fue denunciado como
falso por Fernando G. Delgado. Un juez le dio la razón y ha obligado a Ussiá
a retirar esta frase de su libro.

Pepepaco

"Aquilino" <a.moorcillo@iies.es> escribió en el mensaje
news:DbUBe.2175449$I96.2775552@telenews.teleline.es...
> Pepepaco:
>
> Personalmente, no tengo nada más que decir sobre este asunto que lo que ya
> he escrito. No habrá nuevas opiniones de mi parte.
>
> Pero de este diálogo ha surgido un amable lector anónimo que me ha
> enviado el mensaje que adjunto. No respondo de su veracidad, aunque por lo
> que recuerdo, se ajusta bien a los hecho de los "tres días de marzo en la
> SER", que pudieron decidir a los dos millones de indecisos electores.
>
> Como lo que describe son hechos, me interesaría conocer si alguno de los
> descritos es falso.