Gracias Antonio...que la gente sepa lo que nos espera viendo nuestro reflejo en el espejo griego.
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#Grecia, CASO DESFA: IMPLICACIONES DIPLOMÁTICAS Y EL RIESGO DE DESABASTECIMIENTO DEL GAS NATURAL A PARTIR DE 2016. INTRODUCCiÓN
#CrónicasHelénicas by #AntonioGiovetti
ATENAS 02-09-2013
En sus biografías, Plutarco solía relatar los hechos más relevantes ocurridos en la vida de personajes ilustres de la antigüedad clásica griega y romana para que sirvieran de ejemplo a la posteridad. En el caso de Aristides, unos de los políticos más notables de Atenas que llegó a ocupar el cargo de arconte epónimo, el autor de las "Vidas Paralelas" destacaba su probidad y patriotismo a la hora de pactar con los enemigos, puesto que había rechazado la propuesta de los Persas de hacerse con la más conocida de las "polis" griegas a cambio de dinero y honores. A día de hoy, los máximos responsables de la Administración del Estado heleno carecen totalmente de capacidad de negociación ya que, además de venderse sin escrúpulos a quienes les ofrecen unas migajas, eligen el caballo perdedor.
LA PRIVATIZACIÓN DE DESFA: UN PROCESO COMPLEJO Y REPLETO DE OBSTÁCULOS
El pasado día 1 de Agosto, el Fondo de Valoración del Patrimonio del Estado (en griego TAIPED) comunicaba oficialmente la venta del 66% de DESFA, la empresa estatal responsable del transporte del gas natural, a SOCAR, entidad pública que gestiona los yacimientos de petróleo y gas natural que se encuentran dentro de las fronteras de Azerbaiyán. El proceso de privatización de DESFA es muy complejo y requiere la aprobación de instituciones públicas griegas - como el Tribunal de Cuentas, la Autoridad Nacional Reguladora del Mercado Energético y el Parlamento una vez que se haya formalizado el contrato entre el TAIPED y la empresa licitadora - y comunitarias. La Autoridad Europea Anti-trust, presidida por el español Joaquín Almunia, y la comisión de la Eurocámara encargada de la gestión de los asuntos energéticos (ACER) deberán dictaminar, por primera vez, sobre la conveniencia - disfrazada con el término legalidad - de permitir que una entidad que opera fuera del territorio de la UE y, en disconformidad con las directivas oficiales, concentra en sus manos la producción y la comercialización del gas natural, administre una de las empresas más estratégicas de un País de la zona euro. A este efecto Bruselas, que actuó en la sombra para impedir que el coloso ruso GAZPROM desembarcase en Grecia, tendrá que jugar a cara descubierta y hallar resquicios legales con el objetivo de que SOCAR realice el negocio del siglo. Al fin y al cabo, se trata de 400 millones de euros que entran en las arcas de los acreedores y nadie quiere hacerse cargo de un fracaso.
LAS CONTRADICCIONES DEL GOBIERNO Y DE LA PRENSA EN EL CASO DESFA
La privatización de DESFA está estrictamente relacionada con la construcción del gasoducto transadriático (TAP) que desde la frontera con Turquía se extiende por 550 kilómetros en territorio griego y tras cruzar Albania y el Mar Adriático finaliza en Italia donde se conecta con la red de distribución para el Norte de Europa. El gobierno de Atenas, que evidenció los aspectos positivos de la obra, como las inversiones extranjeras y la creación de puestos de trabajo, silenció las repercusiones negativas de la misma. En primer lugar, se debe destacar la limitada capacidad de las tuberías que transportarán sólo 10 mil millones de metros cúbicos de gas natural cada año. Para duplicar la cantidad del suministro es preciso construir una ulterior planta de compresión en la ciudad de Serres, algo que representa un despilfarro de dinero público ya que Grecia no conseguirá una independencia energética de Rusia. Además, la prensa especializada cayó en sus habituales contradicciones minimizando los efectos contraproducentes de la obra a nivel medioambiental los cuales afectarán a la calidad del aire y generarán ruidos innecesarios, sin contar que el gasoducto cruzará siete zonas protegidas por el programa Natura 2000. Hasta la fecha, nadie ha explicado con claridad los motivos por los que se han otorgado plenos poderes a la empresa de un País que suministra sólo el 17% de las necesidades de gas natural de Grecia. Para eso hace falta analizar los recientes desencuentros diplomáticos entre Atenas y Moscú.
