Tocqueville
Madmaxista
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Christian Cotten acusa a Sarkozy de estar implicado en el 11-M. Comunicado de prensa
Por DonaldRumsfeld
Christian Cotten acusa a Sarkozy de estar implicado en el 11-M.
Comunicado de prensa
Por Christian Cotten, con la colaboración de Smaïn Bedrouni
Sí, sé que el texto que publiqué el último 11 de septiembre, a propósito de tu implicación en los atentados de Madrid de marzo de 2004 te molesta un poco. Es normal, te comprendo y te compadezco.
Pero ves, pequeño Nicolás, uno no puede convencer de su buena fe y de su honestidad a sus interlocutores o acusadores con amenazas. Sería más bien lo contrario, en nuestras culturas populares valientes y buenas según la versión de TF1.
Bueno, sé que te acostumbraste recientemente a convocar a los editores a tu ministerio para impedirles publicar los libros que te hacen cosquillas allí donde las tienes, del lado de las mujeres. Te compadezco, pequeño Nicolás.
Pero ves, la presión que acabas de hacer después de encontrarnos esta tarde, francamente, es ridícula.
¿Crees sinceramente que voy a retirar mi artículo del 11 de septiembre que te concierne porque dos valientes policías de la BRDP (Brigada de Represión de los Delitos contra las Personas) "me hicieron saber, al fin de mi audiencia, que debería suprimir ese artículo de mi sitio"?
Lo que hicieron estos policías esta tarde, después de haberme convocado urgentemente a sus oficinas de la calle del Château des Rentiers, por orden del procurador del TGI de París y por orden "del Estado-mayor" (¿el Ministerio de la Gobernación se ha convertido en un ministerio militar o son los gendarmes los que quitaron el poder a los policías?), se llama tentativa de intimidación y estaría perfectamente fundado en derecho considerarlo como amenaza. Sus proposiciones, visiblemente hechas siguiendo órdenes, fueron perfectamente ilegales en el marco de una simple citación para una instrucción preliminar. Cualquier abogado sabe esto.
Es, pequeño Nicolás, muy torpe, todo esto.
¿Quieres defenderte frente a las acusaciones gravísimas que tengo contra ti y me amenazas? ¿A quién vas a convencer? ¿Habrías olvidado que habías recibido este artículo varias semanas antes de su publicación y que te pedí amablemente tu opinión sobre la conveniencia de publicarlo? ¿Habrías olvidado, pequeño Nicolás, que la respuesta que uno de tus subalternos de la UMP me dio estaba totalmente fuera de lugar, en respuesta a otro correo que te envié este último verano?
¿Cómo crees que puedes comparecer ante un tribunal? Tu silencio, como el de tus amigachos Jacques y Dominique es una confesión terrible: no tienes nada que responder, por eso te callas.
Pero, evidentemente, en vísperas de la fecha fatídica de la prescripción de los tres meses, el remordimiento embarga a tus mediocres consejeros -perdóname este pleonasmo en cuanto a los consejeros políticos franceses en general-: ¿no deberíamos por lo menos intentar defender a este pobre crío Nicolás haciendo presión sobre Cotten para que se calle?
Pequeño Nicolás, haces reír a tus funcionarios de policía. A mí también, incluso si me irritas: me has hecho perder mi sábado por la tarde y no me gusta esto. Cálmate: merecerías que presentara una denuncia por amenazas contra ti. Pero tengo algo mejor: perseguirte por actos de terrorismo en connivencia con una potencia extranjera. Volveremos a hablar de eso la semana próxima, mis ángeles escritores e investigadores te dejan todavía un poco de tiempo para reflexionar.
Oh sí, dime, Pequeño Nicolás, todo el material del que dispongo que te concierne, gracias a la notable eficacia de ciertos agentes íntegros y demócratas del Estado francés y algunas otras personas, ¿debo publicarlo directamente tan pronto como lo consideremos útil o prefieres que te prevenga antes, para que puedas darme tu imprimatur por tu silencio elocuente, que me protege, y así perder toda esperanza de perseguirte judicialmente?
Oh, la, la, pequeño Nicolás, sé bien que eres en el fondo un chico valiente, arrastrado a tu pesar por fuerzas violentas que te sobrepasan; pero ves, pequeño Nicolás, para merecer ser Presidente de la República francesa, Jefe Supremo de los Ejércitos de un pueblo soberano, hay que tener unas condiciones superiores: por lo menos, haber superado la violencia de un cerebro de reptil y respetar verdaderamente a las personas. Por ahora, tus actitudes no demuestran estas competencias.
Y evitaré, pequeño Nicolás, hablar de tus deficiencias puramente cognoscitivas: ¿cómo te atreviste a decir, estos últimos días, que la causa de la pobreza y de la marginación en los suburbios era la presencia de gamberros?
Una de las últimas veces que un tipo tuvo este género de razonamiento para explicar la causa de la pobreza en Alemania, recurrió a los judíos.
¿Vas a concursar con ése?
Pequeño Nicolás, te perdono tu mediocridad pero seré despiadado: no serás presidente. Vale más que comiences a decir adiós desde ahora, nadie te dejará administrar tu decepción provocando violencia en los próximos meses.
Hasta muy pronto, pequeño Nicolás.
Christian Cotten, con la colaboración de Smaïn Bedrouni
politiquedevie.net
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ÍNDICE DE ARTÍCULOS SOBRE EL 11-M
[HILO OFICIAL 3] 11-M. Lo que callan los vendelibros y vendeperiódicos. Índice en actualización permanente.
