Os creéis el ombligo del mundo y no sois más paletos y pueblerinos porque ya no es posible. Yo he estado en el extranjero, con catalanes, y cuando un catalán comienza a explicarle a un alemán/francés/yanki que él es de Cataluña y el alemán le pregunta que qué narices es eso, y el catalán pueblerino le empieza a decir que es un territorio oprimido por España, cuya capital es Barcelona, el alemán, que ha estado en Barcelona (sin saber que esa hez era Cataluña), y en Mallorca, sólo piensa una cosa: que ese puñetero orate tendría que ser ingresado en un manicomio ya, hoy mejor que mañana. Es la leche ver las caras de los extranjeros cuando un catalino les explica su opresión. Entre risa y asombro por estar delante de un mermado mental.