GRECIA-RUSIA, HISTORIA DE INTERESES CONTRAPUESTOS
A lo largo de los últimos dos siglos las excelentes relaciones entre Grecia y Rusia se fundamentaban en unas comunes características históricas, culturales y religiosas. El antiguo Estado zarista había apoyado las revueltas de las Naciones ortodoxas - Grecia, Bulgaria, Rumanía - contra el yugo otomano jugando un papel relevante en los respectivos procesos de independencia. La sucesiva división del mundo en dos bloques y el antagonismo entre los EE.UU y la URSS provocaron un distanciamiento que no se recompuso tras la caída del comunismo. Cada iniciativa de acercamiento a la Península Helénica por parte de Moscú había sido atajada por Washington que considera el Mediterráneo oriental como su propia zona de influencia. Los incidentes que se registraron a partir del estallido de la crisis de la deuda pública llevaron a un ulterior enfriamento de los contactos entre Grecia y Rusia.
Durante el invierno de 2010, unos meses antes de la firma del primer Memorándum de entendimientos, tuvo lugar un encuentro entre Vladimir pilinguin y Georgios Papandreou. El mandatario ruso ofreció ayuda económica al ex Presidente del Gobierno griego para que Atenas evitase recurrir a los servicios del FMI. Papandreou desestimó la propuesta de pilinguin provocando la fuerte reacción del entonces Jefe de Estado Dimitri Mevdedev.
Hace tres años Rusia propuso a las autoridades griegas un acuerdo político sobre temas de defensa que aún no se ha materializado. En Mayo de 2013, el ministro de Defensa heleno Panos Panagiotopoulos fue el encargado del gobierno para negociar sobre el asunto. Finalmente Moscú dejó de abordar este tema, al enterarse de que Panagiotopoulos repetía que Grecia formaba parte de la OTAN.
En Marzo de 2013 Vladimir pilinguin envió a Atenas un mensaje muy contundente, según el cual la situación griega se asemejaría a la chipriota si el TAIPED no hubiese otorgado la licitación a las dos empresas rusas - GAZPROM y SINTEZ - que indudablemente habían presentado las mejores ofertas en la subasta pública para la adquisición de las gasistas DEPA y DESFA. pilinguin hizo hincapié en el rechazo de la propuesta rusa de construir y gestionar una terminal de gas natural por parte del gobierno de Nicosia al que Moscú había anteriormente autorizado un préstamo del valor de 2.5 mil millones de euros. Tras la reunión del Eurogrupo que deliberó las modalidades de la quita para los depósitos bancarios superiores a 100.000 euros, el Ministro de Hacienda chipriota Mijalis Sarrís intentó, sin exito, obtener el apoyo del Kremlin.
El máximo punto de fricción en las relaciones bilaterales entre Grecia y Rusia se registró con el viaje del Primer Ministro heleno Antonis Samarás a Azerbaiyán para negociar sobre temas de carácter energético con su homólogo Iljam Aliev. A raíz de esta iniciativa pilinguin ordenó la retirada de sus dos empresas estrellas GAZPROM y SINTEZ de la respectiva puja. Atenas había elegido definitivamente el bando sostenido por Europa y EE.UU consintiendo regalar por unas migajas (400 millones de euros) una empresa estratégica como DESFA, responsable del sistema de transmisión de gas natural donde se concentra el más amplio volumen de negocios en el sector, a una entidad satélite de los intereses turcos en la región como la azerí SOCAR. Un error garrafal que podrá costar muy caro a Grecia.
GAZPROM-GRECIA, ¿FIN DE LA CITA?
En 1987 el gobierno de Andreas Papandreou estipuló con el coloso energético ruso GAZPROM un contrato de suministro de gas natural que vence a finales de 2016. Actualmente Rusia contribuye a satisfacer el 67% de las necesidades de Atenas a un precio que, según las declaraciones de Alexander Medvedev, director ejecutivo de la institución, rebasa un 30% el de otros Países de la UE. Recientemente el Presidente del Gobierno Antonis Samarás envió una carta a su homólogo Vladimir pilinguin con el objetivo de conseguir un descuento parecido al que fue aplicado en la vecina Bulgaria (20%). Las negociaciones al respecto no están prosperando puesto que GAZPROM justifica su política de empresa alegando la lejanía geográfica y la limitación del mercado griego y todo hace suponer que se deberá recurrir a un arbitraje internacional que fijará las modalidades y los tiempos de la reducción del precio, algo que pone en entredicho colaboraciones futuras. Además, Moscú envió a un mando intermedio de la filial GAZPROMEXPORT para entablar conversaciones con el gobierno de Atenas evidenciando un desinterés cada vez más creciente a operar en Grecia. Las equivocaciones del gobierno y la amenaza de expropiaciones masivas por parte de SYRIZA no hacen más que profundizar el aislamento diplomático del País heleno en la región de los Balcanes. Será muy difícil encontrar a un inversor dispuesto a suministrar el gas a precios razonables a un Páis politicamente dividido y al borde de la bancarrota. A esta altura, el riesgo de desabastecimiento es cada vez más real.
