Lo de borrar tweets por las presiones de los fulastres de siempre para mí es una bandera roja. Una señal de alarma.
La manera de combatir el marxismo cultural no es echándose atrás cuando te señalan.
La manera es poner los puñeteros narices sobre la mesa, y decir "Sí, que pasa. Digo eso del feminismo, los gaies y la madre que los parió a todos. ¿Acaso no es cierto? Si no te gusta, imprime un formulario de ofendidito y dejalo en el suelo antes de cerrar la puerta y salir, progre de hez. Lo que yo he dicho se tenía que decir y se dijo."