Amancio llora de emoción ante la sorpresa de Navidad que le ofrecieron sus devotos y agradecidos trabajadores.

Vlad_Empalador

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En el bunker




Uno de los nombres del año ha sido Amacio Ortega y su grupo Inditex, uno de los pocos que ha evitado los ERTES entre las grandes empresas nacionales y que ahora está viviendo un proceso de transformación online con el cierre de numerosas tiendas en todo el mundo. Aunque saltó la noticia y preocupación de todos los trabajos que se perderían, se ha producido un tranquilizador pacto con los sindicatos en la que se asegura la reubicación en otras tiendas físicas cercanas o abonando gastos si una mudanza fuera necesaria.

El modelo de empresa durante la crisis ha sido aplaudida y ha servido para virar el negocio hacia el online, que podría llegar a aportar el 30% de los ingresos en este ejercicio, algo nunca antes visto y que quiere potenciar la empresa.

La sorpresa que hizo llorar a Amancio Ortega
Mientras tanto y en el día de celebración navidaeña en la central de Inditex en Arteixo (A Coruña), la plantilla disfrutó de una comida y obsequios y quiso darle una gran sorpresa al millonario dueño, que se derrumbó y rompió a llorar ante una ovación de todos sus trabajadores presentes. La emoción del momento y el abrazo de su hija Marta Ortega acabó provocando las lágrimas y un mayor aplauso de sus trabajadores.

Amancio Ortega ha sido uno de los personajes más queridos y criticados a partes iguales de este último año y la presión a la que está sometido no debe ser fácil, por lo que seguro que se siente un poco más confortado tras esta muestra de sus compañeros. El reconocimiento de los mismos en el peor año que se recuerda en lo social y económico no ha conseguido sin embargo tumbar a negocio Inditex, que ha conseguido sobrevivir e incluso presentar millonarios beneficios.
 
Última edición:

fayser

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Nunca he sido amigo de comerle la berenjena al jefe y menos de esta forma tan escandalosa.

Si Amancio lo he hecho bien, basta con reconocérselo y seguir trabajando seriamente.

Tampoco creo que él espere insensateces.