Hace un rato leía algo muy interesante escrito por otro forero.
Hablaba de la doctrina tradicional rusa de enviar a miles de soldados como carne de cañón, para vencer al oponente por saturación, sin importar el tiempo que llevase la victoria o el número de bajas propias en el proceso. Decía que si eliminas a 400 soldados ucranianos al día, en 5 años has eliminado casi tres cuartos de millón de soldados, y si tú pierdes una cantidad similar en el proceso, te da igual porque tus reservas son mucho mayores.
Y yo pensaba, ¿hasta qué punto te puede dar igual en 2022? Una cosa es la Segunda Guerra Mundial, cuando enviabas a millones de Ivanes contra la Wehrmacht para sobrepasarla por pura saturación, como efectivamente ocurrió, sin importarte perder 10 millones de soldados en el proceso, porque tu sociedad sabía que te estabas jugando literalmente tu supervivencia, porque te enfrentabas a una potencia de un enorme poder que te había invadido y buscaba tu aniquilación absoluta, y otra muy distinta hacerlo en 2022, cuando las sociedades son muy distintas, la concepción sobre la guerra, la valoración de la vida humana, tanto civil como militar, y la forma de cuidar a tus propias tropas son muy distintas, y sobre todo le estás haciendo la guerra no a Alemania, sino a un país eslavo muy vinculado a tí por historia, cultura y lengua.
Uno de los motivos por los que Rusia perdió la Primera Guerra Chechena fue por el movimiento civil iniciado por las madres de los soldados muertos, que pidió explicaciones y responsabilidades al Gobierno sobre por qué sus hijos tenían que morir en la picadora de carne, como si fueran carne de cañón. Llegó un momento en que el nivel de bajas entre chicos carentes de equipo y de instrucción, que no habían cumplido ni 20 años, fue inasumible para la sociedad rusa.
Me pregunto qué se agotará primero, si la reserva humana y la voluntad de resistir de los ucranianos, o la paciencia de la sociedad rusa contra políticos y mandos militares que siguen mandando a sus soldados a morir siguiendo doctrinas del siglo XX.