Por DonaldRumsfeld
Christian Cotten acusa a Sarkozy de estar implicado en el 11-M.
Comunicado de prensa
Por Christian Cotten, con la colaboración de Smaïn Bedrouni
Sí, sé que el texto que publiqué el último 11 de septiembre, a propósito de tu implicación en los atentados de Madrid de marzo de 2004 te molesta un poco. Es normal, te comprendo y te compadezco.
Pero ves, pequeño Nicolás, uno no puede convencer de su buena fe y de su honestidad a sus interlocutores o acusadores con amenazas. Sería más bien lo contrario, en nuestras culturas populares valientes y buenas según la versión de TF1.
Bueno, sé que te acostumbraste recientemente a convocar a los editores a tu ministerio para impedirles publicar los libros que te hacen cosquillas allí donde las tienes, del lado de las mujeres. Te compadezco, pequeño Nicolás.
Pero ves, la presión que acabas de hacer después de encontrarnos esta tarde, francamente, es ridícula.
¿Crees sinceramente que voy a retirar mi artículo del 11 de septiembre que te concierne porque dos valientes policías de la BRDP (Brigada de Represión de los Delitos contra las Personas) "me hicieron saber, al fin de mi audiencia, que debería suprimir ese artículo de mi sitio"?
Lo que hicieron estos policías esta tarde, después de haberme convocado urgentemente a sus oficinas de la calle del Château des Rentiers, por orden del procurador del TGI de París y por orden "del Estado-mayor" (¿el Ministerio de la Gobernación se ha convertido en un ministerio militar o son los gendarmes los que quitaron el poder a los policías?), se llama tentativa de intimidación y estaría perfectamente fundado en derecho considerarlo como amenaza. Sus proposiciones, visiblemente hechas siguiendo órdenes, fueron perfectamente ilegales en el marco de una simple citación para una instrucción preliminar. Cualquier abogado sabe esto.
Es, pequeño Nicolás, muy torpe, todo esto.
¿Quieres defenderte frente a las acusaciones gravísimas que tengo contra ti y me amenazas? ¿A quién vas a convencer? ¿Habrías olvidado que habías recibido este artículo varias semanas antes de su publicación y que te pedí amablemente tu opinión sobre la conveniencia de publicarlo? ¿Habrías olvidado, pequeño Nicolás, que la respuesta que uno de tus subalternos de la UMP me dio estaba totalmente fuera de lugar, en respuesta a otro correo que te envié este último verano?
¿Cómo crees que puedes comparecer ante un tribunal? Tu silencio, como el de tus amigachos Jacques y Dominique es una confesión terrible: no tienes nada que responder, por eso te callas.
Pero, evidentemente, en vísperas de la fecha fatídica de la prescripción de los tres meses, el remordimiento embarga a tus mediocres consejeros -perdóname este pleonasmo en cuanto a los consejeros políticos franceses en general-: ¿no deberíamos por lo menos intentar defender a este pobre crío Nicolás haciendo presión sobre Cotten para que se calle?
Pequeño Nicolás, haces reír a tus funcionarios de policía. A mí también, incluso si me irritas: me has hecho perder mi sábado por la tarde y no me gusta esto. Cálmate: merecerías que presentara una denuncia por amenazas contra ti. Pero tengo algo mejor: perseguirte por actos de terrorismo en connivencia con una potencia extranjera. Volveremos a hablar de eso la semana próxima, mis ángeles escritores e investigadores te dejan todavía un poco de tiempo para reflexionar.
Oh sí, dime, Pequeño Nicolás, todo el material del que dispongo que te concierne, gracias a la notable eficacia de ciertos agentes íntegros y demócratas del Estado francés y algunas otras personas, ¿debo publicarlo directamente tan pronto como lo consideremos útil o prefieres que te prevenga antes, para que puedas darme tu imprimatur por tu silencio elocuente, que me protege, y así perder toda esperanza de perseguirte judicialmente?
Oh, la, la, pequeño Nicolás, sé bien que eres en el fondo un chico valiente, arrastrado a tu pesar por fuerzas violentas que te sobrepasan; pero ves, pequeño Nicolás, para merecer ser Presidente de la República francesa, Jefe Supremo de los Ejércitos de un pueblo soberano, hay que tener unas condiciones superiores: por lo menos, haber superado la violencia de un cerebro de reptil y respetar verdaderamente a las personas. Por ahora, tus actitudes no demuestran estas competencias.
Y evitaré, pequeño Nicolás, hablar de tus deficiencias puramente cognoscitivas: ¿cómo te atreviste a decir, estos últimos días, que la causa de la pobreza y de la marginación en los suburbios era la presencia de gamberros?
Una de las últimas veces que un tipo tuvo este género de razonamiento para explicar la causa de la pobreza en Alemania, recurrió a los judíos.
¿Vas a concursar con ése?
Pequeño Nicolás, te perdono tu mediocridad pero seré despiadado: no serás presidente. Vale más que comiences a decir adiós desde ahora, nadie te dejará administrar tu decepción provocando violencia en los próximos meses.
Hasta muy pronto, pequeño Nicolás.
Christian Cotten, con la colaboración de Smaïn Bedrouni
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[HILO OFICIAL 3] 11-M. Lo que callan los vendelibros y vendeperiódicos. Índice en actualización permanente.
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